El Presidente Chávez nos llama (15/12/2007, 24/03/2007, 19/04/2007, etc.) a formar un “nuevo partido político” de multitudes que tenga una teoría revolucionaria propia y que esté “al servicio… del Pueblo y la revolución, al servicio del socialismo”… y a que “se incorporen a él todas las corrientes de la izquierda venezolana”… “Una de las condiciones para ser miembro militante… es ser revolucionario y ser socialista”. Añade que “deberá ser el más democrático de los partidos…” en el que “se elegirá por la base a los verdaderos líderes” e insiste que “un partido nuevo necesita nuevos rostros”… y si “en algo debemos poner especial cuidado es en la calidad moral”.
Sobre la organización nos alerta que “no debemos caer en los errores del pasado”. Por ejemplo, “la dictadura del proletariado… no es viable para Venezuela en esta época”. “Ese viejo paradigma del partido y el partidismo se agotó”… “Aquí hay plena libertad de debate y ésa debe ser una de las características más profundas del nuevo partido, el debate, desde las bases… Eso sí, cuando se decida, entonces viene la disciplina”. Propone “un partido de masas (multitudes) que construya cuadros… que no sea el que vaya a controlar al Pueblo, sino al revés, un partido controlado por el Pueblo… hay que romper el paradigma de la representatividad”.
Ello nos obliga a ser innovadores y radicales, es decir, empezar desde la raíz. Hay conceptos que hay que reinventar. Por ejemplo, términos como ‘masas’, ‘bases’, ‘dirigentes’ ó ‘directiva’, ‘representantes’, ‘línea’, ‘correa de transmisión’, etc., deben ser erradicados. Hay términos que habría que invertir: por ejemplo, ‘arriba’ estaría el Pueblo, así que un organigrama comenzaría en la parte superior con los batallones (o como se llame la estructura soberana), luego, más ‘abajo’, los ‘voceros’, ‘servidores’ o cualquier otro término que se invente. La ‘línea’, en todo caso, (preferimos hablar de ‘orientaciones’), vendría de arriba (el Pueblo) hacia ‘abajo’ (los servidores), en donde se le daría cuerpo técnico y científico para devolverla a los batallones para su aprobación definitiva.
Para que los nuevos conceptos se hagan realidad deben ser convertidos en estructuras y normas. Así, un ‘servidor’ no puede permanecer aislado de su batallón, pues perdería legitimidad; deberá recibir ‘orientaciones’ permanentes de la Asamblea, para ‘bajarlas’ a los colectivos de coordinación (no de dirección). Los cargos que requiera crear la estructura del partido, podrían llamarse ‘servicios’ ó ‘misiones’ en lugar de ‘direcciones’.
Esto es un buen tema de discusión para los batallones, en la mesa que trate el punto sobre Estatutos del Partido.
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