Resulta fascinante escuchar, leer, los eufemismos de las crónicas que la mayoría de seudorevolucionarios a diario emiten, diciendo y escribiendo que nuestra nación no sufrirá ninguna consecuencia por la crisis que ha estallado en las entrañas del capitalismo. (Supuestamente para estos señores panegiristas, Venezuela es el paraíso del socialismo).
Quienes se han metido en la cabeza o se lo creen que de verdad somos un país socialista, deben saber que aquí media un tablero entre el discurso y la verdadera practica revolucionaria, que nos direcciona cada vez mas como socios comerciales estratégicos de Washington, quien puede negar que todavía nuestro petróleo se vende casi con exclusividad a los amos del mundo. Por la verborrea somos revolucionarios, pero por la practica todas las estructuras siguen aferradas a las barbas del TIO SAM.
El declive financiero de las corporaciones Bear Stearns, IndyMac Bank, Fannie Mae y Freddie Mac Lehman Brother. AIG y Washington Mutual, principales compañías de financiamiento y garantías hipotecarias de Estados Unidos reflejan la magnitud de la tragedia que abortaron los mercados hipotecarios internacionales cuyo epicentro estamos señalando.
Esta explosión especulativa de la industria inmobiliaria demuestra por una parte, como el Estado suele ser diferente en los periodos de bonanza utilizando todos sus recursos para el rescate de los rufianes especuladores de Wall Street. Por la otra, ese plan de rescate presentado inicialmente por Henry Paulson, Secretario del Tesoro norteamericano, implica reembolsar cuantiosos recursos financieros, lo cual por supuesto tiene un fuerte impacto en la crisis presupuestaria, trayendo lo que todos sabemos, recortes en los programas sociales, educativos, ciencia y tecnología. Este patrón de conducta intervencionista del Estado ante la crisis, para salvar corporaciones que no tomaron riesgos prudentes en el mercado de la vivienda, hace reflexionar y preguntarnos ¿por qué no intervienen para favorecer a millones de estadounidenses y salvarlos de las inminentes ejecuciones hipotecarias que harán que pierdan sus viviendas?
Sencillo, el Estado norteamericano es la base que sirve a los intereses del salvajismo del capitalismo y nunca a los intereses de las mayorías de su pueblo. De ahí que hayamos visto al asesino Bush, ojeroso, pálido, extremadamente activista, intensamente intervencionista, dispuesto a cualquier cosa necesaria con tal de salvar a los mercaderes de la especulación inmobiliaria, sin importarle el abultado déficit fiscal que originará su plan. Así que su sucesor heredará ese colosal y dimensional déficit fiscal. Y estemos claros, este seudo rescate no revertirá la tendencia en la declinación del dólar como moneda de reserva mundial y su descenso frente a otras divisas, ni los índices inflacionarios que padece el pueblo estadounidense. Por supuesto, que esto se profundizará y traerá consigo una enorme y prolongada recesión de todas las economías en el mundo, incluyendo a la economía “SOCIALISTA DE VENEZUELA”.
Por otra parte, esta crisis, como otras del pasado, no es nada nuevo ni tampoco representan ningún colapso del sistema capitalista. Recuérdense que el señor Carlos Marx, lo dejo bien claro, “…la economía capitalista se desenvuelve necesariamente en oscilaciones cíclicas que se alternan entre prosperidad, crisis, recesión y reactivación (El Capital III).
Como se puede observar, combatir a este feroz enemigo no es cuestión de sueños, ni charlatanerías, este es un enemigo “duro de matar”. Estoy seguro que eso lo saben los verdaderos socialistas y los comunistas, por supuesto con la real conciencia que se necesita para entender lo que significa esta ciencia social. ¿Cómo podemos ser enemigos a muerte de alguien del que somos sus más encarnizados aliados? Sin ir mas lejos que hubiera pasado en Cuba, si Fidel después de derrotar a Batista, hubiese conservado las estructuras dependentistas económicas comerciales a los amos, tales por mencionar uno, los cochinos casinos ¿Hoy sería una revolución?
No nos engañemos, ya está bueno, y esto para los verdaderos camaradas, lo que llevamos años luchando y no nos hemos quebrado. Aquí el Estado, su Asamblea, sus instituciones, su PSUV, demás partidos hoy vueltos al ruedo político por las mediocridades de los Burócratas de la nueva estrategia y que comunicacional, mi hermano, no son revolucionarios, son una nueva clase de capitalistas burgueses. Doy fe y testimonio que el entorno de funcionarios, incluyendo a los nuevos ricos y hoy en su mayoría candidatos y oportunistas y que de la revolución, empresarios y que socialistas, que rodean esta supuesta revolución, son todos con etiqueta Made in USA capitalistas burgueses.
La estructura socio económico de nuestra nación, incluyendo corrupción, inseguridad, falta de trabajo, abusos, que nada tiene que ver con los combates políticos para crear un nuevo socialismo, son totalmente de corte capitalista. Lo que si puede estar ocurriendo es que estemos en busca de nuevos amos capitalistas, como lo es China y Rusia, es una nueva estrategia que se juega para mantener una supervivencia artificial políticamente. Se que los nuevos economistas de la seudo revolución, se me van a venir encima, porque esa es otra, esta es una supuesta revolución que nadie puede criticar y menos opinar para corregir, pues la ley es que todos tienen que mantenerse callados ante todos los abusos, todos los errores que hacen los nuevos burócratas del nuevo capitalismo.
Estos nuevos predadores sin reglas, no mas que las de la ignorancia no van a regular por ningún motivo su voracidad criminal y llegaran al final tal y como lo hizo el hombre que se comparo con Bolívar: el “gocho” Carlos Andrés Pérez, ese mismo que se la daba de socialdemócrata y que arrastró a tantos falsos izquierdistas, hoy metidos en el seno de la llamada revolución.
Pero lo que si es cierto, es que es una lastima que otra vez se aborte el sacrificio y las luchas de nuestro pueblo, que se le engañe y que no se hayan escuchado las voces del verdadero revolucionario, que nademos en todo el medio de un anarquismo que nadie se atreve a corregir y que no hayamos sido capaces de crear una verdadera ideología revolucionaria para el siglo XXI, pues la verdad es que esta es una revolución sin ideología, sin la fortaleza que proporciona la verdadera conciencia socialista. Critico y digo esta verdad porque no tengo compromisos con nadie, mi compromiso es con el socialismo Bolivariano y con mi patria.
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