En el artículo Desmontando "El Marxismo problema" de Leonardo Rivas (www.aporrea.org/ideologia/a39297.html), se dice que cuando he hablado del dogma marxista leninista, establezco una premisa que pretende sea de aceptación por cualquier desprevenido que lee, sin mayor discusión. No aspiro a tanto. Ciertamente es una premisa implícita, y lo hago porque así lo he expuesto en diversos artículos donde he argumentado que el marxismo-leninismo es un invento del marxismo soviético, de lamentables consecuencias: el socialismo burocrático.
Pero la discusión sería “inocente” si dejara pasar la premisa de Rivas cuando señala que el marxismo leninismo es equivalente al marxismo. No hay posibilidad de un universo común de discursos, porque partimos de premisas radicalmente distintas. Este es el eje de la discusión. Estamos discutiendo sobre presupuestos distintos, no desde un vocabulario de términos compartidos. Yo considero que el marxismo en singular es una falacia, que hay “tribus” marxistas, y no en sentido despectivo, sino reconociendo su diversidad inmanente, a pesar de las tendencias que pretenden convertir la constelación marxista en la codificación marxista-leninista; o mejor dicho estalinista-burocrática. La demostración de la conversión a dogma del marxismo se desarrolla por ejemplo; en Kolakowsky, en su monumental obra: Las principales corrientes del marxismo, sobre todo en el capítulo referido al marxismo-leninismo, así como en el capítulo 7: “La dialéctica y sus vicisitudes”, de Herbert Marcuse en su texto “El marxismo soviético”.
En segundo lugar hablo de confusiones bien concretas, la de confundir la crítica de derecha al marxismo, la crítica interna del marxismo (lo que ha impedido por cierto convertirlo en dogma cuando es expresión de la fuerza de la negatividad en el seno de la propia constelación marxista) y la critica desde lo popular-subalterno (Movimientos indígenas y afro-americanos). Para mí quien esta confundido es el que hace equivalente estas tres criticas, el que confunde, por decirlo así, las críticas de un cardenal con la de un militante de izquierda, y con la de un dirigente indígena. No es por iluminación que uno puede hacer distinciones entre estas críticas, es para evitar mayor confusión y evitar meterlos a todos en el mismo saco.
Si clarificar confusiones, construyendo distinciones es un acto de mesianismo, entonces todos y todas aquellas que enseñan con definiciones ostensivas a los niños y niñas, a identificar diferencias entre figuras de identidad serían Mesías. Pero no es así, hemos aprendido un juego de lenguaje precisamente, descartando confusiones. ¿Qué es lo que quiero decir con que el marxismo no es el único marxismo? Sencillo, que no hay marxismo en singular, que hay inevitablemente marxismos en plural. ¿Y que quiero decir con que el marxismo es un invento mono-tópico? Quiero decir que “el marxismo” ha sido una construcción teórica cuyo lugar de enunciación es la Europa del siglo XIX, y que desde este lugar se ha extendido a otros lugares y tiempos, tamizando las otras experiencias temporales y espaciales, “como si” fuesen las “mismas experiencias” del lugar, tiempo y circunstancias, donde se realizó la invención de Marx, donde se construyeron sus conceptos y categorías.
Podría haber dicho en aras de simplificar la recepción, que el marxismo en singular, se ha convertido en una abstracción indeterminada al convertirse en dogma, y se ha convertido en dogma, cuando no se discuten ni su pertinencia histórica ante los cambios de las condiciones histórico-culturales que lo hicieron posible, como teoría del siglo XIX europeo, ni se discute si sus fundamentos y consistencia interna se mantiene actualmente. Como usted sabe, dogma es una palabra con fuertes implicaciones epistemológicas, ya que los enunciados de Marx no se asientan actualmente en lugares firmes, en fundamentos irrefutables ni ciertos, ya que “los principios innegables de una ciencia” son anticientíficos, a menos que confundamos las actividades científicas con el fundamentalismo religioso o el sectarismo ideológico. El marxismo tampoco es una doctrina revelada y testificada por un aparato burocrático bajo la forma-partido. Por tanto, si se quiere mantener una crítica radical al capital hay que des-dogmatizar a la constelación marxista. Creo que el asunto no es de antimarxismo, sino de crítica radical al dogmatismo en el terreno marxista. Y mas allá, una indispensable descolonización de la constelación marxista. Que sale de allí, la diversidad de enfoques críticos-radicales que requiere la revolución para no pasar a errar como en el siglo XX (de Socialismo Burocrático en Socialismo Burocrático), y pasar a inventar nuevas soluciones a viejos y nuevos problemas.
Disculpe si supuse que era adivino con relación a la comprensión de los planteamientos y fuentes. Ya ha sido aclarado el punto.
Sobre el cardenal Urosa dije que realiza una crítica de derecha al marxismo, presuponiendo que: 1) que hay un marxismo, el marxismo en singular, 2) que el marxismo es equivalente al estatismo totalitario. Desde mi punto de vista, la trampa de Urosa esta en el punto 1, y esta trampa se refuerza por las tesis de los dogmáticos marxista-leninistas que plantean que si hay un marxismo y solo uno, el de ellos…Por mi parte reivindico el pluralismo socialista, tanto así que me parece legítimo que allí también estén los marxista-leninistas, pero sin suponer que tienen las verdades reveladas de la teoría revolucionaria. A mi me parece que cuando los marxistas-leninistas comienza des-dogmatizar sus planteamientos comienza a ser verdaderos marxistas, y cuando comienzan a ser verdaderos marxistas, se inscriben en una democracia radical en el terreno político, y en actitudes gnoseológicas-epistemológicas que justifican una crítica radical a la razón burguesa. Ahora bien, no basta con criticar el mundo burgués, si no establecemos sus conexiones con la modernidad occidental, y cuestionar la modernidad occidental nos lleva aun mas allá del occidentalismo, un mas allá que no niega totalitariamente a la modernidad occidental, sino que niega las negaciones que la modernidad occidental le ha impuesto a los mundos no occidentales.
Comprendido este punto, he dicho que Urosa aparece (usted sabrá distinguir entre esencia y apariencia) como un demócrata de la derecha católica (por conveniencia). Obviamente que es un católico dogmático, pero aparenta ser democrático (repito, por conveniencia), cuestionando el estatismo totalitario. Comparto todas su crítica a la jerarquía de la Iglesia, pero no deja de ser interesante preguntarse por qué Urosa se presenta a si mismo, como apariencia, como un demócrata que crítica al totalitarismo.
Con relación a Alan Woods, Aporrea publicó un articulo de su autoría, denominado “Los marxistas y la revolución bolivariana” (Ver www.aporrea.org/ideologia/a39002.html), donde plantea el tema de la relación etre revolución bolivariana y marxismo. No comparto, las apelaciones de Woods sobre el marxismo leninismo, pero como vemos, este un problema recurrente en la constelación marxista.
Si usted lee a Javier Lajo (en la propia pagina de aporrea aparecen sus ideas), no soy yo quien dice que “Marx y sus seguidores siguen con la idea que la existencia tiene su origen en la UNIDAD, para eso toman de Hegel el concepto de “enajenación”, que en lenguaje neoplatónico se conoce como “emanación” y la usan para explicar que el “origen unitario” es la “materia” y no el “espíritu“. Quien ha dicho esto es Javier Lajo, y ciertamente, ¿que cosa es la tesis de “ser genérico”, en los manuscritos económico filosóficos que usted me recomienda leer? ¿Qué cosa será la “unidad y lucha de los contrarios” en el tan cacareado materialismo dialéctico? ¿Que es la dialéctica de la alienación-des/alienación sino la hipótesis de la reconciliación y de la síntesis? ¿Qué es el monismo materialista en filosofía? Ciertamente Marx habla de movimiento, de movimiento histórico, y la única dialéctica que aparece en sus textos es la dialéctica histórica, nada de dialéctica de la naturaleza, y de la unidad del movimiento de la materia de muchos textos “materialistas dialécticos”.
Marx no habla de la materia como determinación en última instancia de lo real, habla de condiciones histórico-materiales, de un régimen concreto y social de producción material: el organizado por el capital. La vieja crítica al determinismo marxista fue, como Marx y Engels lo establecieron es sus cartas, una gran confusión, producto de erradas interpretaciones y de exagerados énfasis de ambos. Si usted todavía, hoy, persiste en distinguir entre idealismo y materialismo como la distinción que permite determinar las posiciones de clase en el terreno filosófico, este es su problema, y no un pequeño problema.
Usted no ha comprendido a Lajo ni el tema que he planteado en la discusión. Ni el marxismo en singular ni las premisas del occidentalismo en el marxismo pueden ser salidas viables a la crisis civilizatoria del capital. Por no desestimar las posiciones de muchos otros es que es necesario debatir, con la derecha, con los marxistas y con los que pretenden realizar una crítica al occidentalismo. Por no desestimar su posición es que considero necesario responderle.
Espero haber aclarado algunas ideas. Que siga la discusión, que es la partera del movimiento de las ideas. ¿No cree usted?...
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