Partido Socialista Unido i Revolucionario (II)

II

“...sean siempre capaces de sentir

en lo más hondo cualquier injusticia

cometida contra cualquiera en cualquier

parte del mundo”

Ernesto “Ché” Guevara

Guerrillero de la Libertad

Los hombre extraordinarios, no nacen todos los días, ni todos los años ni todos los siglos; tampoco vienen de la casualidad ni de la nada. Los gesta la vida natural con sus milagros biológicos o genéticos, i su talento los orienta hacia lo grande, lo sublime i lo hermoso. Es una arcilla prodigiosa que va tomando forma especial por voluntad i tesón mui propio. El más grande ejemplo en el mundo, es nuestro Libertador. No cayó del cielo para decir, aquí estoi para realizar la independencia. I así sucede a muchos entre los tantos miles de millones en la historia de este planeta azul. Lo que puede quedar al azar, es la suerte de abordar tales tareas o proezas, i para no establecer comparaciones con nuestros libertadores de América, desde Bolívar, San Martín, O’Hoggins, Morelos, Martí i otros, veamos casos más cercanos a nosotros. Unos quedados en el camino por la infamia del asesinato como Sandino, Luther King, Patricio Lumumba, Ghandi, Malcom X, Gaitán, Allende o Mandela, i otros convertidos en héroes en vida o en la muertes, como Fidel, Ché Guevara o ahora entre nosotros un hombre como el Comandante Hugo Chávez. Ya los venezolanos sabemos que sus inquietudes libertarias de patria i anhelos de soberanía del pueblo, no son de ahora, ni de ayer, sino mucho más lejanas cuando decidió ser militar i no un Látigo Chávez, para esclavizarse en “grandes” Ligas.

Por estas razones, nuestro presidente es sin lugar a dudas, el principal motor de este proceso revolucionario o propiamente el único gran motor. Todos los que fuimos a la Asamblea Nacional Constituyente como sus partidarios, lo logramos en el “portaviones” de Hugo Chávez Frías, quien llegó a la presidencia no por el apoyo de ningún partido político, sino por el inmenso pueblo que supo conquistar con su palabra, con su verdad i con su sueño de una patria grande, soberana i libre, recorriendo casi sin recursos todo el territorio nacional, i mostrando la depravada historia de la dictadura de partidos, cuya nefastas consecuencias todavía las sufrimos. Ningún partido puede atribuirse esa victoria del 6 de diciembre de 1998; sencillamente el triunfo fue del pueblo i los partidos políticos que se sumaron, lograron vida i beneficio de una gesta que no hicieron ellos sino simplemente se plegaron “al fenómeno Chávez” que sorprendió a la rancia, inmoral i corrupta dirigencia de los grandes partidos AD i COPEI, quienes iniciaron su caída en picada para ser ahora sólo residuos. Era, sin duda, el mismo pueblo que en gran parte ignorante i engañando, habíanse convertido de personas, en simples votos para mantener en el poder durante más de 40 años a unos hampones de la política; sin embargo Chávez como con una varita mágica les fue abriendo los ojos i les hizo una serie de promesas nunca escuchadas que luego de su elección sorprendente, ha ido cumpliendo con toda fidelidad. Por eso ese inmenso, noble i ahora educado pueblo con el vertiginoso logro i éxito de las misiones, es completamente otro distinto i de veras bravo pueblo. Lo llevó a la presidencia, lo rescató en abril del 2002 i lo ha ido legitimando i amando cada día más, en unas nueve o diez elecciones. De ese proceso se han beneficiado partidos minúsculos como PPT, Podemos, Partido Comunista, MEP, Tupamaros, etc.; se quitaron la careta de izquierdosos buscadores de cargos i privilegios, el MAS, Causa R, Bandera Roja, etc., i perecieron en su salsa los protagonistas de la IV República, AD, COPEI, URD i muchos cucaracheros. Realmente el país, fuera de la minoría de la oposición radical i de la oposición confundida i miedosa de las palabras socialismo i comunismo, o partidarios del imperio i las riquezas materiales, era el pueblo chavista i su líder. Así surgió una nueva nación que desea transformarlo todo por amor, igualdad i justicia, i que ha emprendido la transformación positiva que observamos, hasta llegar como estamos llegando al poder Comunal que no quieren entender los pequeños partidos que están en el gobierno, creyendo que fue obra de sus votos i tienen la misma estructura, las mismas ambiciones i cogollos, de los partidos de la IV República. Por ello, si el presidente Chávez los llama a la unión, a una verdadera i sincera unión de esfuerzos como los que él mismo ha hecho, vemos que han salido los que su pensamiento sigue en el pasado. Por eso, sumándome a los deseos patrióticos del Comandante Chávez, aspiro a esa unión socialista i citaré algunos acontecimientos que indican que esa revolución de Chávez i su pueblo, está siempre infiltrada de potenciales “atletas políticos de salta talanqueras”. Veo en muchas mujeres de nuestra AN empezando por presidenta i vicepresidenta, muchas ministras i muchas mujeres revolucionarias de pueblo, más compromiso con el socialismo revolucionario, que muchos dirigentes de partiditos i cogollos. Comparto la manera de pensar de Mari Pili, de Lina Ron o de Ivana Cardinale, solamente para citar tres pero son miles- que demuestran auténtica pasión revolucionaria por el proceso i sobre todo por la conducción magistral del presidente Chávez. Esos partidos minoritarios, simples grupos agregados al proceso con dirigentes como Ismael García, Albornoz, i otros, tienen la mentalidad anclada en el pasado. El Partido Comunista que he distinguido diciendo ser el único que tiene una ideología cierta i que debíamos dejar que su Asamblea resolviese o no incorporarse al Partido Socialista, lo más lógico es que si en gran parte el proceso coincide con sus ideales, debería sumarse porque ¿Qué papel va a jugar minoritariamente aislado i acosado históricamente por el imperialismo i los ignorantes de la oligarquía? ¿Qué van a lograr aplaudiendo i apoyando desde la tribuna, si no entrar a lograr el triunfo del equipo en el terreno de juego? ¿Van a seguir en el mismo papel de siempre en la historia del mundo? Chávez dice que deberían explicar al pueblo las razones de no entrar en esa noble unión de fortalecer la patria i los ideales que nos trazó Simón Bolívar, para que no solamente Venezuela, sino todos los pueblos de la América Latina, excluyendo la anglosajona, podamos dejar de ser nombrados “tercer mundo” i ser países de un mundo fraterno, igualitario i libre, con oportunidades de calidad de vida iguales para todos. Realmente indigna que, hombres que están en el gobierno, no por sus méritos o sus votos, sino porque el pueblo los puso allí gracias Chávez, sean ahora la piedra en el zapato para crear un Partido Socialista Unido i Revolucionario (PSUR) denominación que me gusta, sugerido por uno que escribe en APORREA, ya que la condición de venezolano es obvia, pero al agregar lo de revolucionario (porque la lucha es de años o de siempre) hace referencia a aquello de que, para nosotros, el NORTE, ahora es el SUR.

(Continuará)

robertojjm@hotmail.com


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Roberto Jiménez Maggiolo


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