Aventis

Una revolución cooptada a la incertidumbre del pensamiento marxista

Necesitamos, formar al hombre republicano que tenga un criterio constitucional que este sustentado y gobernado en el cuerpo de leyes, autogobierno y separación de poderes en la República Bolivariana de Venezuela. La figura del abusador o del abusón aparece indefectiblemente en cada una de las etapas de la historia de nuestro país. Por consiguiente, también se registra una larga lista de insubordinaciones, rebeliones y desacatos contra gobernantes y funcionarios abusadores

Por lo tanto, un hombre de izquierda debe ejercer su autoridad en beneficio de la democracia y su pleno ejercicio con el único fin de restringir la violencia y la coacción externa que puedan debilitar las garantías y el uso de la libertad.

Cuando, nuestros historiadores lo coopten todo en el transcurrir del tiempo, veremos la esencia de las élites y, como nos hacen trizas algunos camaradas que tuvieron la oportunidad de ejercer funciones públicas, pero que, lamentablemente le ocultaron al Estado la ruptura de esos períodos que hizo que se desprendieran minorías visionarias que amaban el proyecto bolivariano del comandante Hugo Chávez Frías y los postulados de Simón Bolívar y Sebastián Francisco de Miranda.

Aquí en Venezuela, jamás ha existido crisis o guerra económica, solo un horizonte falso, donde las élites se hicieron del poder junto a la casta militar y, en una distracción nos llevaron a una tendencia vivencial de virtudes y miserias. Simplemente porque un presidente fustigó al mundo internacional y al Plan de La Patria, para convertirse en un retrato fiel de nuestras élites permanentes.

Nuestro período excepcional se agotó y, los viejos políticos corrompieron la estructura del Psuv y las élites económicas se alzaron a una sola voz para enarbolar incondicionalmente la agenda de cambio, donde, cual Herodes quebrantar el proceso revolucionario iniciado por Ernesto Guevara De La Serna y Ernesto Kirchner al lado de Hugo Chávez Frías, luego vendrían Pepe Mujica y Cristina. Estos grupos anárquicos se desprendió de un puñado de hombres valientes para expresar pensamientos sin ambages.

Ahora, observamos una fórmula populista, regalando dinero, bonos sin control, pensiones. Hombres traidores al pensamiento bolivariano, entre ellos de izquierda, del centro político y de la derecha moderada, (Psuv- MUD). Apoyando la corrupción en todos los sentidos, rompieron la estructura social y académica, lo aprendido en la historia política de Venezuela.

Una abejita, se encuentra en la capacidad de dañar toda una colmena.

El hombre maya, por ejemplo, fue históricamente destruido con saña por sus propias fuerzas tribales y la crueldad de los colonizadores, un simple indígena fue cooptado por el ejército e incorporado a sus filas para servir de guía, así, empezó todo, en aquel México de los sueños. El reasentamiento de comunidades completas a polos de desarrollo comunitario, así, como el deseo de violar y destruir a las mujeres mayas, evidenciaron que esta etapa no fue una guerra entre iguales. Observamos, un ataque a nivel de saña y crueldad de las fuerzas del Estado colonizador y ya la figura del paramilitar se desdibujaba, dejando sus evidencias.

Bajo la excusa de "una campaña de guerra" se escondieron intenciones concretas de despojo, asimilación y aniquilación. Una combinación de campañas "civilizadoras" y de barbarie. Es decir, una estrategia civilizadora pero también de aniquilación. Ambas con el objetivo de acabar con la vida, pero también con la identidad, cultura y organicidad de estos pueblos indígenas.

Por eso, cuanto más avancen las investigaciones académicas y legales, más serán los casos que develen los intereses tácitos que guiaron las campañas de tierra arrasada.

El abuso de poder público, que se traduce en el ejercicio de la autoridad o desempeño de los cargos públicos sin respetar o sujetarse a los límites que imponen la Constitución y la ley, en perjuicio de intereses generales o particulares, es una conducta impropia que a lo largo de nuestra historia ha sido y es fuente de excesos, aprovechamientos indebidos, arbitrariedades, injusticias, humillaciones y expolios.

Todo, esta escrito en las Bulas papales, el Vaticano guarda estos documentos de leyenda y autenticidad, luego vinieron los Incas y en Venezuela, nuestros pueblos originarios.

Inequívocamente, el abuso de poder redunda en opresión, dominación, así como en violación sistemática de los derechos fundamentales de las personas, privándolas, incluso, de su libertad, su dignidad, sus posesiones, sus oportunidades y su vida. El abuso de poder aherroja o esclaviza a la sociedad, porque la somete al capricho de un déspota que ejerce autoridad. Y amparo son instrumentos constitucionales que protegen contra al abuso de poder y la arbitrariedad, que no pueden ni deben ser restringidos, condicionados, atenuados, abatidos, burlados o castigados. Por supuesto, los procesos de exhibición personal y de amparo deben substanciarse con estricto apego a la ley y sin demora alguna, bajo pena de sanción.

Por eso, hay que cuidar el proceso histórico del país, Nadie puede erigirse como absolutista, un Herodes para agotar la revolución.

Los líderes negativos a la comunidad y que cometen actos vandálicos en contra de la propiedad privada y del Estado deben ser sancionados, porque los ciudadanos deben generar una conducta deliberada e integra para evitar el daño a personas que pueden ser de su propia tendencia política y de clara manifestación pública.

La violencia estatal viene incrementándose en este último tiempo con sus diferencias, no puede abordarse de manera general, sin diferenciar la violencia urbana de la rural y menos reducir las acciones del ejército a un conflicto político-ideológico, porque allí están los desafueros de la GNB, porque esta actitud eximiría de responsabilidad a paramilitares y al funcionario del Estado, lo que aportaría a la impunidad, a re-victimizar y propagar la violencia hacia los sobrevivientes. Dé tales delitos, tanto éticos, valores y físicos.

El país se está haciendo ingobernable, el pacto Psuv- MUD nos destruye en el campo revolucionario. así que el esfuerzo del presidente Maduro Moros es en vano, su acción debe de ser dirigido a combatir la violencia y la criminalidad, dentro del mismo sector revolucionario y debe estar enfocado a desarticular la conflictividad social, generando oportunidades para todos, de otra manera el país se tornara ingobernable, repito.

Tanto las manifestaciones violentas, como la violencia criminal, tiene indignada y aterrorizada a una gran parte de la población quienes se sienten totalmente desamparados y a merced de la criminalidad, me preocupa de sobremanera porque se percibe en el ambiente y además lo manifiesta la población que estos hechos violentos y criminales han superado el actuar del Ministerio Publico y de la PNC, y para cerrar con broche de oro estas noticias han dado la vuelta al mundo, y al final no sé con qué tipo de país nos comparan, lo que si me atrevo a afirmar es que no habrá más inversión local, ni extranjera lo que significa menos empleos, los inversores no colocan su dinero en un país desordenado, violento y criminal.

Veo con tristeza que mi país se ha convertido en el reino de los extorsionistas. Pero no sólo me refiero a los más obvios integrantes de este grupo, los pandilleros, que desde las mismas cárceles extorsionan a la gente responsable, respetuosa y productiva, entre ellos a los pocos que todavía se atreven a invertir en Venezuela, transformando recursos en riqueza y creando fuentes de trabajo que tanta falta hacen para reducir la emigración de nuestros compatriotas. Criminales que no dudan en asesinar a quién sea con tal de que sus víctimas sucumban a sus amenazas. Sicópatas que, en la mayoría de los casos, no tienen redención.



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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