Hoy es un día más para el desenlace de esta farsa. ¿Cuánto durará? No se sabe, todo depende de cuán atontados estemos de las mentiras del madurismo. Nicolás Maduro ya perdió la vergüenza. La desvergüenza es uno de los peores pecados en los cuales pueda incurrir una persona, y este ser soberbio la padece ahora (peca de apares), y aun así hay quienes están dispuestos a morir, leales a Maduro, traicionando a su propio pueblo, que se muere de hambre.
Lo de la exportación de ganado es un colmo https://portalportuario.cl/venezuela-inicia-exportacion-de-ganado-vacuno-en-pie-a-la-republica-de-irak/ El descaro es la política real de estos tiempos que corren. Por ejemplo, Donald Trump y su equipo de gobierno, señalando el camino, amenazan y sancionan a la jueza de la Corte Penal Internacional para proteger a sus soldados de condenados por abusos, torturas, violaciones, conspiraciones, etc. Estados Unidos ya no tiene que disimular ante nadie, ni rendir cuentas a ninguna corte o nación. Chantajear, conspirar, invadir países, lo hace y ya, ¿Qué vas hacer?.
En chiquito es lo mismo que está haciendo Maduro con Venezuela, no tiene por qué dar muchas explicaciones a nadie, más aun cuando sus fieles son sumisos y tienen miedo. No podemos decir con exactitud a qué temen, si a una invasión, si a perder sus privilegios y ventajas, a ser señalados de traidores, a perder el puesto de trabajo o la bolsa del clap, la pensión…, no sabemos a qué realmente.
El asunto es que en esa lealtad a Maduro no se ve mucha convicción política. Los leales que quedan están drogados con las elecciones, imaginando que con él la política ya se ha hecho más sencilla, con Maduro al mando, porque solo hay que votar y marchar, sin tanta presión, y todo resuelto, ¡Nada de revolución, se acabó el socialismo y toda esa paja política, lo de Maduro es "acción, trabajo y más trabajo", como un burro atado a una noria!
¿Cómo se puede exportar ganado hacia Irak? ¡Es sorprendente! Hasta donde tenemos entendido Irak es un país invadido, hace rato, destruido por Estados Unidos y la OTAN, con un gobierno títere. A menos que Maduro esté concertando negocios entre ellos, los mismos invasores, y los "ganaderos" venezolanos, parásitos legendarios del Estado que han vivido siempre de la renta petrolera subsidiados, como todos los falsos productores de este país. O quizás para callarlos y que no molesten con sus interminables gimoteos y dejen de matar campesinos, de hambre y a tiros. Ya que Maduro no la siente, debemos decir que nos da vergüenza ajena, el alardear por esta exportación de ganado; por él, por Castro Soteldo y el resto de estos comediantes, disfrazados de dirigentes políticos.
¿Quiénes se beneficiaran de esa exportación? Hasta ahora la "burguesía revolucionaria" de Castro Soteldo. Ese mensaje de Maduro en sus "miércoles productivos" fue para ellos, los aliados (o cómplices) de este gobierno. El resto del país, que no tiene cómo comer carne, seguirá oyendo a Maduro, embrujado, hechizado, ¡chillando como cerdos cada vez que se hable de elecciones y de listas electorales!
La gente que va a votar en estas elecciones lo va hacer por los mismos candidatos, respaldados por otros desvergonzados, sumisos y cobardes, en un lado y en el otro, del lado del madurismo y del lado escuálido moderado. Estamos viviendo tiempos de mucha impudicia, donde los valores más en uso son el descaro y la desvergüenza. El gobierno les mancilla sus partidos, su voluntad, y con el pretexto de la disciplina los llevan por el redil, igual como lo hacen con el ganado de Castro Soteldo, al matadero del 6D. ¡Y se llaman a sí mismo políticos!; los más descarados aún se dicen socialistas.
La conveniencia propia los hace ver como si fueran muy inteligentes, más inteligentes que aquellos que pensamos en el país y en la sociedad. Por eso tú los ves defendiendo a la democracia burguesa como si fuera lo más sagrado que hay en la vida, maldiciendo de los "izquierdistas", como si acabaran de tomar por asalto al Palacio de Invierno, drogados ellos mismos, delirando de humillar a la gente, a un pueblo distraído, lelo, desengañado y abandonado como el sobreviviente de un naufragio. Pero detrás de este delirio está la trampa.
¡Allá aquellos que creen que en Venezuela podemos exportar ganado, o pescado, o camarones, alimentos, o tener un presidente endiablado, mientras la mayoría nosotros no tiene cómo comer, vivir o morir! Si carecen de consciencia, la historia se los cobrará más adelante, eso es seguro.