Si aceptan en la DIRECCIÓN NACIONAL que ha habido fallas en las distintas “escogencias” dentro del Partido, entonces podemos opinar con la esperanza de ser escuchados:
Las tales fallas no son responsabilidad de nadie en particular, sino producto de una cultura, de un nivel ideológico deficiente, de la lucha de clases, de, de…quien sabe cuales razones.
Para minimizar estos efectos que inducen a truquear las escogencias, la DN debe servir un escenario que trate, por lo menos, de contrarrestar las causas: Kinos, listas blancas y negras, influencia de grupos, influencia de organismos, influencia de personalidades, leyendas, mentiras, trampas hasta el colmo de la falsificación de “actas” y en fin una serie de trucos que distorsionan la verdadera voluntad del colectivo, fueron y estarán presentes hasta que tengamos el “hombre nuevo”...Siempre los tramposos son los otros.
Pero claro que un batallón puede escoger a alguien que le es afecto, pero que lo haga sin inducciones o presiones es lo deseable. Esto hasta ahora no ha sucedido.
Incluso existe la distorsión del síndrome de “la sinagoga de Nazareth”, por aquello que “nadie es profeta en su tierra (barrio, batallón)”, pero si podría ser un gran “profeta” en su parroquia o en su estado. Por ejemplo alguien que ha sido líder comunal y dentro de su barrio ha tenido una buena actuación, pero como sabemos existen corrientes y grupos, incluso de saboteadores que no lo quieren, pero que esa misma actuación es muy bien vista a nivel parroquial, entonces este compatriota, por el método batallónico, está muerto. Yo creo que la escogencia por batallón es más susceptible a ser manipulada.
Es por eso que proponemos que las votaciones se realicen a nivel de la CIRCUNSCRIPCIÓN y que todos los miembros de los batallones vayan postularse (presentando un currículo) y votar. Lo ideal sería que ante el cuerpo de delegados del estado, coordinado por su delegado coordinador, se escenificara una votación estatal, en donde cualquier militante puede postularse (presentando un currículo), auto postularse y todos puedan votar en unas mesas determinadas, en todo el estado. Sin embargo comprendemos las dificultades que tienen algunos equipos regionales para organizar en poco tiempo unas elecciones de este tipo.
No se trata de NO opinar, pero cuando un “dirigente” habla debe tener mucho cuidado con lo que dice. Por ejemplo decir que van a ser escogidos 5 candidatos por estado para tal cargo, PERO si la DN estima que no reúnen los requisitos, puede ser escogido otro candidato fuera de ellos”. Muy bien, pero nos estas diciendo que somos unos payasos votantes, llamados a ejercer un derecho, el cual probablemente NO va a ser respetado. ¿Entonces para que ir a votar?. Cuidado con la abstención galopante.
Es menos traumático que el presidente diga ESTE es el candidato, por esto y por esto y el partido debe acatarlo y luchar por su victoria. No caigamos en democratismos chambones y a lo mejor entenderemos más claramente la escogencia.
Eso si, el candidato dedocrático nunca puede ser escogido dentro de las tribus o corrientes internas en ese estado, porque sencillamente es un decreto de guerra a muerte, especialmente en regiones muy agitadas y en las que no lo son como VARGAS, las convertiría de chavista quieta, a bochinche seguro. Deja tranquilo a quien esta tranquilo.
La fórmula es que si la gente escoge, el escogido es. Si por alguna razón muy válida y bien explicada no puede ser, entonces pana, el dedo salvador funciona, peeero cuidado con dejarse meter un iracundo jefe tribal.
Existe la idea de las llamadas “listas cerradas” en donde se presenten candidatos ya previamente escogidos, los cuales cumplen con un determinado perfil. El asunto es quien escoge en ese previo como para garantizar objetividad y sobre todo imparcialidad. Asunto difícil. Podrían ser listas “semi cerradas”, en donde cualquiera que se sienta excluido, pueda pedir su inclusión con un currículo en mano que lo respalde.
Sin embargo, los compatriotas deben tener un mínimo nivel de objetividad y si el método es abierto de auto postulación, se debe tener un sentido de no hacer el ridículo. Si alguien se postula a gobernador, es necesario que comprenda que para ese cargo, se necesitan cierto perfil y no es lo que yo quiera o lo que ambicione. Se trata de apoyos, seguidores, nivel de conocimientos y experiencia y en fin una serie de requisitos muy serios. Igual para el cargo de alcalde y legisladores.
Sabemos que a pesar de estas prevenciones, siempre surgirán los verdaderos payasos que quieren llamar la atención.
Paso fundamental para la victoria es escoger bien para ganar. Aquí en la escogencia podemos poner el mapa rojo, rojito o perder la revolución
fnatera@yahoo.es