Conferencia del Prof. Enrique Dussell, dictada en la Facultad de Ciencias Sociales, en el mes de junio de 1998.
Es para mí un honor estar aquí. Se dice que nadie es profeta en su tierra. Mi tierra debió ser la Facultad de Filosofía y Letras, pero gracias a Mallimaci doy esta pequeña charla en la Facultad de Ciencias Sociales, me siento mas feliz de estar aquí, que en mi propia patria donde es quizás mas difícil ser acogido.
El lugar de la ética en el liberalismo y en el neoliberalismo
Yo acabo de sacar una obra pesada (por su tamaño) que es un ética de la liberación, en la era de la globalización y la exclusión. Me voy a referir entonces a ésta ética. La ética, creo, ha dejado de ser un tema opcional, ya que hasta ahora el planteo respecto a si algo (las acciones, los discursos) era ético o no era ético, no constituía una cuestión central. Es decir, uno hace las cosas importantes de la vida, y lo ético quedaba adscripto a juicios de valor y por lo tanto subjetivos, y como decía Karnap o Ludwing Wittgentein y muchos otros, son sobre juicios de valor y como todo juicio de valor es subjetivo y por lo tanto particular. Creo que la ética ya no es eso.
En este momento de la historia de la humanidad, la ética es una cuestión de fondo, parecería que la humanidad va hacia el suicidio colectivo, y no logra hacer que la ética sea como una luz que le impide ese suicidio. De ahí entonces que la repercusión del neoliberalismo en América Latina y la redefinición de la ética desde ese horizonte me parece un tema posible de ser expuesto y al mismo tiempo ser destruido por las objeciones de ustedes. Se acaba de publicar en el norte, donde yo resido, una tesis interesante. Voy a aclarar que yo estoy en el norte desde el ‘75 no por voluntad, yo soy profesor de la Universidad Nacional de Cuyo. Después de un atentado de bomba del “Comando Rucci” me expulsaron de la Universidad y del país, pero por suerte estoy en de América Latina, y de todos modos me sigo considerando un profesor de la Universidad Nacional de Cuyo aunque sea en el exterior.
Decía entonces, he dirigido una tesis muy buena sobre la ética en Adam Smith y Friederich Von Hayeck; el tema es fuerte e interesante porque toca la base de lo que va a ser la ideología neoliberal y donde me gustaría mostrar qué es la ética y desde allí comparar con otros autores. Adam Smith, que además de inaugurar la tematización de la economía moderna, (aunque hay anteriores como los fisiócratas y muchos otros), escribió La Riqueza de las Naciones que era parte de su Cátedra de Etica en la Universidad de Edimburgo. El era profesor de Etica y de allí su libro sobre La Teoría de los Sentimientos Sociales; el cual pasa a veces inadvertido y es donde están las tesis de fondo de lo que voy a hablar. Smith sostiene el siguiente supuesto: no es verdad que tengamos una virtud de la benevolencia o caridad, cada ser humano es egoísta, piensa en sus propios intereses .
Pero acontece de pronto que el egoísmo se suma, y resulta en cambio la riqueza de las naciones, sale un bien. Sin embargo el pensamiento de Smith es un tanto cínico, porque él afirmaba con esto que la ética tradicional queda disuelta y además es contradictorio. Es el egoísmo el fundamento del bien. Adam Smith logra la resolución de la aforía ética de Mandelvin y dice lo siguiente : “si cada uno es egoísta y lucha por sus propios intereses en el mercado “-y esa es la innovación genial de Adam Smith, y por eso se le ocurre introducir esta propuesta cuasi metafísica como resolución de la aforía-“siendo cada uno por su parte egoísta, luchando cada uno solamente por el egoísmo, en el mercado que es la gran mediación, entonces la mano de Dios toma el egoísmo de cada uno y lo transforma en el trabajo no coordinado por nadie, no intencional, obra del puro mercado, pero este aún regido por la mano providente de Dios, y de allí sale la riqueza nacional”.
Quiero aclarar que en la época de Adam Smith “la mano de Dios”, no es en absoluto un concepto secularizado, era la mano providente del Dios cristiano. De manera que Adam Smith dice que sí, somos egoístas, pero sin Dios no habría solución de la aforía, y en cierta manera es una especie de renovación teísta de la ética pero tomando al mercado, lo cual es una innovación completa en la historia del pensamiento humano, como el lugar de la mediación. De allí escribe luego su gran obra La riqueza de las Naciones proponiendo la relación del trabajo como fuente de valor y del cual Carlos Marx va a extraer todas sus conclusiones lógicas; el impacto del pensamiento de Marx es tan importante que en 1871, cuatro años después de la aparición de El Capital, algunos autores lanzan la economía no desde el trabajo sino desde el mercado, de modo que éste pasa a ser el origen del valor reemplazando al trabajo. Porque si Marx tiene razón tendríamos que cambiar la economía.
Entonces, bajo esta nueva teorización es el deseo del comprador el que constituye el valor. Veremos después qué significa esto en términos de ética y como quien sigue con la hipótesis del trabajo, tiene que ver con el valor de uso y con el valor de cambio, hace una construcción económica desde la ética. Mientras que Yevorns la va a hacer desde el mercado, haciendo una escisión entre la ética y la economía, porque Adam Smith era todavía un ético pero Yevorns, el marginalista, ya no necesita para nada la ética. Sin embargo Von Hayeck en la mayoría de sus obras, cuenta que sí es necesaria la ética, es más, sin ética no hay mercado.
En primer lugar no sólo hay que tener propiedad privada, también es necesario respetar la propiedad privada del otro, y si yo robo no hay mercado. Además hay competencia en el mercado, dice Von Hayeck, y esto de que el mercado produce un cierto equilibrio es puramente ilusorio y no empírico; hay una competencia y yo tengo que respetarla, esto es respeto a la realidad y como hay competencia alguien puede perder y el que pierde debe tener la humildad (lo dice con esta palabra) de admitir su derrota. Si en la competencia el perdedor no admite su derrota es el caos, porque intentaría imponerse por la violencia u otro medio, entonces el mercado no funciona. Es decir, Von Hayeck va a demostrar que el mercado necesita una ética tal como el respeto a la propiedad, a ser vencido en la competencia, a la herencia, y muchas otras , sin las cuales el mercado no funciona. Pero lo interesante es que esta es un ética del mercado, en cambio la ética de Adam Smith intentó resolver las aforías de una sociedad burguesa que estaba descubriendo lo que va a ser llamado después la ciencia económica.
El neoliberalismo es una teoría económica que a su vez se practica en algunos países del mundo como pura ideología de combate. Por supuesto no en EE.UU., allí no existe el neoliberalismo ya que se ejercen políticas proteccionistas, o en el caso de Europa con la creación de la Euro, que establece políticas y pautas en el intercambio comercial o planificación financiera (porque a su vez si los países no cumplen con ciertos requisitos no pueden ingresar). Lo que sí sucede es una exportación hacia el sur de gente más o menos ignorante que cumple con esas exigencias. Exigencias que yo quisiera empezar a discutir pero desde otro horizonte ético: un ética de liberación. Intenta ser una ética que confronta con el pensamiento ético contemporáneo: utilitarista, pragmático, comunitarista, con los desarrollos de Niklas Luhman, Anthony Guiddens, Jürgens Habermas, etc. Parte de una realidad latinoamericana y la realidad más palpable de América Latina ( y no solo aquí porque en ocasiones es más dura en el Asia o en Africa) es que movimientos populares y manifestantes gritaban por las calles, no sé si yo recuerdo mal, pero la gente gritaba algunas veces: paz, pan y trabajo.
Bueno esas tres palabras de un slogan son muy interesantes para ser pensadas teóricamente. Primero trabajo, es la mediación universal (sujeto humano -naturaleza) justamente como la proponía Adam Smith. El trabajo y la decisión del trabajo hace que el sujeto se relacione con la naturaleza y esa relación es el trabajo, y la relación de trabajo produce un efecto, no es un producto es un término abstracto. En la civilización, no puedo evitarlo: occidental y cristiana, el símbolo de todo el producto y trabajo humano se llama pan. Esto que dicen en las manifestaciones no saben que viene de muy lejos. Tan lejos que tres mil años antes de Cristo, en Egipto en el Libro de los Muertos, cuando el muerto rinde cuenta a Osiris en el Juicio Final, le dice, para ver si lo resucita “di pan al hambriento”, no dice di de comer, sino pan, porque el pan es el fruto del trabajo, es también el producto que funciona como consumo.
Este tipo de estructura es la base de la economía, porque el sujeto de trabajo busca ciertos medios de producción, transforma materialmente gracias a su corporalidad, realiza un producto que tiene valor de uso, que no se encontraba de manera natural en la naturaleza. Entonces el valor de uso que era el alimento ahora también se transforma en producto del trabajo y por lo tanto tiene valor de cambio, pero ese valor de uso también se consumía y se cierra un ciclo material, que es justamente necesidad porque la vida consume energía y tiene que reponerla, para reproducir su vida.
Ninguna ética contemporánea, hoy en 1998 (pienso en Estados Unidos y Alemania, y mis colegas repetidores de la periferia, la facultad y otros lugares) habla de una ética material universal, porque las éticas materiales van a usar una ética de valores. Una ética es, como decían los utilitaristas, el dolor y el placer que se relacionan con el bien y el mal. Eso es muy ambiguo porque yo puedo tener dolor al dar mi vida por la patria y eso está relacionado con el bien, puedo tener placer al tomar una droga y está relacionado con el mal, así que no es tan directo lo que los utilitaristas creen. Estamos en la época del derrumbe de las éticas materiales. Yo parto de una realidad muy concreta: en América Latina, ciertas políticas económicas están produciendo víctimas. La reproducción de la vida exige creación de instituciones, e instituciones sociales, instituciones que sirven para reproducir la vida. Pero un sistema, cuando es autorreferencial y sólo se propone, como decía Horhaimer? en la Dialéctica de la Naturaleza... “quien habla de la vida es considerado un premoderno”; el instinto, la pulsión de conservar el ser, conservar el ser del sistema, es la esencia de la cultura occidental, porque el sistema, si se independiza y es autorreferente, comienza a proponerse a sí mismo como finalidad.
Piénsese en lo siguiente: el capital en el mercado propone su autorreproducción y dice todo va bien, la inflación ha bajado, la bolsa funciona muy bien, hemos salido de la crisis, y la gente se está muriendo en las calles porque no tiene pan y paz, aunque ahora ya tiene paz pero no tiene trabajo. La paz tiene que ver con el tema que estoy hablando porque la paz se opone a la guerra y en la guerra se muere; el pan tiene que ver con el trabajo porque en el sistema que dijimos, el que no tiene trabajo no puede comprar el pan porque la única manera de comprar el pan es comprarlo en el mercado, y si no tenemos dinero no puedo comprar y si no tengo trabajo no tengo dinero, es una dialéctica de vida y muerte. La contradicción que veo en América Latina es que algunos dicen que estamos saliendo de la crisis y sin embargo la gente se muere en las calles. En México, por ejemplo hay 40 millones de pobres absolutos que subsisten con menos de un dólar por día, y así pasa en Brasil y en Argentina, que en 1910 uno podía confundirla con un país del Norte y sin embargo era es un país periférico complementario de Inglaterra; una vez que se derrumbó el Imperio Inglés nos derrumbamos con él. Pero ahora no somos complementarios de los Estados Unidos, somos justamente competidores: productores de carne y de trigo, y además inicialmente industrial.
Los cambios bajo la era de la Globalización
En la época de la globalización, la economía empieza a funcionar autónomamente, es lo que voy a llamar yo el principio material universal y primero de la ética, que es el siguiente. Un autor no de moda y del cual yo tampoco soy devoto, escribió en el Origen de la Familia, el Estado y la Propiedad Privada, que en última instancia la concepción materialista de la historia es la producción y la reproducción inmediata de la vida, y estoy de acuerdo porque no es una visión economicista. Federico Engels entonces tiene un criterio ético universal que se le escapó a Adam Smith, a Von Hayeck y por supuesto a la concepción neoliberal de la globalización del capital y exclusión de grandes mayorías de la humanidad. Ahí empieza el problema ético, repercusiones éticas del neoliberalismo.
Si yo afirmo que el mercado determina lo que es ético, (pues el neoliberalismo va a ser absolutamente ético porque se construye a partir del mercado) si yo tengo un criterio que es exterior a la pulsión de conservar el ser de un sistema, quiere decir entonces que hay un sistema como el capitalismo, que se globaliza pero que va a tener un criterio exterior a él desde donde voy a poder juzgar ese sistema, y ver si cumple con las condiciones del bien y la justicia; y el primer criterio es que la vida humana se reproduzca y se desarrolle. Si no acontece eso, entonces ese sistema es éticamente perverso, puede haber una ética del mercado y todo funciona perfecto, pero una ética fetichista y autorreferente puede hacer que la bolsa funcione bien y la gente se muera de hambre. Para algunos economistas esa gente está así porque el mercado no ha crecido lo suficiente y hay que hacerlo crecer más. Entonces hay una ética intraeconómica que justifica desde el mercado su globalización y hay una ética antigua de cinco mil años y crítica en cada momento.
Los tres principios de una ética
Adam Smith dice que no intencionalmente el egoísmo de cada uno produce la riqueza nacional, lo interesante es que un sistema como el neoliberal puede producir efectos negativos desastrosos y no intencionales. El Banco Mundial al ver tanta pobreza saca un documento “La pobreza en el Mundo” pero hay que decir cómo solucionar ese problema. Carlos Salinas de Gortari de México hizo una Maestría en Harvard sobre el problema de la pobreza, entonces lo que hizo fue privatizar una cantidad de bienes del Estado para poder minimizar todo el efecto social de la pobreza que todo el sistema neoliberal está produciendo en México. Lo que hizo fue dilapidar esos recursos que no llegaron nunca a las bases, no se arregló nada y aumentó la pobreza. Además crea un mecanismo de corrupción. Incluso se ha gastado dinero para salvar a bancos que están en quiebra, y en definitiva solo salva al propietario del banco porque la quiebra termina decretándose de todos modos. En áreas como salud y educación los problemas son enormes. La vida comienza a ser no ser vivible , de manera que el efecto no intencional del sistema empieza a ser la muerte lenta o inmediata (pensemos además en el problema ecológico). La vida humana sólo puede reproducirse gracias a la vida vegetal y animal.
El principio material de la ética futura que es lo que yo expreso en mi libro, es universal, no es una ética de los valores, no se funda en criterios subjetivos, no es ni siquiera particular de cada cultura, sino que es un principio absolutamente universal e inevitable. Ningún acto humano puede no estar relacionado con la producción, reproducción y desarrollo de la misma vida (solamente uno, el suicidio, pero aún el suicidio se hace por la vida, esta vida no vale la pena de ser vivida, entonces me pego un tiro, es decir que es la vida la que justifica el quitársela).
La primera repercusión es que el sistema que estamos viviendo mata y se contradice. Así el primer principio de la ética es que debo producir, reproducir y desarrollar la vida humana en comunidad con pretensión de universalidad. El segundo es el siguiente: reproducir la vida sí pero quién decide cómo se reproduce la vida ¿a la manera del fascismo nazi o de Niestche o aún de Ortega y Gasset o el darwinismo?. Ellos hablan de la vida de manera particular, por ejemplo Hitler dice “la vida sí pero de esta raza”, o el nacionalismo que dice “mi nación” o el darwinismo afirma “la selección de esta especie entonces la muerte de las otras”1 Todos los vitalismos tradicionales de derecha son particularistas. Este, en cambio, es un vitalismo racionalista, universalista, antiposmoderno porque de lo que se trata es de la vida de toda la humanidad pero el problema es quién decide cómo se reproduce la vida: Niestche dice yo decido. En el populismo desde el líder se baja la consigna y entonces hay un autoritarismo. La única manera de saber cómo se reproduce la vida es lo que voy a llamar el principio formal de la ética: la participación simétrica de los afectados. Una relectura crítica de Habermas, es decir que la única manera de que la reproducción de la vida sea válida (no verdadera) es que el afectado en el tema participe simétricamente. En política se llama el principio democrático y eso es lo que se opone a los vitalismos tradicionales, aún de Ortega y Gasset que hablaba de la rebelión de las masas como un mal y sin embargo hablaba de la vida humana como un valor precioso pero no del todo profundo, él afirma que la vida es la necesidad de todas las necesidades.
El segundo momento ético es el siguiente: no es válido aquello en lo que yo no he participado simétricamente, es decir democráticamente, y aquí no hay líder que valga, ningún líder me va a reemplazar mi responsabilidad comunitaria ni popular. Pero no puedo decir el líder dijo, yo cumplo, porque se es irracional cuando se hace eso ya que no se juega la propia autonomía, la libertad y la responsabilidad, de tal manera que el segundo principio no es reproducir la vida, sino reproducir la vida en un principio formal democrático.
Entonces el primer principio es el criterio de verdad, el segundo principio es el criterio de validez y el tercero es el de factibilidad: no puede ser algo bueno si no es posible; Kant decía que si la máxima no cumple con las leyes naturales, no es posible, es un nuevo imperativo de la crítica del juicio donde la factibilidad hace que esto sea empírica, histórica, política y económicamente posible. Si es posible según la razón instrumental, si es válido por qué participar y si es verdadero porque reproduce la vida, recién ese acto tendrá la pretensión de ser bueno o en política de ser justo. Ninguno de estos requerimientos cumple la ética neoliberal, que plantea todo desde el mercado: lo que tiene salud es el mercado, y democracia significa cumplir con los derechos humanos pero derechos humanos desde un individuo metafísico cuyo primer derecho es tener propiedad y cuyo segundo derecho es entrar en la competencia, de tal manera que todos los derechos humanos son invertidos en sus contenidos definidos desde el principio metafísico del mercado.
La ética y los cambios en América Latina
Un amigo decía que en el tiempo presente la conculcación de todos los derechos humanos se han hecho en nombre de los derechos humanos; en nombre de la democracia norteamericana se han hecho las peores guerras que eran para expandir la democracia contra el totalitarismo soviético, y así en nombre de la libertad se destruye a las personas y se dice que el estado benefactor destruye las posibilidades de los derechos subjetivos, entonces hay que privatizar. Ahora sabemos que la privatización también fracasó, pero ya nos robaron y es tarde para retroceder. Además el salvataje de los bancos socializó las deudas y por eso es que nosotros tenemos que pagar las deudas como si fueran de todos los ciudadanos siendo que eran de las transnacionales y de las grandes empresas. Eso se socializó sin plebiscito, a nadie se le preguntó si quería pagar una deuda que no ha contraído, porque la gente hubiera dicho que no; eso es un acto perverso. En la más pura ortodoxia de un Jhon Locke o de un David Hume o de un Adam Smith yo no puedo transferir a un tercero mi deuda. Miren ustedes qué sistema más interesante que socializa las deudas y privatiza las ganancias, porque la única manera que el mercado goce de buena salud es socializando una deuda que el Banco Mundial determina que pagarán las próximas generaciones.
La ética habla de la vida y la muerte. Cuando tengo un sistema que tiene pretensión de bondad porque reproduce la vida, porque han participado todos y porque es factible, pongamos Inglaterra siglo XVIII, se pasa a un segundo momento de la ética que es la ética crítica. Horhymer dice que consiste en partir de la negatividad material, la miseria. Negatividad porque es miseria, yo no como, soy pobre, y material porque es mi cuerpo, entonces es negatividad de la corporalidad por eso es vida y parte de una ética que pueda criticar al neoliberalismo y se ha dado cuenta de la realidad latinoamericana. Los movimientos feministas parten de la materialidad negada de la corporalidad femenina a todo nivel: las sufragistas del siglo XIX en lo político, después en la economía porque reciben menos salarios, después en lo sexual porque son el objeto sexual pasivo según dice Freud y todos los niveles de la dominación a la mujer son su corporalidad negada, lo mismo pasa con el obrero.
Marx utiliza una metáfora y dice que el capital es como un vampiro que chupa la vida del obrero y vive de su muerte, la sangre es la vida, entonces chupar la vida es acumular valor porque el valor es como la sangre. Hay una ética entonces que parte de la negatividad material del obrero que es pobre, de la mujer que es objeto sexual, del niño que queda en las calles, del viejo en los asilos, de los marginales de los países pobres del mundo, las clases explotadas del capitalismo, del negro que no es blanco y de todo tipo de dominación. Todos estos tipos aparecen como efectos negativos no intencionales de un sistema que no puede ser perfecto por definición. Es decir, ni un sistema universitario, ni un sistema familiar, ningún sistema social ni económico tiene que ser perfecto, por lo tanto es imperfecto y alguien sufre sus efectos, esa es la víctima. El neoliberalismo no intencionalmente produce una feroz pobreza; no habiéndoselo propuesto pero yo veo los efectos. Entonces dice Horhymer que desde la visión de la víctima, lo que pretende ser bueno se transforma en el mal, lo que pretende ser válido se transforma en lo inválido y lo que pretende ser eficaz es ineficaz.
En América latina el neoliberalismo no es eficaz porque, en primer lugar, hay pobres, el solo hecho de que hay víctimas que no pueden producir su vida; segundo, que no fue llamado simétricamente a los acuerdos del pago de la deuda, hace que el sistema se transforme en perverso, porque justamente existe la víctima. Aquí empieza la crítica ética y aquí empieza la crítica al neoliberalismo: esta miseria enorme y creciente me dice que algo está fallando. Pero cuál sistema proponemos en su lugar y aquí se abre un debate. De todas maneras, cuando las víctimas se reúnen y constituyen un movimiento entre ellas, por ejemplo el movimiento feminista, se transforma entonces la víctima desde su no posibilidad de vida, desde su no participación y ante la ineficacia del sistema, en un movimiento, y esos son los que llamaríamos nuevos movimientos sociales Los nuevos movimientos sociales son intersubjetividad que va creando legitimidad contra la legitimidad vigente.
Fíjense entonces qué interesante cómo Habermas habla del consenso válido, no piensa que puede ser hegemónico y que puede haber un consentimiento o consenso todavía no legal pero de validez creciente. Cuando la lucha por el reconocimiento llega a triunfar, entonces hasta se hace declaración de nuevos derechos humanos y llega a institucionalizarse como ley y puede ser entonces ejercido desde el poder. Lo interesante para mí es todo ese tiempo en que la víctima crea un movimiento, crea un nuevo consenso, se opone a la legitimidad vigente y desde la ilegalidad comienza la transformación.
Entonces estos movimientos sociales que son nuevos, son los que luchan por reconocimiento, transforman instituciones o sistemas completos y se pasa a un proceso donde el que estaba excluido queda en la nueva institución que se crea. Todos estos son momentos de esta ética crítica que yo llamo de liberación. En México, gracias a los zapatistas se puede volver a hablar de liberación, hay un Ejército Zapatista de Liberación Nacional que nos recuerda que ese tema va a ser eterno, porque nunca ninguna institución podrá pretender ser la última, la definitiva, y por lo tanto toda institución va a tener que ser transformada por nuevos sujetos históricos que surgen desde la nada del derecho, por una lucha de su reconocimiento del nuevo derecho y ese es nada menos que la surgente del derecho que es donde se fundamenta el derecho y es el fondo de la historia. La historia no se justifica en un derecho natural a priori del sistema, sino que la historia se va haciendo desde la ilusión histórica de las víctimas que van creando nuevos órdenes sociales. Es una ética crítica que tiende a desarmar en todas sus piezas la pretensión ética del neoliberalismo pero que dice que América Latina está hundida en una gran crisis ética.
Nuestros políticos ¿luchan por propuestas de transformación? o “cuando agarran el queso no lo sueltan” y aún la oposición cuánto tiempo resiste en la lucha por los principios: la vida, paz, pan y trabajo ¿cuánto tiempo? Y aún la oposición empieza a repartir puestos a sus amigos, comienza a corromper a los líderes populares para que ya no luchen más. Se puede decir: la política no tiene nada que ver con la ética, y entonces la economía tampoco tiene nada que ver con la ética. Entonces este es un problema de fondo. ¿Que va a pasar?. Yo creo que si seguimos así vamos al suicidio colectivo. ¿La humanidad no puede desaparecer? Claro que puede desaparecer. Y vamos ya empezando a desaparecer si no nos ponemos un freno. Leía hoy en un diario, la declaración de un hombre afirmando que “Argentina no va a terminar convertida en una provincia brasileña”. No creo que ese sea el problema, yo creo que continuaremos siendo una colonia de los EE.UU. O podemos desaparecer como país. Es decir no está garantizado, el futuro está en nuestra manos, pero qué pasa, estamos corrompidos. Nos corrompen de afuera de una manera sistemática, pero también nosotros mismos aceptamos ese proceso. Yo creo que hay una gran crisis ética.
Ahora cómo volver a empezar, ya que el tema es tan complicado. Quizá cuando tengamos que empezar a pegar con nuestra propia cara en el suelo de la humillación y de la desesperación nos pongamos de pie. Pero el ser humano a veces es tan complaciente que sigue y sigue y nunca empieza de nuevo. Es una crisis ética en donde la vida del pueblo no interesa, en donde la participación democrática es una palabra. Donde las víctimas no mueven a la sensibilidad, y la corporalidad sufriente del otro me exige responsabilidad. Yo creo que la tarea del intelectual es creer en estas cosas, formular teorías en esta época de falta de alternativas y de derrumbe teórico, para con fortaleza, desde América Latina empezar a proponer alguna solución. Por lo menos lo siguiente: esta ética que yo propongo, que es una ética latinoamericana. No estudié a ninguna autor europeo ni norteamericano. Discutí con ellos de igual a igual, el que se dejó y el que no mala suerte. Pero no me pongo ya a ser discípulo, soy grandecito y puedo pensar desde mí. A un Habermas que me dice en “Teoría de la acción comunicativa” , que la economía ha dejado de ser pertinente y la pobreza ya no es el modo concreto ni empírico de la alienación, yo le respondería que eso es falso en América Latina. Pero también en Francfurt, porque hay también muchos extranjeros turcos que tampoco están muy bien, así que tampoco creo que sea válido para ellos. Cómo entonces va a ser crítico de un sistema del cual en cierta manera es cómplice, no ha desarmado las estructuras éticas del capitalismo, entonces hay que hacerlo.
Lo que he dicho fueron intuiciones, algunas formulaciones que me gustaría que ustedes lean con tiempo y como dije al principio, destruir lo que yo he hecho. No me gustan las complacencias ni aprobaciones, me interesan argumentaciones contrarias. Porque estamos inventando argumentos nuevos. Cuando hago un seminario no me interesan que los alumnos repitan, sino que lo valioso son las críticas.
Para terminar, hace poco tiempo en una discusión sobre los derechos humanos me llamó la atención un argumento muy fuerte. Estamos hablando del pluriculturalismo y el problema de los derechos humanos y cómo los derechos aunque tengan pretensión de universalidad deben respetar el tiempo de las culturas. Entonces, se contó el caso de una militante feminista de Egipto que se enfrentó a todo el pensamiento fundamentalista desde su corazón: en vez de decir todos somos iguales antes Dios, algo que los musulmanes ya saben. (aún cuando esto no sea muy fuerte en su cultura) El pensamiento musulmán toma como fundamental que entre Dios y nosotros no hay mediadores, y en ese sentido el cristianismo está equivocado, porque toma a Jesucristo como mediador. Entonces la feminista dice: como el pensamiento musulmán no admite mediadores entre Dios y el ser humano el varón no debe ser el mediador, sino que la mujer se enfrenta a Dios directamente. Este es un argumento que va al fondo del pensamiento musulmán. No quiero decir que sea verdadero o falso para mí, pero en el pensamiento musulmán es un argumento fuerte.
Ese es el tipo de argumento que uno busca, esas son las genialidades argumentativas, y hay que ser muy situado e inteligente para formularlo, quizás alguien se lo rebata y ahí empieza una discusión fecunda, de esto se trata. Esta feminista siendo víctima crea un argumento, por ahí debe ir la ciencia crítica. Crear nuevos argumentos es ciencia y eso es crítica. No debemos creer que las ciencias sociales o la filosofía deben tomar autores de otras latitudes culturales, porque cuando llegan aquí no entienden lo que pasa porque sus categorías no funcionan, y como nosotros no inventamos unas que sean nuevas y nuestras, estamos en una crisis de las ciencias sociales.
Notas:
1 . El autor se refiere a las diversas corrientes llamadas del “darwinismo social” (N.del E.)