Muchos venezolanos están sufriendo de miopía y en su búsqueda de la realidad política caen en el fracaso y buscan encarnarse en la prehistórica ideológica que nos acusa de ciudadanos mediatizados por la misma avalancha de escándalos del siglo pasado. Hay que darle paso a la inocencia infantil que plaga nuestra conciencia para avanzar a un comportamiento político que nos consolide cada nexo de intercambio cultural entre los ciudadanos que integran una comunidad y que asumen una aptitud responsable ante la realidad geopolítica de nuestra nación Hay que cohesionar el proyecto de país que tenemos tras el sentido de responsabilidad que debemos tener para responderle progresivamente a nuestras comunidades y asistir a las distintas reuniones comunitarias para lograr dinamizar los criterio básicos y avanzar a un control más declinada.
Este gobierno bolivariano solo busca adoptar algunas medidas tendientes a lograr la superación del conflicto originario provocada por el Capitalismo, una estructura económica en decadencia y que provoca conductas revoltosas entre sus Estados miembros. Los sectores conservadores de la derecha tratan de pronosticar caracteres graves entre la economía y el factor industria en sus distintas aristas que encuadran el factor productivo del país. En la nueva concepción empresarial hay que generar esfuerzos para crear las comunas y el poder popular en un marco netamente democrático, concibiéndose una visión unitaria del Socialismo en este siglo XXI.
Es necesario ir cerrando los ciclos geopolíticos del Estado para emprender con disciplina los cambios que exige el país para lograr su autonomía y desarrollo bajo la sustentación de venezolanos probos que ven en la ideología, el verdadero camino para contribuir a la escritura de una nueva historia que se esta gestando bajo la armonización de los venezolanos, cuyos alertas sirven para admitir los pasos de una nueva reforma constitucional que nos da una lectura abierta a los antecedentes históricos de nuestra gloriosa gesta patriótica.
Estamos en un camino transitorio con situaciones traumáticas que quizás conmocionen la integridad territorial, la opinión pública o la inversión interna, pero constituye una realidad que plasma nuestra creciente vida comercial y privada que determinan aristas de contextualización política que nos llevan a propugnar y satisfacer el camino de una sociedad que debe ser impulsada por la Reforma del mismo Estado.
Es cuestión de avanzar hacia la VI República y el Socialismo Cuántico en la vía de impulsar un nuevo Estado adaptado a la economía internacional. La misión es avanzar con plena libertad hacia una democracia de ascendencia ciudadana, donde la participación es el factor correctivo para desarrollar nuevas políticas de carácter comunitario y donde el ciudadano puede expresar criterios de validez universal.
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