Hugo Rafael Chávez Frías no para, no lo paran pero si le paran. En fechas sucesivas ha puesto sobre la mesa, tres propuestas que han tenido su impacto y que obligan a la reflexión, discusión y la preparación para la evolución y perfectibilidad de la Revolución Bolivariana en Venezuela con, posiblemente, incidencias en lo externo. Nos referimos a la tesis de la permanencia de la “guerra de guerrillas”, en los actuales momentos junto con la propuesta dirigida al Secretariado de las FARC, en la persona de Cano, de liberar a los retenidos; la nueva política económica sustentada en las ideas-praxis del socialismo siglo XXI; y, la solidaridad con todas las comunidades de América y África que habitan en diferentes países europeos que son “demonizadas” por la Comunidad Europea.
Trataremos de acercarnos a cada una de las propuestas en mesa de negociación. Chávez, como buen llanero, propuso, en primera instancia, la liberación de los retenidos por las FARC. Acto humanitario acorde con su pensamiento y su praxis política. La necesidad de ir despejando el camino hacia la paz en la Región, contenida en la propuesta, es de una “agresividad política e ideológica” que debería ser motivo de discusión por los “círculos de estudio” tanto de la Revolución como de la “contrarrevolución”. La propuesta contiene elementos de doctrina militar, política e ideológica que, aún habiéndose propuesto y discutido con anterioridad, es, actualmente, una propuesta vigente. Una vez hecha la propuesta pasó a informar su pensamiento revolucionario sobre el carácter de la “guerra de guerrillas”, en las actuales circunstancias. La dijo claro, alto y precisó en sus palabras. De ello, no hay duda alguna. Pero si alteramos la ecuación poniendo primero la propuesta sobre la “guerra de guerrillas”, es evidente que como conclusión inmediata se llegue a la conclusión de la necesidad de liberar a los retenidos, camino hacia las conversaciones de paz en Colombia con la participación de actores fundamentales y afectados por el conflicto.
La segunda propuesta fue la nueva revolución económica. En 1978 el líder chino Deng Xiaoping propuso una nueva política económica para la era post-Revolución Cultural. Tiempos difíciles para el populoso país. Para recuperar la economía necesitaba China dos elementos: inversión venida desde el exterior y las nuevas tecnologías (bienes de capital) que permitieran, en un periodo de tiempo, modernizar el Estado chino y alcanzar una distribución equitativa en una sociedad donde el 85% de la población, para el momento, vivía en el campo. La propuesta económica de Chávez tiene diferencias (no matices) importantes. El Gobierno bolivariano, sin negar la posibilidad de la inversión externa, no se tiene que someter a las “leoninas” condiciones del capital internacional para la inversión interna. Decíamos en otra ocasión, que Venezuela, beneficiándose de los referentes de los precios del barril de petróleo, ha alcanzado cifras importantes de acumulación que le permiten deslastrarse de las presiones del capital internacional. Chávez, con su estilo llanero, lo dijo muy claro. El Fisco recibirá este año, 2008, cifras que estarán por encima de los US$70 mil millones de dólares americanos. Con relación a las tecnologías de punta (bienes de capital) le propuso al empresariado privado, políticas que fueran en mutuo beneficio dentro del esquema de las normas socialistas perfectibles. Se dirigió, directamente, entre otros, al Grupo Polar. Las declaraciones públicas del Grupo Polar, en palabras, es de acercamiento al estudio de dichas propuestas. Pero, es evidente, la política comunicacional navarro-aznariana del Grupo Polar. A veces pensamos sobre quienes llaman la atención sobre la propuesta de Chávez con respecto al empresariado que es la de “tener cuidado”. Para la fecha y, quizás, como elemento de negociación, en Ultimas Noticias, aparece la noticia de la solicitud de “sincerar los precios del aceite de maíz: “Mazeite”. Tamaño error del Grupo Polar, Chávez no se deja presionar; es más, le molestan esas actitudes que nosotros consideramos como desagradecidas. El Grupo Polar, lo considere usted lector como zaibatsu, kereitsu, conglomerado, trasnacional, etc, ha sido (lo desconocemos si actualmente) el grupo privado más importante de Suramérica. Deseamos que lo siga siendo para beneficio, indirecto, de Venezuela. Pero debería comenzar a pensar como tendrían que interactuar con el Gobierno y la Revolución Bolivariana. No se trata de llamarnos “camaradas” porque no lo somos ni nunca lo seremos. Hay diferencias ideológicas de fondo y forma. Pero las realidades nacionales de “sumar ganando” es una de las políticas de la Revolución Bolivariana.
El tercer elemento que está obligando a la reflexión, es la directa frase de suspender los envíos de crudo a aquellos países de la Comunidad Europea que “practiquen” las políticas de “violación de los derechos humanos” de la migración proveniente de América, África e, inclusive, Asia. El venezolano rememora a esas comunidades europeas que vinieron a trabajar a nuestra Patria provenientes de “guerras y desolaciones”; de “hambrunas y persecuciones políticas”; en la búsqueda de esperanzas. Vinieron y muchos se fueron y se están regresando a sus países. Venezolanos y latinoamericanos que, conociendo la Historia, miran la decisión de la Comunidad Europea como si aún estuviéramos viviendo en el siglo XVI y ss. Los habitantes de este continente no somos “bienes de capital” que se toman y se dejan al buen saber y entender del imperialismo europeo. Bien ha sabido actuar el Gobierno de Zapatero al informar sobre una acción diplomática sobre el tema con los países de la Región.
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