La historia, es escrita por los pueblos en conciencia clara de su realidad y los Imperios asumen la recopilación de esas notas para reflejarnos el dominio del poder y el liderazgo que asumen para confrontar la defensa de una libertad que debe ser defendida desde el ángulo económico para beneficiar en ese esfuerzo a quienes muestren una disciplina a nivel partidista, como electoral.
De allí, las consecuencias de una independencia no defendida y la cual constituye un Legado del presidente, Hugo Chávez Frías hacia sus adeptos. El cambio ha sido muy abrupto, luego de su fallecimiento y donde el verdadero norte es el camino del neoliberalismo ligado a un posicionamiento del poder, donde no importa los daños que se le ocasionen al Estado- Nación.
Las tesis de Carlos Marx caen al suelo y sus folios determinan un pasado que corta los sueños del futuro, cuando se observa a un grupo de hombres que tuvieron la oportunidad de gobernar, pero, por encima de las angustias, compromiso, sufrimientos y conciencia de un pueblo prefieren gobernar en dictadura y caudillismo. En este sentido, nos encontramos marcados por la historia de una, manera negativa y los procesos políticos realizados en los países vecinos continúan sumando sus lecciones y Nicaragua y Venezuela sus muertos, donde las migraciones internas determinan una estadística muy alarmante.
Por otro lado, la vieja derecha esboza su fracaso bajo el viejo truco de seguir cantando fraude de los resultados electorales, que siempre les será adversos por la campaña mediática desatada hacia sus propios seguidores, cuyos militantes se han desplazado al partido de gobierno- Psuv- para controlar los Claps, panaderías populares, vocerías y programas sociales del gobierno bolivariano.
Tanto Bertucci como Falcón apelan a desconocer la voluntad popular expresada en las urnas electorales el 20M, en un intento por camuflar el descalabro político de la oposición luego de que la difunta MUD despilfarrara el esfuerzo de sus seguidores, que les valió el triunfo legislativo de 2015.
Pero, el gran ganador es Javier Bertucci, quien luce como un aliado silencioso y delfín del presidente Nicolás Maduro Moros, siendo un evangelizador y creador de um grupo religioso llamado Maranhata y sin consultar a la Asociación y Mayordomía de Pastores Evangélicos de Venezuela, se lanza a una aventura más, comprometiendo a un pueblo que confía en él y se expresa de una manera muy sentimental diciéndole papá. Algo, nunca visto en la prebisteria evangélica de nuestro país. Le conocí, cuando era joven y dirigía la juventud en la asamblea Luz y Vida guiada en ese entonces y hasta hoy, por el Reverendo Luis del Moral. Al transcurrir el tiempo divide la asamblea y crea su propio grupo de religiosos para participar de una manera abierta como organización política en el proceso ideológico y partidista del país, ganándose la amistad de nuestro presidente, Nicolás Maduro Moros.
La oposición no informa a sus seguidores que el hampa política que los dirige hace rato los tiene en cuatro bloques. Como pretenden pensar que el reto electoral del 20M le podía dejar saldos positivos si lo enfrentaron en condiciones de desmantelamiento. Quedaron y seguirán en cuatro bloques: por una lado los que quieren hacer de la abstención una victoria de ellos como si no se tratara de un fenómeno electoral que ha estado presente históricamente en elecciones nacionales; otro bloque lo constituyen los violentos anarquizados que creen en la salida forzada de Nicolás Maduro mediante la intervención militar de gobiernos extranjeros y que además apuestan a la violencia interna, al tiempo que suplican y promueven el bloqueo internacional y el cerco financiero contra nuestro país; un tercer bloque se agrupo en torno a Henry Falcon, tratando de revivir viejos dinosaurios de derecha que ya perdieron vigencia política; y el cuarto bloque lo constituye el pastor Bertucci que decidió abrir un ala religiosa dentro del activismo político, pero que no contó ni contara con ningún sector evangélico cohesionado que apueste a su favor.
Lo demás, es un tema conocido, contamos con Consejo Nacional Electoral, ( CNE), parcializado, donde los miembros de mesa y testigos son del mismo partido oficialista,( Psuv), cuyos argumentos para estar allí son empíricos, porque los conozco a todos en mi distrito y, más allá del ventajismo, deseo una estadística clara porque en el pasado, desde que era estudiante universitario fui miembro de mesa en carácter de principal y colaboraba en sus visitas a los barrios a algunos dirigentes políticos en campañas electorales, entre ellos, ha Winston Guevara- COPEI- Frank Pic Durán- AD- y Melvis Humbria( MAS).
Lo demás es tema conocido, hay una ruptura del movimiento revolucionario venezolano y la parte pragmática queda atrás y los viejos esquemas estructurales que le acompañaban quedan a un lado para avanzar en un neoliberalismo fascista y anarquizante con una crisis inducida que tiene su punto álgido en la misma esencia de algunos protagonistas que se dicen revolucionarios y que sus bolsas están llenas de riquezas en el exterior, viven como verdaderas majas.
Pero el tiempo nos dará sorpresas múltiples.
Más allá de las costuras, hay que resolver y confrontar esta crisis económica y social inducida para proceder a seguir dándole un voto de confianza a nuestro presidente, cuya responsabilidad es cada día mayor como comandante en jefe de nuestra Constitución Bolivariana y, sobremodo, hay la responsabilidad de ser un Estado potencia.
El chavismo, sigue imponiéndose ante una oposición errática y ausente de su propia verdad con unos dirigentes traidores como Julio Borges y el mismo Henri Falcón. Ambos llamaron a una abstención de votantes electorales, aunque existía una garantía y el cuerpo electoral en pleno garantizaba que las instalaciones reunían los requisitos previstos, como la operatividad de las máquinas.
Las elecciones presidenciales del pasado domingo 20 de mayo, han sido presentadas por parte de la comunidad internacional, comprometida con la derecha mundial, como un acto ilegal e ilegítimo. Esta lectura, para nada nueva, viene conectada con constantes cuestionamientos sobre la calidad democrática de nuestro sistema electoral que han hecho distintos actores y gobiernos de derecha en América y Europa. Actores y gobiernos dedicados a propagar señalamientos negativos contra la democracia venezolana, desconociendo nuestra vocación y respeto por la libertad y los derechos humanos.
Se ha acelerado la construcción de la vieja tesis de que Venezuela es un estado fallido y forajido, gobernado por una dictadura que viola los derechos humanos y vulnera los procesos democráticos en procura del aislamiento mundial. En última instancia han apelado a la matriz mediática de que el país padece una crisis humanitaria ante la que urge una intervención internacional, contando para ello con un poderoso aparato de medios de comunicación y de "voceros diplomáticos" dirigidos abierta y descaradamente por el gobierno de los Estados Unidos.
Pero, el verdadero frente que desea derrocar al presidente Nicolás Maduro Moros proviene de su propio partido, donde es presidente. Los adecos enchufados desde años en el Psuv y que fueron desalojados del Comité Central de Acción Democrática por Luis Alfaro Ucero, llamado el caudillo, Henry Ramos Allup y Humberto Cellí por traición a los principios éticos de la nación y del partido, como de sus postulados crean intrigas y buscan el pranato diplomático en las instituciones oficiarles para crear el caos lograr consenso a favor de la corrupción.
Así, tenemos que hay una sola concupiscencia entre la derecha local y una ala de quienes se dicen marxistas y controlan al Estado Bolívar en el negocio del arco minero y cuya alianza con la FARC- Hézbola- ELN constituye una realidad en el control de Guayana, desde el kilómetro 88 hasta Tumeremo