La izquierda latina se viene debilitando por las nuevas tendencias individualistas que se motivan en el seno del partido y, el distanciamiento del ciudadano con sus dirigentes, lo que implica, la necesidad de una nueva alianza para marcar las diferencias y trascender esas diferencias para que los líderes asuman sus responsabilidades. Hay que ver, las necesidades comunes del país bajo una sola visión patriótica. Por lo tanto, resulta necesario mantener la unión y cumplir con la coalición de partidos y romper con los ejes territoriales que solo desean tener influencia política para aprovechar al máximo los atractivos que determinan los cargos públicos y, que muchos tenían en el pasado democrático.
No es el momento para tensiones, sino para llamar al dialogo y mantener en la gente un comportamiento que recuerda una práctica que siempre han llevado, los que practican a ser fuerzas muy minoritarias. El aparato del partido, tiene que estar presto para atender las solicitudes del pueblo y condicionar su capacidad de expansión para establecer fuerzas políticas con varias sensibilidades en la dirección del partido, me refiero al Psuv.
Hay una visibilidad mediática de oposición a los movimientos de izquierda, pocos velan por el trabajo partidista y, lo sabemos, son herederos del pasado y, guardan cierta simpatía, porque nadie quiere nada con la MUD. Estas situaciones son generadas por los herederos del viejo gomezismo y desean controlar al gobierno, desde los medios impresos y radiodifusión. Nadie, debe hablar de crisis, sino monopolios que desean controlar el poder. Hay que minimizar el rechazo hacia la organización política.
La derecha venezolana, se quiere homogenizar y controlar los urbanismos electorales a su favor, pero, la gente a pesar de su afición al partido Psuv, entiende que las políticas neoliberales son causantes de la crisis social que viven los pobladores. No puede haber errores, aunque existen ciudadanos que se caracterizan por ser institucionales y, tienen una un período de consultas.
El liderazgo es un asunto de movimientos y en nosotros ha tenido repercusión por su trabajo en el quehacer público. Es hora de invertir el camino iniciado en 2001 que incendió Oriente Medio y que nos han traído estos lodos. No es tarea fácil pero no hay otra salida. La construcción de la paz es siempre una tarea a largo plazo, que se ha de implementar a diario, de manera paciente, con dialogo, de compartir, de cooperación, de respeto mutuo, de derechos humanos. Es lo deseado por el presidente Nicolás Maduro Moros.
La ciencia social marxista., ha tenido grandes errores y, la adaptalidad que tiene el Capitalismo es hacernos pensar de sus aciertos y fallas.El sistema capitalista como cualquier organismo vivo nace, se desarrolla y morirá. Nace a finales del siglo XV, comienzos del siglo XVI. Ha tenido cuatro siglos de desarrollo, y lleva un siglo de decadencia muy clara. Desde la crisis de finales del siglo XIX, la crisis de 1929, la crisis de 1973 y la actual, acompañada de muchas más. Nunca se sabe cuál va a ser la última crisis del capitalismo siempre que la última crisis era la definitiva. Lo que sí es evidente es que, de cada crisis, el capitalismo sale con menos herramientas para solventarla y que, por tanto, las contradicciones – que es una tesis marxista que tiene plena validez – cada vez se hacen más ingobernables. De la crisis del 73′ el sistema capitalista salió con cuatro herramientas – que hoy están muy debilitadas – las cuales son: (i) la explotación de los países del sur (que ya no se dejan); (ii) la explotación de la naturaleza (que ya grita); (iii) la explotación de las generaciones futuras a través de la deuda pública (que ya es insostenible) y; (iv) a través del incremento de la explotación (pese a la explotación directa) que hoy se da a través de la robotización que genera grandes bolsas de desempleo y precarización.
Así que. Es el momento para la libertad económica y geopolítica.
Esos cuatro elementos se convierten en ingobernables, y eso también es lo que explica que el sistema capitalista actual, neoliberal, haya puesto mucho énfasis en convertirse en un nuevo sentido común. Y es lo que explica también porque ahora es mucho más difícil pelear contra el sistema que hace 40 años. Cuando bombardeas el Palacio de La Moneda, es muy evidente que lo estás bombardeando. En cambio, cuando tú a través de presiones financieras doblegas a Grecia, tienes los mismos efectos brutales, pero no se identifica como tal. Y, por tanto, el sistema neoliberal tiene una capacidad novedosa que es caer hacia adelante, fracasar hacia adelante, es decir, tiene la capacidad de soportar, de solventarnos sus fallos sistémicos. Por ende, se trata de un funcionamiento de más medicina de la que nos está matando.
Lo anterior se sostiene solamente porque ha sido capaz, como decía Joseph Stiglitz, de convencernos de que no hay alternativa y, además, ha sido capaz de alguna manera de paralizar la posibilidad de construir una utopía alternativa. Entonces, es la propia parálisis de los trabajadores, de los sindicatos, de los partidos de izquierda, de las clases medias, lo que genera un escenario de involución que sitúa en el horizonte perspectivas sombrías.