Tome notas señor Presidente, pero tómelas con todo el cuidado y la atención que se merecen.
En esta ocasión voy abordar algunas otras cosas que en mi artículo anterior, no hice por respeto y por no fastidiar a los lectores, que considero si están enterados de ellas. En tal sentido, me voy a referir en primer lugar, por su trascendental importancia, a la situación en que se encuentran muchos de los pequeños productores del campo o que laboran en los llamados Fundos Zamoranos. Cuando analizamos esa situación, nos parece incomprensible que el Estado venezolano no haya podido prever con la mayor seriedad posible, el caso de la inseguridad en el campo, cuando todo el mundo sabe del momento de inseguridad en que han vivido en estos últimos años, y entonces nos preguntamos: ¿Como quiere ese Estado negligente que el hombre trabaje y arriesgue la vida para darnos el alimento que las oligarquías no niegan? Yo diría que es una posición inhumana exigir y no dar esa seguridad altamente necesaria para ellos.
Sabía usted señor Presidente, que han sido asesinados unos 180 dirigentes campesinos por sicarios contratados por latifundistas y que han aparecido los paramilitares en los campos de nuestra querida Patria. ¿Porque señor presidente no se prepararon comandos especiales dentro del ejercito y la guardia nacional para combatir ese flagelo que se veía venir? ¿Acaso estamos esperando una matanza a gran escala para tomar decisiones serias y contundentes? ¿Qué es lo que pasa señor Presidente?
Si no se crean cooperativas con sus debidas vías de acceso en buen estado, con viviendas dignas para sus trabajadores y proveer además, un número determinado de teléfonos celulares, para que puedan comunicarse, ante cualquier emergencia, con los puestos de control que estarían constituidos por comandos militares especiales. Estos tendrían la capacidad necesaria y suficiente para brindarles seguridad y protección permanente frente al sicariato y frente al paramilitarismo importado.
Si no se crean así las cooperativas agrícolas, no esperemos señor Presidente el sacrificio de los pobres del campo, para que nos llenen nuestras barrigas. Ellos tienen miedo por indefensión señor Presidente.
Cuando se planifica y se planifica bien, se sobre pasa el futuro inmediato y se va mucho más lejos. Usted en estos momentos no debe avocarse a la construcción de una autopista, que esté llamada sólo a solucionar un problema presente, tiene también que pensar en el futuro más lejano, previendo el crecimiento de población y el futuro desarrollo de la zona por donde va a pasar. Lo mismo ocurre con las cooperativas agrícolas, donde la planificación a futuro juega un papel muy importante y se tiene que tomar en consideración, como primera prioridad, la asistencia médica y la seguridad personal, amen de otra serie de factores que también tienen que ser tomados en consideración. Esto significa PLANIFICAR señor Presidente, planificar bien, si no estaríamos haciendo las cosas más por la política de conveniencias que por alcanzar realmente el objetivo deseado. Utilizamos el discurso que nos proporciona la retórica, y no vamos a ninguna parte. Así se engaña al ciudadano común y de esto ya estamos cansados señor Presidente.
Acuérdese señor Presidente, que la seguridad alimentaria de todos nosotros depende del trabajo bien organizado de esos obreros del campo, si no se enfoca el problema de esta manera, entonces nuestra producción agrícola mermará y no se les podrá exigir esfuerzo y trabajo a estas personas, porque se sienten amenazadas. Usted sabe señor presidente que en muchas ocasiones el miedo es más fuerte que el odio.
Otro punto a tratar señor Presidente, es el problema de Sidor y las empresas básicas del Estado. Es sabido y es notorio, cuales son las condiciones de trabajo que tienen los obreros de Sidor y como se explota su mano de obra. Señor Presidente, allí se están aplicando todas las reglas neoliberales de explotación humana y usted sabe que esto afecta la credibilidad de la gente en el proceso por la construcción de una sociedad socialista. La praxis señor Presidente, es la que barre la teoría y la palabra, cuando esta no se ajusta a la realidad ¿Habrá alguna solución al respecto?
Sabe usted que se avecina una huelga general de los obreros de Sidor, que por lo demás es justa señor Presidente. Ojalá y los cuerpos de seguridad del Estado no se lleven por delante a los trabajadores y no se pongan a la orden del capital transnacional. A ver cual será la posición “revolucionaria” del gobernador del estado Bolívar.
Y por último señor Presidente, da la impresión que en Venezuela es un gran negocio conspirar, inducir a la guerra, a la muerte y a la propia destrucción del país.
La impunidad va a toda vela y no hay forma de detenerla, es aquí donde me pregunto: ¿Será que el miedo puede ser tan fuerte que impide eliminar esta impunidad?
Sabe usted que la clave que utiliza y mueve con destreza el imperio y sus lacayos en este país es precisamente “El miedo” y tenemos que combatirlo.
Lo lamentable es que si no se ataca con severidad este problema, el camino hacia el socialismo del siglo XXI va a la picota.
Observe señor Presidente a la Oposición, como es tan vendida y apatrida, que tiene el toupé de declararse abiertamente a favor de la EXXON e ir en contra de Venezuela en el actual problema petrolero. No cree usted que seríamos tremendamente ingenuos o idiotas si los llamáramos para que reflexionen y caer en su cínica filosofía de reconciliación. Que indignidad!!!
Recuerde señor Presidente, que usted dijo una vez que: “No hay peor sordo que aquel que no quiere oír”
alexriver870@hotmail.com