Pasadas las elecciones de candidatos del Psuv nos queda hacer un balance para separar la maleza del trigo, del maíz, y obtener una buena cosecha a corto plazo. El método utilizado no es el mejor cuando entra en acción el dedo burocrático o subjetivo de los miembros de una directiva nacional. No los descalifico, no, sólo que ese método es odioso y reaccionario. Si decimos que esas fueron las reglas establecidas, me pregunto: ¿Quién(es) las estableció? ¿El soberano? No. De las tres posibilidades para la escogencia de los candidatos(as) la tercera es la inoportuna e inadecuada. Debe prevalecer la mayoría absoluta y la igualdad de condiciones en la propaganda electoral. No hubo sanciones para los candidatos con poder establecido, llámense alcaldes, gobernadores, concejales o diputados de la Asamblea Nacional. Eso fue deshonesto, ventajista y se debe corregir radicalmente. Un caso patético es el del Estado Bolívar. Otros casos se corresponden con funcionarios del alto gobierno que se aprovecharon de su protagonismo en el poder para promocionarse. Hay candidatos que se lanzaron a la arena de las escogencias basados en un trabajo directo con las comunidades, hombres y mujeres que desde el comienzo del Proceso se han entregado sin condiciones. ¿Cuál es el carisma y el trabajo hecho en Aragua, por ejemplo, por el flemático ministro Isea? El poder de cerca quema, enceguece, desubica si no se tiene una fuerte conciencia revolucionaria. Mario Silva o cualquier otro camarada pueden optar por un cargo en cualquier ciudad siempre y cuando tengan la suficiente conciencia socialista y bolivariana que sea la égida de su amor por la patria, para servir al colectivo sin el ánimo de enriquecerse con el erario público. En síntesis, la unidad en torno a los candidatos electos del Psuv tiene fisuras que deben ser corregidas a tiempo. Sí creo que el señor Mario Silva debe cultivar más la humildad pues proyecta cierta prepotencia que no le hace nada bien. Si yo viviese en Carabobo votaría por él. Si viviese en Aragua votaría, con pañuelo en la nariz, por el candidato en cuestión. Si viviese en el estado Bolívar tendría que hacer un ayuno de siete días para tener el estómago de votar por un candidato de tan alto rechazo. Y así nos encontramos con casos muy específicos donde el liderazgo regional no fue apoyado ni reconocido. Eso debe ser corregido, repito, con medidas de emergencia pues la unidad NO ESTÁ garantizada en varias regiones del país. Mi conciencia política me dice que DEBEMOS votar por nuestros candidatos, nos gusten o no, pues no podemos darle ninguna oportunidad a la derecha asesina para que gane algún cargo regional que pueda desestabilizar al gobierno y sus obras sociales.
¿Qué haremos con la camarada Lina Ron, por ejemplo? El señor Mario Silva debe dar ejemplo de humildad, que dice tener, y disculparse con esa señora que bastante ha luchado por la causa revolucionaria. Esa noble dama debe ser rescatada del purgatorio donde gente nuestra la quiere tener. No podemos estar descalificando a nuestros compañeros de lucha por posturas fanáticas de solidaridad automática con el presidente o con sus allegados pertenecientes a los anillos derechistas de poder. Por otra parte, ¿Quienes son los invitados a los programas de opinión en VTV? Los mismos de siempre pero a los que hablan claro y sin miedo los censuran, los evaden, les dicen: "Mi asistente te llamará en cuanto pueda". Listo, al callejón del olvido. Reconocemos el esfuerzo de la señora Vanessa Davies que dio oportunidades a muchos rostros desconocidos que optaron por una candidatura. Pero en la calle se vio la ventaja grosera de los que detentan el poder regional.
Debemos luchar muy duro para lograr la unidad en un mayoritario porcentaje. La unidad 100% no existe, eso pertenece a la utopía inalcanzable, al mundo etéreo, pero una gran unidad nacional sí es posible obtenerla corrigiendo lo antes expuesto. Las cúpulas que deciden por nosotros deben ser eliminadas de cuajo, eso es retrógrado, antidemocrático y pernicioso para soñar con un socialismo bolivariano basado en la solidaridad y la justicia igualitaria. Quisiéramos ver algún candidato electo del Psuv declinar su investidura por otro de origen sencillo que trabaja duro con las comunidades el año todo, eso sería una demostración contundente de conciencia revolucionaria. Pero no, el poder los obsesiona. Han sido "cien" años diputados, alcaldes, gobernadores, ministros, etc., y todavía quieren seguir disfrutando de las mieles del poder. Nos falta mucha conciencia. Sigamos adelante. El látigo endógeno de la autocrítica es nuestra mejor guía. La adulancia pertenece al mundo involutivo. Dijo un gran sabio: "Errar es de humanos pero es de necios continuar en el error".
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