Para lograr un cambio significativo en la voluntad política del Estado Venezolano, debemos evitar que las concepciones desarrolladas en el campo científico no se neutralicen y, en ese correr del tiempo lograr un cambio de conciencia en América Latina que se proyecte a los modelos de producción y lograr a través de esas mutaciones que el proceso socialista avance hacia su plataforma real, evitando algunas tesis que resultan un poco contradictoria. Debemos observar muy bien los cambios políticos que viene observándose en el mundo y bajo el prisma de algunos cultores de la intelectualidad interpretar el significado de la verdadera patria y como el hombre desde hace décadas viene insertando una vértebra ideológica en el sentir de los pueblos, para dar lugar a una escritura muy bien marcada por estos tiempos y donde se define a los lectores muy bien, porque son portadores de un discurso narrativo y descriptivo que connota las bases filosóficas y místicas del verdadero Ser revolucionario. España y algunos europeos están inmersos en este tema, teniendo un perfil muy bien definido. Sin duda, debemos capitalizar algunas ideologías con sus respectivos errores, ya que la humanidad tiene un fardo para corregir, como es la corrupción entre los trabajadores de la institución pública.
Desde que nací, absolutamente nada ha cambiado en nuestro país, (Venezuela), y los ciudadanos no asumen su responsabilidad ante la patria, La escritura en el mundo nos ha demostrado su camino que conduce a una realidad global: el socialismo, en su marcha busca su propia misión con un lenguaje analógico tras la búsqueda de estructuras donde el estilo y la sintaxis sean homogenizados, para explicar en detalles una realidad existencial que es nuestra vigencia histórica ante ese mundo. Hay que dejar la polémica atrás e imponer el análisis como la ruta para lograr un voto popular libre de toda presión política.
La idea, ya no constituye una garantía para conseguir la verdad. Es necesario esquematizar una serie de juicios que van a generar la verdad, porque la duda ya no es un mecanismo para trabajar el conocimiento humano porque sus proposiciones no merecen interferir en la discusión de la historia. Es necesario, contemplar los principios de racionalidad para darle a nuestro Estado una ideología que refleje un mensaje de reconciliación y radicalidad de los postulados legislativos que corresponden con la realidad de un país socialista, como lo son en Europa, ya las polémicas no indican el camino certero de la realidad.
Ante la deshumanización en la perdida de nuestra identidad aborigen y de mestizaje, tenemos que reivindicar la sensibilidad y manifestar un control absoluto en el desarrollo tecnológico del Estado. De allí, la necesidad de insertar un conjunto de articulados en nuestra novedisima Constitución Bolivariana.
La historia recopila un conjunto de sucesos que detalla nuestros antecedentes en particular y estamos identificados con la bibliografía de un país, En consecuencia tenemos que analizar muy bien nuestra modernidad filósica para entender nuestra disponibilidad para el trabajo productivo y establecer con los nuevos cánones laborales, el verdadero sentir del pueblo que esta integrado a los modos de producción. Hay un proceso de ratificación de nuestros dirigentes que deben ser tomados en cuenta para conformar un verdadero liderazgo en nuestro Estado.
*analista/escritor
emvesua@cantv.net