Bajo el título “El Dedo Unitario”, Antonio Aponte, en ‘Un Grano de Maíz’ (VEA, 22/02/08) nos sorprende con un llamado a ‘hacer cuadro cerrado alrededor del Comandante’, señalando que ‘no es hora de sistemas tolerantes’ ante ‘fórmulas ultrademocráticas’, sino que es necesario ‘tener sentido del momento histórico’, ‘ver el horizonte estratégico’. “La equivocaciones, los errores, los malos gobiernos locales – nos dice – no pueden ser justificaciones para llevar al Comandante y a la Revolución al patíbulo”.
Nada más alejado de lo que necesita nuestro proceso revolucionario. Es ese ‘dedo’ el que no ha dejado desarrollar al Pueblo. Las mafias de falsos revolucionarios que han secuestrado las posiciones de poder para fines personales y que aíslan al Presidente, han utilizado ese dedo para fortificarse, hablando en nombre del Presidente. Le presentan al Comandante informes amañados, y el dedo del Comandante, sin conocer el trasfondo, toma decisiones de las cuales luego tiene que lamentar. Así ocurrió con el Referendo en 2004, cuando le aseguraron que no recogían las firmas; así ocurrió ese mismo año con los candidatos a Gobernadores y Alcaldes. La propuesta de Reforma Constitucional del 2007 también fue tergiversada en ausencia de Pueblo. En esas ocasiones y muchas otras han conducido al Presidente a reveses. No es el ‘dedo’ del Presidente, sino los ‘dedos’ de la mafia que le presentan las listas y propuestas.
Cuando Aponte dice “que nadie se engañe, vienen por el Comandante y por los revolucionarios, matarán la esperanza”, tiene toda la razón. Pero se equivoca en la táctica propuesta, que conduciría a un nuevo error estratégico, a una nueva derrota. Recuerden diciembre de 2007: no tienen un cheque en blanco del Pueblo. Pues quien ha salvado el proceso ha sido el Pueblo. En febrero de 1992, el Pueblo entendió de inmediato la certeza estratégica del ‘Por Ahora’. En abril de 2002 el Pueblo, intuitivamente, atinó sabiamente en la estrategia y arriesgó su vida por el Presidente. El Pueblo podrá tener confusión ideológica, producto de la cultura capitalista imperante, pero en direccionamiento estratégico nunca se ha equivocado.
Lo que puede fortalecer este proceso es el Poder Popular. Y el Poder Popular solo se construye dando poder al Pueblo, no puede ser menospreciado una vez más. Si el Imperio viene por el Comandante y los revolucionarios, la ÚNICA defensa es darle poder al Pueblo, poder político, poder social, poder económico y poder militar: distribuyendo el poder en el Pueblo seremos invencibles. El “Dedo Unitario” no ha sido exitoso. No se equivoquen, no se trata de ‘ultrademocracia’, se trata simplemente de ‘democracia’. Sólo escogiendo buenos candidatos, productos del consenso popular, nos garantizará la victoria en noviembre de este año.
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