El socialismo no necesita ser democratizada, ni tampoco tener alianzas para demostrar su perfil ante la imagen del pueblo que solo desea contribuir con la experiencia renovadora de ver una Venezuela totalmente transformada hacia el futuro. Es el reconocimiento a una diversidad de principios ideológicos, cuyo fundamento vital es construir el porvenir bajo una mirada direccional cuya expresión nos indica que sí existe una perspectiva ante la labor de enseñanza ideológica para lograr el discurso dentro de las coordenadas señaladas a quienes buscan una nueva orientación socialista.
En algún momento de nuestras vidas debemos esbozar las distintas situaciones que esbozan el socialismo y el atavío ideológico en que nos encontramos, porque, nunca hubo una memorización partidista que proyectara un verdadero movimiento revolucionario que encauce los objetivos previstos por la nueva patria.
El presidente, Hugo Chávez Frías, para arraigar un nuevo proyecto político en el país debe hacer un estudio de sus hombres en el poder. Es una verdadera lástima que muchos de ellos carecen de una visión clara sobre el socialismo de corazón, ya que, a once años de este proceso desconocen con lucidez, cual es la verdadera conciencia social y algunas misiones como Sucre, están siendo atomizadas para fragmentar su visión, tal como sucedió con Barrio Adentro, donde muchos no asumieron su responsabilidad socialista.
Todos los venezolanos tenemos que ir a un debate de ideas para lograr un pensamiento común sobre el futuro de nuestro país. El principio es madurar posiciones políticas para confrontarlas con el mundo ideológico y lograr un punto debatible que origine un gran movimiento de masas con verdadera sensibilidad humana.
La dialéctica debe constituirse en nuestro manual de trabajo para discernir los verdaderos paradigmas de nuestra historia y, es necesario ubicar los espacios para determinar la construcción del Socialismo del Siglo XXI. Los espacios políticos deben limpiarse de gente indeseable que no desean el triunfo de la revolución, constituyen a su alrededor gerencias burocráticas incapaces de cumplir con sus funciones administrativas, violentando las normas expuestas por la matriz de este proceso ideológico que Venezuela viene asumiendo desde años anteriores.
Debemos defender el proceso democrático y revolucionario que estamos presenciando los venezolanos. Porque Venezuela debe modernizarse ante el mundo y preparar su personal hacia los nuevos retos tecnológicos. En Venezuela se debe buscar la unidad política para asumir con franqueza los cambios que Venezuela exige. Es necesario asentar una Ideología de Estado donde se pueda flanquear los movimientos separatistas y neutralizarlos porque constituyen un peligro verdadero para nuestra integridad e identidad nacionalista.
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