En las filas del PSUV había impotencia por la política que en los últimos años aplican los partidos del PPT y PCV con total impunidad. Su última estrategia fue recoger toda la basura disidente que no acató disciplina partidista. Sin olvidar que el PPT nace de un aborto en la Causa R, hoy sus dirigentes buscan espacios en las alcaldías, gobernaciones y parlamento regional, con la finalidad de asumir cargos públicos y financiar sus partidos sin militancia. Sus candidaturas nacen todas de acuerdos a espaldas del pueblo. Este hecho de por si no es censurable, pues cada organización es libre de ejecutar la metodología que crea conveniente. Lo inmoral es cuando pretenden beneficiarse del proceso y a su vez intentan destruirlo. Y esta forma parasitaria de vida es muy evidente. Nos sirve de ilustración la candidatura del actual alcalde del municipio Caroní Clemente Scotto, quien viniendo del PPT obtiene la candidatura por el Movimiento Quinta República, tras una negociación en Caracas. Nadie objetó tal candidatura, no tanto porque no hubiesen otros candidatos, sino más bien, porque en las filas revolucionarias se confiaba en que las autoridades nacionales entendían el momento político y sabían lo que hacían. Pero el tiempo pasó, y el pueblo militante objetó las candidaturas a dedo, las decisiones de cogollo. Así que Clemente, luego de sumarse al llamado de la conformación del PSUV y las primarias de dicho partido, pierde la opción de ser candidato. Lo mismo sucede con otros políticos, menos populares. Una minoría evidente en la militancia revolucionaria. Hasta aquí, todo es aceptable, pues para bien o mal, tienen derecho a pataleo o a ofrecerse a si mismos como la mejor opción. Lo que resulta mediocre y patético es venderse a través del presidente Chávez y autoproclamarse líderes de un proceso que contradicen, desconocen y sabotean con sus acciones contrarrevolucionarias. El PPT y el PCV están obligados a proponer una revolución distinta, otro camino, lo que los convierte en partidos de oposición. ¿Cuál es el problema de ser oposición en un país democrático?, para el PPT y el PCV sí es un problema por ser organizaciones parasitarias del liderazgo del presidente Chávez. En pocas palabras, dichos partidos quieren espacios de poder y saben que para ganarlos deben venderse como chavistas, sin embargo, no están dispuestos a aceptar el liderazgo del presidente ni su línea partidista. No se trata entonces de contradicción, sino de contrarrevolución, lo que resulta más peligroso y mediocre que la misma oposición.
Que Acción Democrática pretenda ganarle unas elecciones al partido de Chavez es lógico y normal, que pretenda hacerlo a través de un magnicidio es un delito, pero que el PPT y el PCV quieran ganar espacios con Chávez y a pesar de Chávez es traición y cobardía. En el Zulia les dicen pasteleros, en Bolívar les dicen guabinas con shampoo, pero en la Real Academia se les define como vulgares traidores.
Es curioso que desde hace tiempo, la verdadera oposición son el PPT y PCV, pues están dentro del gobierno, pero contra el gobierno. Mientras que en la oposición, existe un canibalismo político que no los deja levantar cabeza. Las grabaciones de Rojas Suárez y Andrés Velásquez demuestran que no son candidatos, sino mafiosos de la política, cuya enemistad nace de un desacuerdo en la venta de una candidatura. Lo insólito es que algunos medios se hacen de la vista gorda y no denuncian como se compran las candidaturas en la oposición. Si esos mafiosos llegan al poder, no tendrán escrúpulos para vender la gobernación. Ya Velásquez vendió la presidencia. PPT, PCV y el resto de la mafia opositora están descubiertos. Su próximo paso será desconocer los resultados electorales.
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