No es una tarea sencilla pero hay que asumirla en su justa dimensión...Los sectores revolucionarios debemos entender desde ya el mensaje que el líder de este proceso, Hugo Chávez, nos está enviando; quisimos comenzar estas lineas con un mensaje esclarecedor de ese extraordinario revolucionario como lo es Fabricio Ojeda, el mismo que fue capáz de dejar todo por la revolución, incluso la vida, esa acción le da la suficiente autoridad moral para tomar en cuenta sus consejas y recomendaciones. Debemos partir de un hecho cierto, no es cualquier "concha de ajo" la construcción de un partido como el PSUV, con fallas y errores, es lógico, pero significa un colosal esfuerzo de este pueblo para construirse una herramienta política para su liberación, y esa liberación para lograrse debe pasar por la toma del poder. Un partido es creado para tomar o mantener el poder, para ninguna otra cosa se constituye una organización política, de lo contrario, cualquier otra visión sobre el tema solo se le puede adjudicar a los "clubes de amigos", jamás a un partido y menos si es revolucionario.
El PSUV tiene delante de si un enorme reto, diseñar y aplicar la política acertada, eficaz y exitosa en cada municipio o región en estas elecciones regionales. No puede ser obra de "los milagros de Chávez" el éxito que esperamos para noviembre; cada región tiene sus peculiaridades, sus características, sus bemoles y en base a ella se debe diseñar las estrategias adecuadas. Ya la vieja costumbre de sentarse a esperar que Chávez venga y levante la mano tiene que quedar erradicada, es menester, dentro del marco estratégico,, definir las tácticas adecuadas que nos permita convertir a cada realidad adversa en un potencial de crecimiento y desarrollo del movimiento. Es necio pensar que Pedro, Juan o José, con solo sentarse frente al televisor, observar a Chávez levantarle la mano a unos candidatos y ya...¡todo está resuelto!. Error, quien haya sido designado candidato o candidata del PSUV tiene la tatánica tarea de construir la unidad. Unidad desde las bases, desde los batallones, desde las realidades más pequeñas. Una táctica adecuada nos permitirá convertir reveses en victorias, situaciones adversas en situaciones ventajosas, obviamente siempre interpretando el sentimiento de las bases y sobretodo ejerciendo un fuerte trabajo de pedagogia, sin caer en retaliaciones y posiciones de autosuficiencia porque se tenga asegurada la tarjeta del PSUV. Por encima de toda aspiración individual debe estar la parte importante en función de la sociedad. Cada región hay que ubicarla en su realidad y contexto, el tiempo y el desarrollo de la campaña nos dirá si nuestros candidatos seleccionados el 1ro de junio serán quienes en definitiva puedan ser o si es necesario establecer alianzas con otros sectores revolucionarios...jamás serán pactos con los partidos de la derecha, esta práctica debe ser erradicada de las políticas del PSUV.
Vale la pena entonces recordar a Fabricio...Es necesario conocer la realidad, interpretarla y entender que la dialéctica en la lucha y en todas las cosas de la vida está permanentemente presentes, nada es estático, todo se mueve, se transforma y cambia constantemente; el proceso revolucionario tiene que enamorar muchas almas dispersas que en el fondo son pueblo humilde, sujeto central de esta revolución, sin exclusiones, sin mezquindades y espíritu retaliativo y prepotente, principalmente porque no es de socialistas la retaliación y la prepotencia.
Vaya pues este mensaje para todo aquel que asumió la responsabilidad de mantener y conquistar los espacios aún incluyendo los que están en manos de la derecha, llegó el momento de hacer de este enorme esfuerzo colectivo un acto político que valga la pena, de lo contrario, si seguimos viéndonos nuestro ombligo corremos el riesgo de perder la perspectiva y por nimiedades perder el objetivo principal que es la conquista de los espacios de poder en función de seguir impulsando este proceso hacia el socialismo.
No está de más estar alerta a todas las posiciones viscerales que a veces nos inunda, esto se observa generalmente porque no hemos dado ese salto cualitativo en donde las ansias del poder nos lleva generalmente a "callejones sin salida", a veces nos entrampamos en posiciones motivadas por las visceras más que por la razón y el reposado análisis de cada situación, análisis hecho bajo la lupa de una visión revolucionaria, socialista y comprometida con los principios bolivarianos. Algunos pensarán que esta es una posición utópica, imposible de llevarla a la práctica, pero si no pensamos de esta forma, si no interpretamos adecuadamente la realidad de cada municipio, de cada región, de cada lugar bajo un enfoque revolucionario y socialista, estamos obligados como revolucionarios y debemos hacernos un autoexamen y preguntarnos ¿Nos merecemos estar al frente de esta responsabilidad como candidatos o candidatas del PSUV? Que cada quien se haga su propia respuesta, de conciencia, de corazón y convicción revolucionaria.
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