No se han dado cuenta, pero desde el gobierno se nos humilla a diario. Hablando de paz

Antes que nada, debo aclarar que no he pertenecido jamás ni pertenezco a la oposición política reaccionaria que tiene Venezuela, que estoy muy al tanto de las consecuencias que las acciones conjuntas de los enemigos del progresismo han causado en Venezuela, desde la desestabilización que proviene de Colombia, hasta la contínua injerencia del gobierno usamericano, y por supuesto, de las devastadoras que trae consigo el bloqueo que ahora sufrimos. Por ende, mal pudiera tachárseme de traidor, reaccionario, escuálido, etc; aún cuando - y sobre esto escribiré luego- estoy fuertemente en desacuerdo con las políticas (¿se les podrá decir así?) que, en egneral, ha tomado el gobierno de Maduro; pero no desde ahora, en plena mega crisis, no, sino desde el principio de su primer mandato.

Tal vez, y es mi impresión, la mayoría de mis connacionales no se ha percatado de cómo desde el gobierno se nos"patea la inteligencia" a diario, de cómo se nos humilla y se juega con nuestra dignidad. Trataré de ser breve al explicarlo. Basta con escuchar o leer alguna declaración de un funcionario gubernamental para que invariablemente salte hasta nuestros ojos u oídos la palabra "Paz". Pues bien, cabe preguntarse qué entiende el gobierno por Paz. Podemos señalar, que la Paz es, en sentido positivo, un estado de tranquilidad y quietud, y en sentido negativo, la ausencia de guerra o violencia en un país o entre países, y en general, la ausencia de la odiosa violencia. Esa ha sido una definición muy parca de lo que es la Paz, pero basta para lo que se quiere explicar. En Venezuela desde hace mucho tiempo no hay paz, ni en el su acepción positiva ni en la negativa,puesto que los venezolanos vivimos (¿?) permanentemente en un estado de angustia, de zozobra, de ansiedad, desesperación y desasosiego, esto es indiscutible. Cómo no habría de ser así, si la grandísima mayoría no puede alimentarse, vestirse, calzarse, etc, además de que tenemos que aguantar la ruindad en la que se encuentran los servicios públicos, y en general, una hiperinflación que, qué duda cabe, ha llevado a las mayorías a la inopia. Cómo hablar de paz cuando los padres no pueden alimentar a sus hijos?, cómo hacerlo cuando a diario hay varios apagones y las colas de gasolina son -al menos en el Zulia- interminables?, cómo hablar de paz en medio de una corrupción generalizada? Por el otro lado, bajo la acepción negativa del término, tampoco podemos hablar de paz. El mismo gobierno retacha a diario millones de veces que estamos -y en realidad es así- bajo una guerra económica brutal y desquiciante. Para los que aún dudan de la guerra económica, baste que lean -si tienen interés- las amenezas proferidas por Trump a los turcos de destruír completamente su economía si intervenían en el norte de Siria (forntera sur turca) para combatir a las milicias kurdas, que, para ellos, son terroristas, no así, obviamente, para USA.

Entonces, es inevitable que el pueblo sienta escozor (arrechera), y una profunda indignación adherida a una gran desesperanza, cuando el gobierno habla de paz. No, en Venezuela no existe paz, en Venezuela arden los estómagos de hambre, sudamos nosotros y nuestros hijos por falta de luz, no hay agua, vivimos un calvario, y además y en concordancia con ello, sabemos que nos tienen una guerra innobilísma. inmoral e ilegal hecha, que está, quién puede dudarlo, acabando diariamente con la vida de los venezolanos.

Que no se nos hable más de paz entonces.



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José Miguel González Villalobos

Abogado, Magíster Scientiarum en Derecho Procesal Civil, Cristiano, Bilingüe, con baja tolerancia a la estupidez. Entrenador personal.

 miguelvillalobos9@hotmail.com      @jomigovi

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