Esta podría ser la verdadera historia de Venezuela

Bueno, esto será muy corto, pero tal vez no le interese a mucha gente, no lo sé, de todas maneras, lo escribiré, en caso que a algunos lectores les interese.

Es una historia un poco fantástica, o tal vez muy fantástica.

Hace un poco más de 10 años escribo cuentos en ingle de entre 500 y 1500 palabras --- el tamaño de artículos entre cortos y medianos ---, cuentos que llamo, "What the Heck by Oscar Heck!," lo cual tal vez se podría llamar, en español, "¿Qué?, o, "¿Cómo?," o posiblemente, "¡No puede ser!"

Son historias cómicas, pero un poco crueles también, donde solo al final del cuento uno descubre la verdad, y esa verdad siempre termina siendo una fuerte e inesperada sorpresa.

¡No puede ser!

Bueno, lo que sigue aquí abajo podría ser una de estas historias.

¿No se han preguntado por qué nuestros creadores no construyeron robots para servirles en vez de habernos creado a nosotros?

Yo sí me lo pregunto.

La respuesta es sencilla, creo yo.

De haber creado robots para servirles de esclavos en vez de nosotros los clones humanos inocentes y obedientes (igualmente esclavos), el costo de mantenimiento hubiera sido demasiado alto ya que los robots son cosas mecánicas que se desgastan, mientras que nosotros los seres humanos somos básicamente capaces de mantenernos a relativamente bajo costo (comida, agua, etc.) sin que nuestros creadores tuvieran que gastar mucho dinero en mantenernos. Ellos nos programaron para cazar, recolectar frutas, y fornicar para así propagarnos y seguir incrementando la cantidad de esclavos a su disposición sin que ellos tuvieran que invertir más dinero, es más, nos desgastaríamos solitos después de haber servido el tiempo apropiado de esclavitud (para generarles a ellos un cierto nivel de ganancias), y nos moriríamos, transformándonos en abono para asegurar la comida para las siguientes generaciones de esclavos obedientes. Esto significó que creándonos a nosotros en vez de robots, eso les aseguraría mayores ganancias a nuestros creadores, ganancias generadas --- exclusivamente para ellos --- por nosotros sus esclavos en base a la explotación minera del planeta.

Ellos decían, "Caven allí," y nosotros obedecíamos y cavábamos, mientras ellos recolectaban el oro y otros minerales y diamantes que nosotros minábamos únicamente para ellos (nosotros no sabíamos nada sobre esas cosas entonces). Estos minerales y piedras preciosas minadas sobre le planeta Tierra, ellos posiblemente las vendían a clientes en otros planetas o tal vez eran minerales que ellos mismos necesitaban en su propio planeta, un planeta que tal vez habrían explotado al máximo, dejándolo sin suficientes recursos naturales.

De todas maneras, algo fue mal, y eso fue cuando "los hijos de Dios," o sea, los hijos de nuestros creadores, "los ángeles," también a veces llamados "los Grigori," o "los vigilantes," decidieron de fornicar con nosotros los inocentes clones esclavos obedientes creados por sus padres, y de allí salieron hijos (algunos de nuestros ancestros) --- a menudo llamados los Nefelim ---, pero salieron con defectos genéticos, defectos que poco a poco nos hizo menos y menos obedientes, más codiciosos, y más aptos a matar, lo cual enfureció al gran jefe de quienes nos crearon, un señor que hasta hoy llamamos Dios, o Yahvé, o Allá (entre muchos otros nombres), y eso fue cuando Dios nos mandó el diluvio para matarnos y tratar de empezar de nuevo, un diluvio que de hecho pareciera haber matado a una parte importante de la población "mixta" (los indeseables, los Nefelim, los medio clones con ahora genes defectuosos) del planeta, pero no mató a todos y siguieron fornicando y propagando los genes defectuosos al resto de los inocentes clones obedientes, entonces más tarde, para intentar otra vez erradicarnos, Dios mando las plagas, y cosas así, pero jamás pudo matar a todos los Nefelim ni a sus descendientes "mixtos," y por eso hoy somos cómo somos, una mezcla de vagos, vivos, corruptos, violentos, y sádicos viviendo entre obedientes, inocentes, y esclavos, fornicando todo el tiempo, así perpetuando nuestros genes defectuosos.

O sea, durante básicamente toda la historia de la humanidad, cada vez que nos hemos portado mal --- siempre debido a nuestros genes defectuosos ---, Dios nos ha mandado plagas. Hoy, el COVID-19 y sus próximas aun más virulentas mutaciones pondrían ciertamente ser las nuevas plagas de Dios por habernos estado portando tan mal desde hace tanto tiempo, sin aprender nada.

(NOTA: Dios probablemente vive miles y miles de años, y por eso todavía andaría por allí.)

Entonces, estaba pensando:

¿Por qué hoy, nosotros los seres humanos, clones genéticamente defectuosos, estamos desarrollando robots para remplazar nuestra futura mano de obra cuando sabemos que el costo de mantenimiento será demasiado alto y las ganancias muy bajas?

Bueno …

Me parece que la próxima etapa --- la cual estoy casi 100% seguro ya estaría ocurriendo en secreto ---, será de desarrollar clones humanos de alta capacidad de trabajo, no solo obreros, sino trabajadores programados de todos tipos, capaces de sobrevivir y de mantenerse ellos mismos a bajo costo (comida, agua, pequeños apartamentos, etc.), trabajando por su puesto para nosotros los creadores actuales, sin salarios, o con salarios simbólicos de $1 al mes, como los esclavos que nosotros mismos fuimos antes de que "los hijos de Dios" fornicaran con nosotros para crear lo que somos hoy.

Sin embargo, ya que nosotros los seres humanos defectuosos que somos jamás aprendemos de nuestros errores, es casi 100% seguro que en el futuro --- si ya no han empezado a hacerlo en secreto --- nosotros mismos forniquemos con nuestras propias creaciones, contaminando esos nuevos clones esclavos obedientes sin salarios con nuestra contaminada y defectuosa genética, perpetuando así el mal.

Haremos lo mismo que hicieron "los hijos de Dios."

Ahora, para los lectores que tienen grandes imaginaciones, en tal caso de aplicar este concepto de dueño capitalista explotador versus esclavo obediente sin salario, a nuestra actual situación aquí en Venezuela, y también a la situación actual del mundo, particularmente viéndolo desde el punto de vista norte versus Sur, o conquistadores y colonias, o clases dominantes y clases subyugadas, uno podría extrapolar e imaginarse que la élite mundial de siempre --- quienes ciertamente conocen nuestros orígenes ---, y quienes controlan el mundo a través de sus secuaces, quienes dirigen los países del mundo, bueno, tal vez que hoy estarían implementando la primera fase de una planificada y alargada despoblación del planeta con el fin de reducir los costos de producción y aumentar sus ganancias mientras secretamente introducen los nuevos clones obedientes esclavos sin defectos para ir poco a poco reemplazándonos.

O sea, tal vez estarían en el proceso de matarnos para reemplazarnos con nuevos modelos de esclavos mejorados.

Y …

Venezuela podría --- tal vez --- ser uno de los primeros y más importantes experimentos de esta primera etapa antes de empezar a introducir en masa los nuevos clones quienes básicamente serían felices y obedientes trabajando por $1 al mes como esclavos para la élite mundial y sus secuaces.

Esta podría ser la verdadera historia de Venezuela.

¿Verdad?



Esta nota ha sido leída aproximadamente 2585 veces.



Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

Visite el perfil de Oscar Heck para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:


Notas relacionadas

Revise artículos similares en la sección:
Ideología y Socialismo del Siglo XXI


Revise artículos similares en la sección:
Economía