Últimamente han sido muchos los esfuerzos por generar un concepto sobre la propuesta de Chávez y la Construcción del socialismo del siglo 21 y el tema de la Propiedad Privada; sin embargo, muy pocos son los que aclaran al colectivo el concepto de Marx sobre este tema. Si hablamos de la propiedad privada debemos hablar de Medios de Producción, Plusvalía (absoluta y Relativa), Plusproducto, Fuerza de Trabajo, ley del Valor, Capital (constante y Variable); Productividad del Trabajo, Ley General de la Acumulación Capitalista, etc, etc. No podemos de manera simplona despachar el tema y debo aclarar que no soy un experto en el tema más allá de conocer algunas cosas planteadas por Marx y de mi preocupación durante algunos años por entender las propuestas que sobre el socialismo se han realizado. No es necesario hacer un sesudo análisis para llegar a la conclusión que a excepción de Chávez, son muy pocos los que se detienen a desmenuzar el asunto. Esto por lo que podemos llamar la parte de los revolucionarios y por la parte de los capitalistas, no se puede esperar otra cosa, intentan crear una terrible confusión sobre el tema de la propiedad privada; en este orden de ideas se hace necesario que profundicemos sobre el tema y ayudemos en la medida de nuestras posibilidades a que la población tenga absoluta claridad sobre un tema evidentemente sensible y de absoluta prioridad en la discusión que debe desarrollarse en la conformación del PSUV.
En primer término debemos aclarar que cuando hablamos de tratar el tema de la propiedad privada, debemos referirnos a “la propiedad privada sobre los medios de Producción”. No a la propiedad privada individual, la que no genera plusvalía, es decir, la propiedad sobre una casa, un vehículo, un lote de terreno, etc. Pero donde si debemos detenernos con cuidado es lo referente a la “propiedad privada sobre los medios de producción”, los que si generan plusvalía y entendiendo la plusvalía como “el valor que el trabajo no pagado del obrero asalariado crea por encima del valor de su fuerza de trabajo y del que se apropia gratuitamente el capitalista”, no está demás que lo estudiemos con cuidado sobretodo si queremos construir un sistema socialista. Igualmente se hace menester tener en cuenta algunas consideraciones de Marx sobre el tránsito de una sociedad capitalista hacia el socialismo, sobre este particular Marx decía
“1) En el desarrollo de las fuerzas productivas se llega a una fase en la que surgen fuerzas productivas y medios de intercambio que, bajo las relaciones existentes, sólo pueden ser fuente de males, que no son ya tales fuerzas productivas sino más bien fuerzas destructivas (maquinaria y dinero); y, a la vez, surge una clase condenada a soportar todos los inconvenientes de la sociedad sin gozar de sus ventajas, que se ve expulsada de la sociedad y obligada a colocarse en la más resuelta contradicción con todas las demás clases; una clase que forma la mayoría de todos los miembros de la sociedad y de la que nace la conciencia de que es necesaria una revolución radical, la conciencia comunista, conciencia que, naturalmente, puede llegar a formarse también entre las otras clases, al contemplar la posición en que se halla colocada ésta;
2) que las condiciones en que pueden emplearse determinadas fuerzas productivas son las condiciones de la dominación de una determinada clase de la sociedad, cuyo poder social, emanado de su riqueza, encuentra su expresión idealista-práctica en la forma de Estado imperante en cada caso, razón por la cual toda lucha revolucionaria va necesariamente dirigida contra una clase, la que ha dominado hasta ahora;
3) que todas las anteriores revoluciones dejaban intacto el modo de actividad y sólo trataban de lograr otra distribución de ésta, una nueva distribución del trabajo entre otras personas, al paso que la revolución comunista va dirigida contra el carácter anterior de actividad, elimina el trabajo [asalariado] y suprime la dominación de todas las clases, al acabar con las clases mismas, ya que esta revolución es llevada a cabo por la clase a la que la sociedad no considera como tal, no reconoce como clase y que expresa ya de por sí la disolución de todas las clases, nacionalidades, etc., dentro de la actual sociedad, y
4) que, tanto para engendrar en masa esta conciencia comunista como para llevar adelante la cosa misma, es necesaria una transformación en masa de los hombres, que sólo podrá conseguirse mediante un movimiento práctico, mediante una revolución; y que, por consiguiente, la revolución no sólo es necesaria porque la clase dominante no puede ser derrocada de otro modo, sino también porque únicamente por medio de una revolución logrará la clase que derriba salir del cieno en que se hunde y volverse capaz de fundar la sociedad sobre nuevas bases.”
Que hacer entonces en lo que plantea Marx sobre el trabajo asalariado y la supresión de la dominación de todas las clases, “al acabar con las clases mismas”. Habla Marx también de la creación de la conciencia y la revolución de los seres humanos. Hugo Chávez habla de la “Hegemonía” y de construir una nueva hegemonía a cuya cabeza esté la clase social excluida por siglos. Nadie puede refutar a Chávez tal aseveración de no ser ésta socialista; también habla Chávez de construir un socialismo adaptado a nuestra realidad y rescatando en su verdadera dimensión plantea lo sostenido por José Carlos Mariategui sobre el socialismo Indoamericano, y el lo ha catalogado de “indovenezolano”. No puede estar más acertado Chávez sobre este tema. También plantea Chávez que es necesario romper con los dogmas y se afinca en el planteamiento de Marx “Yo solo se que no soy marxista”. Todo este planteamiento nos indica lo acertado en el enfoque que tiene Chávez del proceso. No obstante, los temas neurálgicos como el de la propiedad privada sobre los medios de producción, la Plusvalía, la productividad, entre otras no pueden pasar desapercibidas en la discusión de la plataforma política del PSUV. Volvemos al viejo Marx cuando afirma que las revoluciones que no desenmarañen esta situación en el fondo no pasan de ser meras reformas, “cambiar todo para no cambiar nada”.
Si no se va al tema medular de la estructura del capitalismo y se crean las condiciones para el nacimiento de la nueva sociedad, difícilmente podamos hacer una revolución. Para muchos incluso es un problema de “estrategia” el no llamar el tema por su nombre y apellido; hay quienes señalan que hay que pasar “agachaditos” para que los burgueses se la dejen colar. No se si es por ingenuidad o por mala intención, pensemos que sea por ingenuidad, pero si algunos están claros son los capitalistas, los venezolanos y los extranjeros, ellos saben que es una sociedad socialista y cuando provocan todo un escándalo internacional por algunas medidas del gobierno venezolano, esto no se debe a meras casualidades, ellos están claros que si Venezuela se convierte en una sociedad socialista, por su ubicación geopolítico, por su peso económico, por su historia, en fin por lo que puede desencadenar, representaría el mayor golpe de su historia, sobre todo porque justamente Chávez está llamando a no caer en dogmas y esta interpretando lo que realmente planteo Marx que ninguna revolución puede ser calca y copia de otra. Esto lo saben los capitalistas de Venezuela y del mundo, por esta razón tanta virulencia en sus ataques, tanta saña. Sin embargo, algunos pensarán que nos vamos a enredar sobre algunos temas álgidos como este el de la propiedad privada sobre los medios de producción; por esta razón su empeño por medir con el mismo rasero lo de la propiedad privada sobre los medios de producción y la propiedad privada individual.
Los capitalistas también deben guardar cifradas esperanzas en aquellos que se enredan más que pollo comiendo espaguetis cuando abordan el tema y de aquellos que pretenden quebrar la vajilla sin que el perro ladre, tanto unos como otros demuestran en el fondo un terrible prejuicio, reconocen la subyugación son los que hablan de “negociar” todo, “No le digamos las verdades al pueblo para que el señor no se moleste”, hagamos la revolución con “Vaselina”, entre otra gran cantidad de pendejadas.
El único que le plantea las cosas claras al pueblo es Chávez y debe seguir haciéndolo, cada vez con más fuerza, así como plantea el tema de la “ideologización” de la educación y de la fuerza armada, Chávez lo plantea claro y raspao y en pocas palabras ha dicho, “es que tiene otro nombre”. Y correctamente se establece que el capitalismo ha ideologizado todo entonces cual es el prejuicio de no aclararle al pueblo el tema en toda su extensión.
EL TEMOR DE MUCHOS ES QUE EL PUEBLO TENGA PODER
No se puede pensar otra cosa de los que con tanta “eficiencia” pretenden crear “teorías” alternas y demás tinglados para que quede intacto el capitalismo, plantean que si el estado debe encargarse de todo o mejor dicho una reedición de la experiencia soviética, son los mismos que hablan de una supuesta falta de maduración del pueblo para escoger el partido por las bases, son los mismos que hacen de todo para que los recursos dirigido a los consejos comunales bajen en “morrocoy lento”, son los que hablan del “partido de cuadros” en vez de sincerarse y decir “partido de élites”.
El pueblo, dueño, amo y señor de esta revolución esta obligado a aprender cada vez más; no puede dejarse secuestrar la esperanza y en este sentido tiene que estar alerta, junto a su líder Hugo Chávez, muy alerta de corregir cualquier desviación, de actuar decididamente en enderezar los entuertos, de evitar a toda costa las desviaciones. Por esta razón es de vital importancia las iniciativas en torno a la creación de la imprenta nacional y de la misión cultura, el tercer motor constituyente y todas las iniciativas enmarcadas en función de la formación del pueblo. Es deber nuestro también desarrollar en cada rincón de la patria los grupos de estudio y de formación, igualmente la creación del partido de la revolución, el PSUV, éste tiene que ser un esfuerzo creativo del pueblo. A esto es que le tiene pavor las clases dominantes y no nos dejemos llevar por el síndrome de ciertos sectores de la izquierda que quieren hablar de caballos y comienzan describiendo a los mulos.
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