"Cuando los que gobiernan pierden la vergüenza, los gobernados pierden el miedo"
El planeta es un hervidero; las contradicciones del sistema capitalista se radicalizan, está entrando en erupción social. Se trata de una crisis estructural. El neoliberalismo pretende su salvación con el uso de insospechadas tecnología: robotizar al planeta. Una distopia sistémica. El neoliberalismo, rechaza el Estado-Nación, pero necesita de él.
Todos los días, los medios de (in)comunicación reseñan a su manera, protestas, paros, insurgencias, "tomas" de calles y plazas, y otras modalidades de descontentos sociales, que de inmediato se topan con la represión policial. El capitalismo es producto de un PROCESO HISTÓRICO DIALÉCTICO. Se trata de CONTRADICCIONES HISTÓRICAS, por lo tanto es finito. "Todo cambia todo se transforma". "Nadie se baña dos veces en el mismo rio"… "Ni siquiera en la misma agua", acotaron los griegos.
Los recursos públicos son usados como parte del salvamento al capital. Controlada la pandemia, el neoliberalismo usará sus fuerzas para el sometimiento planetario. Los celulares e Internet, están sirviendo para cultivar la adicción a tecnologías. El "quédese en casa" sirve de experimento. Se trata de la IV REVOLUCION CIENTIFICA Y TECNOLOGICA. La robótica será como el aire: estará en todas partes. Los medios de comunicación tendrán un papel primordial. Esto, obviamente generará más desempleo y desigualdades, pero con los inventos científicos como factores ideológicos, buscaran ocultar el fondo del problema. Ahora, como nunca antes, la pelea de la clase trabajadora estará en el campo de la contra ideología. Ideología es "falsa consciencia", contra ideología es lucha de clases. Los Estados Unidos no volverán a ser el hegemon.
En uno de estos países, donde las protestas no se detienen; nuestra vecina Colombia, un joven en una ciudad y calle de su país, públicamente vociferaba: "Si los de abajo se mueven, los de arriba se caen", "cuando vayan a votar, no miren la televisión, miren su nevera y sabrán por quién votar" y "El que paga para llegar, llega para robar". Si los pueblos decidieran hacer valer y respetar esto de "Váyanse Todos", entonces, la temperatura podría volar la tapa de la olla. El pueblo vota pero no manda: obedece. "Qué pasará cuando dejen de obedecer" se preguntan los zapatistas. La lucha contra el capitalismo, es la misma lucha por la vida.
"La economía no trata de cosas, sino de relaciones entre personas, en última instancia de clases sociales" acotó "El General" F Engels. El Sr Guterrez, Secretario General de la ONU, clama "por un planeta verde…pero el mundo está en alerta roja". Se necesitan 3 billones de dólares para al menos, dar cobijo por un tiempo a millones de pobres que a duras penas sobreviven. Esta es más o menos la misma cantidad de dinero (60.800 dólares por segundo), que se gasta en armamento anualmente. El Presidente Duque, quiere que el pueblo pague las políticas neoliberales del gobierno, y con dinero público compró aviones de guerra por la suma de 4500 millones de dólares. El hambre no es por falta de alimentos, sino por las enormes diferencias de clase. El hambre no es un destino, es una consecuencia.
El capitalismo es más, mucho más que riqueza o propiedad privada; es toda una cultura, que coopta, muele, unifica, divide, muestra u oculta todo lo que le conviene al capital. Para tener estos logros, los suyos claro, "la cultura" del capital, se asegura el control no solo de la vida material real de las personas, también de su psiquis, de su espiritualidad. El capitalismo, experimentado en conductismo, sabe cómo lograr estos sometimientos. El capital no se mueve solo en los ámbitos de la producción, copa todos los espacios terrícolas, con las consecuencias para todas las formas de vidas. El capitalismo es una forma de vida; espectacular para pocos y miserable para la mayoría. El capitalismo jamás ha tenido propósitos sociales. Es culpable de pobrezas, pandemias, enfermedades, injusticias y guerras. Es su esencia.
Las tecnologías que nos vienen con descomunal efecto fetichista, alienante e ideológica, colocarán la condición humana al borde de lo robótico. A la humanidad, digo a los pueblos, les viene tiempos de fuertes y aguerridas luchas sociales, y lo social es político. Esta afirmación de los neo burgueses, de la presunta existencia de una burguesía "revolucionaria" y nacionalista, con un capitalismo humanizable, NO EXISTE, NO PUEDE EXISTIR. El capital no se auto flagela, no es masoquista. Impensable suponer a nuestra burguesía, defendiendo la soberanía y riquezas de su país y enfrentando a sus depredadores externos. Por el contrario: es cómplice y servil.
Las contradicciones de la historia son claras y conocidas. El capitalismo no tiene un proyecto social. El capital es un sistema destructivo, derrochador, de pensamiento único, que siempre pone la ganancia por sobre lo humano. Las personas y la naturaleza son convertidas en mercancías. Para este propósito, cualquier tratamiento es válido
La producción capitalista tiende al estancamiento, al desempleo, a la inestabilidad política, a la crisis social. Es tal el consumo de energía mundial, que los expertos hablan del declive de la energía fósil, y para el 2030, el agotamiento del Uranio. Francia está cerrando algunas de sus plantas nucleares. Japón hace otro tanto. Los Estados Unidos lo irán haciendo. El planeta ya no soporta más agresiones.
La Organización Meteorológica Mundial pide acciones inmediatas, que al menos mitiguen los peligros climáticos que nos acechan. Expertos afirman, que en el 2035, habrá en el Ártico: "Veranos sin hielo". Los efectos de los gases invernadero, son hoy los peores en los últimos tres millones de años. Han convertido al planeta en un coto de saqueo y luego en un basurero. "Detengan el mundo que me quiero bajar" HASTA EL PROXIMO SÁBADO…. En la izquierda, debate hacia adentro y combate hacia afuera.