La democracia, viene fijando sus carteles bajo formas de partido y, bajo una colusión de intereses privados que se esconden en las Corporaciones, bachaqueros como especuladores, ellos les abre una puerta bursátil a los dineros públicos, convertidos en doble conversión, corrupción y selección de dirigentes mediocres que, solo les interesa manejar las instituciones del Estado, fuertemente abrazados a lo que llaman politólogos que dicen construir naciones que, junto al Capital han marcado la vida europea y latina desde el siglo XVI,
Es el Estado, que crea nación y no al revés. Entonces, tenemos a un grupo de convergentes y socialistas, tan distantes de sus bases, que prefieren dividir a Suramérica y Europa y, desde allí formar Estados plurinacionales y, bajo esa visión futura llamar al pueblo a una construcción nacional, engañándola.
Evo Morales, tuvo la previsión de sustentar en Bolivia, las fases históricas de ese noble pueblo para convertirla en plurinacional, antes que, una jauría de lobos lo sometieran, escucho a tiempo al líder Chávez.
Así que, tenemos al socialista que se ha caracterizado desde su origen por su intrínseca diversidad: desde el católico tradicionalista, pasando por el simplemente cristiano hasta el burgués conservador, el menestral, el republicano socialista, el comunista o el libertario. Así tenemos, Carlos Marx se viste de una multiplicidad de colores. Pero, todos miran a Cuba.
Ellos, en todos sus movimientos fuertes, estarán marcados por la impronta de clase social y religión, divididos por el tipo de organización, llamase Polo Patriótico y, la idea es nutrirse de ciudadanos para estar más cerca de la dictadura. Ahora, ahogan a Cataluya y la convierten de conservadora a progresista, hasta los ayuntamientos se encuentran envenenados por la avaricia. Ella, es una lucha larga de más de un cuarto de siglo y concluye en Podemos y las angustias para restarle poder a la Monarquía y al Vaticano, quien esconde en sus bulas, el gran secreto de Cristóbal Colón y sus Carabelas, porque, ante los vikingos y otro grupo expedicionario salió por el Mediterráneo hacia nuestras costas.
El grupo de Podemos y el Psoe es muy vanguardista, dispuestos a recurrir al siniestro mundo de las traiciones para manejar su estrategia de ruptura populista y dicotomizarles la esfera pública a los parlamentarios nacionalistas para colocarles un cerco de gran recesión y, luego de someterlos, no dudar en proclamar que la autodeterminación de los pueblos es un principio que desborda el marco de toda legalidad.
Desbordar el marco de la legalidad, entrando en las instituciones y manteniendo la presión en las calles. Tal es el principio que guía a todo movimiento populista en su lucha contra la democracia representativa o protagónica, éste segundo término no es aplicable en Venezuela por el autoritarismo militar y el gobierno de nuestro presidente, Nicolás Maduro Moros, él es solo una herramienta de ese poder, Tenemos frente a nuestra historia, una exclusiva relación económica y burocracia castrense. Ahora, proclaman y le exigen al rey de España que obedezca y pida perdón por los hechos acaecidos en la pre colonia, nuestras tierras vírgenes. Y, son tan abusivos que lo hacen a nombre del pueblo. Poco respetan los ideales del comandante, Hugo Chávez Frías.
La izquierda vanguardista, se ha maridado con el populismo en la común reivindicación del derecho de autodeterminación de los pueblos de la península Ibérica y Continental Latina para comenzar a dividir las estructuras económicas y apropiarse de los bancos y complotar las burbujas financieras.
Lo que ha seguido es la gran farsa del Psuv y de Podemos, con una facción del Psoe. Ellos, dicen que se encuentran allí para hacer política y afirmar que sus respectivos partidos políticos cuentan con el apego popular, pero, mantienen el chantaje con una porción de ese capital, proveniente del petróleo y el Banco Central y, buscan romper con la democracia- lo dice, la Constitución en su primera parte- y en vez de ir a un Socialismo, vamos a una tiranía dictatorial. Y Aznar, Zapatero, los Clinton, Toni Blair, Leonel Hernández y Torrijos son corresponsables de las virulencias que se desatan en Europa y Venezuela. Pero, ¿Dónde está Bill Jefferson Clinton? Por lo menos, se le vio en la feria del café en Medellín.
Todos estos socialistas, se pasean por el mundo con capital del Estado y, el apoyo bursátil de los bancos que se esconden en Corporaciones.
Son ideas desquiciadas que promueven en Catalunya y Venezuela. La Banca venezolana esta en aprietos. Chávez, pudo pasar este vendaval y, sabía que lo engañaban a través de la religión, domesticar al pueblo. Pero, la Banca se va a fusionar como lo plantea el plan originario de su Legado, pero, con una vertiente libre en su administración pública. Nos encontramos en un trance financiero, donde lo más sensible es nuestros ancianos.
En las fiestas nacionales de España y Venezuela, observamos muchos socialistas simbólicos que no reflejan una idoneidad de izquierda. Charlatanes, como ellos solos. Ahora, tenemos chivatos por doquier y, el silencio se hace necesario.
El trabajo es fuerte para aplacar a quienes se apoderaron de la ideología alemana y rusa para hacer grandes negocios financieros.
Rich Harri, explicó en una oportunidad que en la época de las cavernas era fundamental reconocer la propia horda para saber evolucionar, porque la horda vecina podía ser un peligro para su existir, por lo tanto, es necesario la cohesión del grupo y fomentar las costumbres para diferenciarlas de otros. Así la gente distinta es vista de inmediato con hostilidad. Por eso, hay tantas tribus o hordas, llamémosla pueblo. Y ese pueblo, está en nuestro caso, dividido en patriotas y escuálidos. En catalanes y españoles. De donde vienen esas ideas, de Pablo Iglesias y Monedero.
Con el tiempo, las hordas crecieron y se hicieron más complejas y grandes. Ya no era necesario conocer personalmente a todos los miembros, se les llamó naciones.
Pero, por debajo, sigue latiendo el mismo impulso arcaico. El nacionalismo se construye siempre contra el otro, en el énfasis de la diferencia, en el espejismo de la superioridad, en el miedo al destino, en la intolerancia. En su momento, esa herramienta genética pudo salvar la vida del niño troglodita. Pero, en el mundo de hoy, basta con consultar la historia, para ver que lo que hace los nacionalismos es teñir una y otra vez, la tierra de sangre.
Venezuela y Catalunya, pagan sin querer, las declaraciones unilaterales y nos llevan de una manera silenciosa a un enfrentamiento, uno independiente del otro. Pero, una sola idea en común, manejar la banca mundial.