Reflexiones Políticas en el PSUV

Voy a transcribir algunas reflexiones de algunos aspectos generales que bien podrían servir de debate y análisis por todos; y encontrar en él, quizás; algunas respuestas a lo planteado en los últimos días en el ámbito nacional.

No pretendo dogmatizar ni mucho menos, pero si que comprendamos; la marcha de los procesos históricos Revolucionarios y el papel que tenemos todos nosotros en conjunto, en ello implícito.

Partiendo de la premisa que nosotros, las masas populares como un pueblo todo; somos ante todo, las clases y capas sociales que ponen en movimiento la producción social y las políticas de un país, y que en conjunto formamos la inmensa mayoría de la sociedad como trabajadores según nuestra formación social, competencia profesional, época, costumbres y acontecimientos históricos actuales en los que estemos participando e impulsando; somos todos en definitiva, los creadores del avance y el progreso de la sociedad, y su viabilidad, como proceso Revolucionario Bolivariano Socialista y emancipador que queremos.

Nosotros como pueblo, desempeñamos de una u otra forma; un importante papel en la vida política del país. Sin nuestra acción política, resulta imposible concebir el propio desarrollo de la sociedad venezolana, y sobre todo; la Revolución Bolivariana.

Cualquiera que sea la clase que suba al poder como consecuencia de nuestra Revolución, su principal fuerza motriz, siempre deberá ser todo el pueblo venezolano.

La política es un terreno de enconada lucha de clases, y sobre todo de lucha entre el imperialismo yanqui junto a sus lacayos de la oligarquía apátrida y endógena venezolana; y todos los Revolucionarios que estamos en todos los rincones de este país.

El resultado final dependerá no solo de la voluntad de las clases que estemos enfrentados en cualquier nivel de la disputa del poder y ocupar los espacios por conquistar, sino también del tesón y el empeño que nosotros pongamos en la defensa de nuestros intereses en la correlación de fuerzas en pugna. De ahí dependerá el desarrollo de nuestra sociedad y de la Revolución Bolivariana.

La historia y nosotros, conocemos un buen número de partidos; incluso entre los que se crearon para defender los intereses de los trabajadores y del pueblo; que desaparecieron de la palestra política o se convirtieron en cúpulas cerradas y que hoy conviven al lado de sus viejos adversarios de la oposición venezolana; por no haber comprendido el significado de este trabajo político e ideológico Revolucionario; y por no haber sabido agrupar en torno a ellos a todo el pueblo.

Así, una de las causas del fracaso de esos partidos fue que sus “jefes”, no estimaban en su verdadero valor al pueblo, confiando por entero en la labor de los “hombres dotados de espíritu crítico”, mientras que la lucha contra el imperialismo y los oligarcas, la reducían al terror individual o la crítica inocua.

El papel de las masas populares en la historia que nos ha tocado vivir, despierta a la vez entre sus verdaderos dirigentes comunales, un profundo sentido de responsabilidad por la suerte común; y saben que quien únicamente puede emancipar a los pueblos del yugo y construir la nueva sociedad socialista venezolana en consonancia con las aspiraciones de la mayoría, es el propio pueblo venezolano.

El papel decisivo del pueblo venezolano para lograr los cambios que nuestro Comandante Hugo Chávez Frías nos ha planteado, nos señala a la vez el importante lugar que corresponde la actividad de los grandes hombres y mujeres de este pueblo; de los dirigentes y jefes, y muestra la función que ellos cumplen como algo necesario para el desarrollo social y político del país, de manera organizada en un partido político.

Para que el PSUV alcance el predominio político e ideológico en la sociedad venezolana como partido de la Revolución Bolivariana y con la firme visión al Socialismo del siglo XXI; debe ser una organización totalmente organizada junto al pueblo de manera permanente y activa.

Toda organización de clase para poder funcionar, debe tener una dirección, o lo que es lo mismo; dirigentes. Esto se refiere a los partidos, a las demás organizaciones sociales y al Estado. Los dirigentes trazan y formulan la política de una clase, de un partido o del Estado, cuidan de aplicarla y orientan la actividad de miles y millones de personas. Porque la fuerza principal que todo el pueblo genera para lograr la victoria sobre el imperio y la oligarquía, es la de un pueblo organizado y consciente ideológicamente para tener la fuerza suficiente ante un contrincante tan poderoso e implacable como el imperialismo yanqui y sus acólitos capitalistas.

Decía Lenin en uno de sus escritos: “Ninguna clase alcanzó en la historia el predominio, sin antes haber promovido a sus jefes políticos, a sus representantes avanzados capaces de organizar el movimiento y de dirigirlos”.

En el proceso Revolucionario Bolivariano la actividad de sus dirigentes no es pues, algo casual en el proceso que estamos construyendo, sino que constituye una necesidad objetiva. Esta circunstancia es la que provoca el efecto ilusorio en algunos dirigentes, o a las personalidades destacadas dentro de la Revolución, que ellos son la fuerza motriz y los creadores de la historia.

La labor de los dirigentes flota siempre sobre los acontecimientos, todos la ven y advierten por los medios de comunicación; pero lo que si es cierto es que la marcha de la historia viene determinada por la lucha de grandes grupos sociales del pueblo organizado que se relacionan íntimamente con sus dirigentes verdaderos de base, y es cuando han comprendido su papel histórico de la lucha de clases, con la acción y la lucha de los grandes grupos sociales.

Las grandes personalidades dentro del plano político, no son las que crean los acontecimientos y movimientos; son dirigentes elegidos por el pueblo y de las clases sociales; y lo que les da la fuerza es precisamente el apoyo que los grandes grupos sociales del pueblo organizado les prestan.

Por mucho que sea su talento e inteligencia, sin el apoyo del pueblo; esos hombres y mujeres se verían impotentes y no serían capaces de ejercer una influencia sensible en la marcha de los acontecimientos que el pueblo empuja diariamente.

La actividad de todos los hombres y mujeres, sean grandes o pequeños, transcurre en determinadas condiciones sociales, las cuales imponen el desarrollo objetivo y las tareas que la sociedad ha de resolver. Los líderes de las clases avanzadas son grandes, porque comprenden mejor y antes que los otros cuáles son esas tareas, las necesidades de la sociedad en su avance y qué reivindicaciones convienen a la clase que postula la Revolución. Ellos indican los fines de la lucha y la vía para alcanzarlos, los defienden con todas sus energías, arrastran a otros representantes de su clase, los organizan y los dirigen. Ese hasta ahora, es nuestro Presidente Hugo Chávez Frías; y no hay otro.

Su actuación puede acelerar la marcha de nuestra historia, acercar la victoria de lo nuevo, facilitar a las clases avanzadas y al pueblo al camino de la victoria y aliviar los dolores del parto cuando nace algo nuevo en la vida de nuestra sociedad.

Ahora, lo pernicioso es en aquellos que se han elegido como dirigentes del partido o de un espacio; donde sus decisiones y actuaciones chocan con las de las mayorías; donde pudieran desviarse hacia un servilismo y espíritu adulador, evidenciando ser personas totalmente incapaces y extrañas a la consolidación del PSUV y del avance de la Revolución Bolivariana y hacia el Socialismo.

Pero sus intentos han resultado fallidos, pese a los ataques de los medios de comunicación del imperio y sus lacayos; la lucha por el Socialismo y contra los corruptos y el burocratismo se ha retomado hoy con mayor fuerza y contundencia por parte de toda la población Chavista Revolucionaria la ofensiva y la vanguardia de la lucha. Ahí ya vemos a los Consejos Comunales y las Contralorías Sociales haciendo la gestión de detener a los acaparadores y hambreadotes del pueblo, y detectando a los pequeños burgueses que se infiltraron en las filas de la Revolución para corroerla desde sus entrañas.

Hay un nuevo ascenso del movimiento socialista de las bases, que ha visto robustecidas su cohesión y su unidad de toda su base social, para enfrentar a todos aquellos que pretendan instalar cogollos de poder y torpedear la Revolución.

Estos recientes hechos dentro de la Revolución, no deben de amilanar a nadie y mucho menos de abandonar la Revolución Bolivariana, por el simple hecho vergonzoso de dirigentes que no entendieron su papel; sino que dentro de las diferentes capas de nuestra sociedad Revolucionaria; hay un pueblo que está luchando y organizando a toda la población en la formación de la nueva dirigencia Revolucionaria.

Bastaría hacernos solo esta pregunta: ¿Cómo reaccionarían todos esos dirigentes que se han apropiado (por ahora) de puestos en el PSUV o en el gobierno, y que nosotros postulemos a la directiva del PSUV o en las próximas elecciones de noviembre, a los cuadros medios que si se están moviendo con el pueblo de manera directa?

Ahí tenemos a Vanessa Davies, Vladimir Acosta, Carlos Escarrá, Aristóbulo Iztúris, Alberto Nolia y muchos otros que están haciendo foros y asambleas de concientización profunda de la Revolución Socialista a nivel de las comunidades, y no están haciendo politiquerías ante los medios de información ni andan de pantalleros declarando incongruencias, dándole armas al enemigo y a la oligarquía.

Disciplina Camaradas, disciplina; y sin soltar un segundo la vanguardia de lucha.

Mis saludos y respetos Camaradas, y es solo para la reflexión y la crítica constructiva.

“Patria, Socialismo o Muerte”… Venceremos!!

jmserrano2007@hotmail.com


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José Manuel Serrano Martínez


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