"El Estado -- dice Engels, -- no es, en modo alguno un Poder impuesto desde fuera a la sociedad; ni es tampoco “la realidad de la idea moral”, “la imagen y la realidad de la razón”, como afirma Hegel. El Estado es, más bien, un producto de la sociedad al llegar a una determinada fase de desarrollo; es la confesión de que esta sociedad se ha enredado con sigo misma en una contradicción insoluble, se ha dividido en antagonismos irreconciliables, que ella es impotente para conjurar. Y para que estos antagonismos, estas clases con intereses económicos en pugna, no se devoren a sí mismas y no devoren a la sociedad en una lucha estéril, para eso se hizo necesario un Poder situado, aparentemente, por encima de la sociedad y llamado a amortiguar el conflicto, a mantenerlo dentro de los límites del 'orden'. Y este Poder, que brota de la sociedad, pero que se coloca por encima de ella y que se divorcia cada vez más de ella, es el Estado
Aquí aparece expresada con toda claridad la idea fundamental del marxismo en punto a la cuestión del papel histórico y de la significación del Estado. EI Estado es el producto y la manifestación del carácter irreconciliable de las contradicciones de clase. El Estado surge en el sitio, en el momento y en el grado en que las contradicciones de clase no pueden, objetivamente, conciliarse. Y viceversa: la existencia del Estado demuestra que las contradicciones de clase son irreconciliables.
En Venezuela se llegó a un nivel irreconciliable, las dos fuerzas bien definidas a saber: una que pugna por llevarnos nuevamente al pasado, al capitalismo más salvaje, con todas las herramientas de manipulación de los Medios de Comunicación y otra que pretende llevarnos a una sociedad más humana y justa. Por eso Engels sostiene que el Estado no es un Poder impuesto desde fuera de la sociedad. En Venezuela existe ahora más que nunca contradicciones de clase, grupos poderosos amparados por el modelo global, el Imperialismo nos continúan manipulando. La parte más frágil es la cultura, en Venezuela no ha habido un cambio cultural, sabemos con mucha certeza que todas las batallas se ganan y se pierden en ese ámbito.
Según Marx, el Estado es un órgano de dominación de clase, un órgano de opresión de una clase por otra, es la creación del "orden" que legaliza y afianza esta opresión, amortiguando los choques entre las clases. En opinión de otros críticos burgueses, el orden es precisamente la conciliación de las clases y no la opresión de una clase por otra. Amortiguar los choques significa para ellos conciliar y no privar a las clases oprimidas de ciertos medios y procedimientos de lucha para el derrocamiento de los opresores. En el caso Venezolano, esta Reforma a la Constitución rechazada es un mensaje que el Estado se protegió a si mismo evitando ser transformado. El mismo Estado evita los cambios. No es un Estado socialista, nunca lo ha sido, luego tiene todos los anticuerpos en perfecto orden para actuar y evitar su transformación, aun la más inofensiva. Luego el Estado no puede ser reformado, no podemos seguir con una interminable confrontación de clases, porque está en él toda una carga de dominación y opresión de una clase por otra como dice Marx. El Estado capitalista debe ser demolido, con una implosión que anule para siempre una estructura muy sólida capitalista de años. No basta que todo el Alto Mando Militar diga con fuerza : Patria, Socialismo o Muerte, no basta que sus soldados lo digan a una voz con mucha disciplina. El Estado Venezolano es una Super Estructura formada por una ideología muy fuerte capitalista, que no ha muerto ni un ápice, es más, cada día está más robustecida.
¿Cómo se va a transformar un Sistema Capitalista a Socialista sino ha muerto una forma de dominio capitalista en nuestra mente y psiquis?, está ahora más vivo que nunca. Siempre que leo artículos de Aporrea, se dice con mucha razón que los articulistas deben tener propuestas y no tantas críticas. Aquí está mi propuesta: Se debe dejar descansar al Venezolano con el asunto de la Reforma, pero lo que si se debe hacer según mi opinión es demoler el Estado Capitalista, pulverizarlo en nuestra zona más profunda de conciencia: la psiquis, por medio de la ideología revolucionaria. Si no se hiciera de ese modo, estaríamos perdiendo el tiempo. Ya observamos que no basta un partido bien organizado, sino se está claro ideológicamente. Ni siquiera basta el liderazgo de Chávez, el líder que tomó la batuta con la idea de transformar a Venezuela por medio de la Reforma.
Donde se ven nuestras contradicciones es en la televisión, todo el trabajo de construcción de un modelo socialista, humano, verdadero que se podría estar haciendo se pierde miserablemente en pocas horas de televisión, con una carga feroz de arquetipos de consumismo de los más asquerosos, los mensajes publicitarios incitando a comprar, las telenovelas que muestran unos patrones de vida capitalista, tan ansiados, tan deseados. La mujer pobre de barrio, siempre se enamora del chico rico, ese es su ideal de vida, aunque sea él un fracasado pero tiene dinero. ¿ A que población van dirigidos estos mensajes? Sin contar con los programas políticos de Globovisión, el Estado debería aunque sea analizar lo que hace Globovisión, su metodología, cómo desmonta paulatinamente todo trabajo de construcción ideológica y de una manera brillante, eso si, realizada por Maestros de la manipulación y el engaño. No basta decir, “no vea esos programas”. Ellos están funcionando extraordinariamente bien, lo hacen muy bien, pero la ideología de cambio revolucionario no existe, no funciona, no puede competir con estos monstruos de la manipulación. Mientras no se acepte que se está fallando en la comunicación, en la manera de llevar el mensaje revolucionario, mientras no se elimine dentro de nosotros mismos el modelo capitalista no se podrá realizar ni siquiera una Reforma a la Constitución.
sedelu@hotmail.com