El capitalismo se devora a sí mismo

Como funciona el gran negocio usurario con el "rescate" griego

Un nuevo ciclo de usura internacional con la crisis financiera, esta vez a nivel de los Estados, ya comienza a proyectarse desde Grecia (a través del fondo de "rescate") a todos los países de la zona del euro. Como mecánica central, los bancos y grupos usurarios internacionales "represtan" dinero a los Estados quebrados (como antes lo hicieron con bancos y empresas privadas), se aseguran la capacidad de pago con el "ajuste salvaje", y alimentan el nacimiento de otra burbuja ganancial con la especulación con los bonos (emisión de deuda de los Estados) en el mercado internacional. Se trata de un nuevo ciclo, donde el sistema capitalista se reestructura y recicla sus crisis en nuevas "burbujas" gananciales.

Reciclamiento de la usura

El gobierno griego, en estado de insolvencia para pagar su deuda,  pide dinero (a cambio de bonos) y emite más deuda. O sea vuelve endeudarse para pagar la nueva deuda.

La UE y el Banco Central Europeo (como intermediarios y garantes), el FMI y  y grupos de la usura internacional refinancian al Estado griego y a través del "ajuste salvaje" se aseguran de que Grecia  pague su deuda reciclada con nuevos intereses usurarios.

De esta manera, los usureros internacionales (bancos centrales y grupos privados) "prestan" el dinero, se aseguran la capacidad de pago con el "ajuste", y alimentan el nacimiento de otra burbuja ganancial con la especulación con los bonos griegos en el mercado internacional.

En definitiva la usura internacional, luego de asegurarse la capacidad de pago de la deuda griega (con el "ajuste" y la intermediación garantista de la UE y los bancos centrales), presta fondos para reciclar un nuevo macro negocio financiero con la deuda del país quebrado.

O sea "presta" (comprando emisión de deuda), no para rescatar a Grecia, sino para alimentar otro ciclo de endeudamiento usurario y de burbuja ganancial especulativa.

En resumen, el capital usurario pone el dinero (compra bonos), se asegura su retorno (capital e intereses) con el "ajuste salvaje" y la nueva disciplina fiscal (reducción del gasto público) , y se asegura la ganancia especulativa con los bonos en el mercado internacional (nueva burbuja especulativa).

La "burbuja" con el Estado

En otro escenario, con la experiencia griega (que amenaza con contagiarse a toda la Unión Europea)  se repite el negociado financiero con la crisis implementado con los "rescates" a bancos y empresas privadas en EEUU y Europa.

Desde que estallara el colapso bancario y bursátil en septiembre del 2008, el sistema nunca pudo recuperarse, y finalmente la crisis de la "economía de papel" terminó impactando en la "economía real", primero en las metrópolis imperiales de EEUU y Europa, extendiéndose luego por toda la periferia "subdesarrollada" y "emergente" de Asia, África y América Latina.

Mientras las economías de EEUU y la UE ingresaban en una feroz crisis financiera recesiva con quiebre generalizado de las megaempresas del sector industrial y comercial, con despidos laborales masivos, los poderosos conglomerados bancarios que integran el sistema de la Reserva Federal y los bancos de las potencias centrales reciclaron una burbuja ganancial con el Estado como instrumento.

Mediante el "rescate financiero" en EEUU y Europa, Wall Street y las bolsas mundiales, los bancos y grupos usurarios privados reciclaron una nueva "burbuja" ganancial con la crisis, no ya con dinero especulativo proveniente del sector privado, sino con fondos públicos (de los impuestos pagados por toda la sociedad).

Esos fondos (captados de los mercados de capitales usurarios)  destinados a los "rescates" fueron puestos compulsivamente al servicio de un nuevo ciclo de rentabilidad capitalista, al margen de una ascendente crisis de la economía real que marcha por vía paralela en los países centrales.

Simultáneamente, las economías reales del Imperio y de las potencias centrales (pese a los anuncios de "recuperación") permanecen en rojo en todas sus variables, y una crisis social, todavía de efectos imprevisibles, asoma de la mano de los despidos masivos en Europa y EEUU.

El costo de este monumental negocio usurario con la "crisis capitalista" (que ya fue exportado desde EEUU y Europa a los países de la periferia de Asia, África y América Latina) es financiado con el dinero de los impuestos pagados por el conjunto de la sociedad.

Se trata, en suma, de una "socialización de las pérdidas" para subsidiar un "nuevo ciclo de ganancias privadas" con el Estado como herramienta de ejecución.

Un proceso mediante el cual los megaconsorcios más fuertes (los ganadores de la crisis) se degluten a los más débiles generando un nuevo proceso de reestructuración y concentración del sistema capitalista.

La "burbuja" griega

Con  Grecia, la operación ya no hace a nivel de empresas y bancos, sino a nivel del "rescate" de los Estados quebrados.

La Unión Europea y el FMI, ofician como garantes y prestatarios de
la operación financiera, donde los bancos (centrales y privados) y grupos usurarios internacionales del "mercado de capitales"   financian el "rescate"  mediante la compra de emisión de deuda del Estado griego (los bonos).

Lanzados al "mercado de capitales", esos bonos reciclan otro macronegocio especulativo con la crisis, no ya realizado con bancos y empresas quebradas, sino con Estados capitalistas quebrados. O  sea que el negociado financiero con la crisis, con el caso emblemático griego vira de lo privado a los estatal.

De esta forma, la sociedad griega, principalmente su sector más vulnerable va a pagar el nuevo negocio de la usura internacional con la crisis, de dos maneras:
A) Con el "ajuste" que rebaja el salario y degrada los beneficios sociales de las mayorías y puede generar despidos masivos.
B) Financiando con sus impuestos el nuevo negocio usurario internacional con la deuda emitida por el Estado griego.

Paralelamente, y con el objetivo de asegurar un "fondo" disponible para el "rescate" de otros Estados insolventes o quebrados (nuevos negociados usurarios), la Unión Europea acordó un mecanismo de "asistencia financiera" que, junto con el Fondo Monetario Internacional (FMI), le permitirá movilizar más de US$900.000 millones con el argumento de "evitar" que la crisis de Grecia se propague a otros países de la eurozona.

Es fondo de "ayuda" (masa de dinero especulativo)  se suma a los 110.000 millones de euros (US$140.000 millones) del paquete de rescate a Grecia que los miembros de la Unión Europea el FMI aprobaran recientemente.

La crisis de los Estados

La financiación estatal de los "rescates" a empresas y bancos privados en quiebra, generó  en EEUU y Europa un proceso de sobreendeudamiento público (agregado a la caída de la recaudación por la desaceleración económica).

Este ciclo no sólo amenaza la estabilidad económica y la "gobernabilidad" del sistema, sino que también (y como ya sucedió con los bancos y empresas privadas) puede hacer colapsar  en cadena a los propios Estados capitalistas, tanto centrales, como subdesarrollados o emergentes.

En general, la sombra de una insolvencia de pago generalizada (producida por los déficit y la baja de recaudación fiscal) generó a  un rebrote de la crisis financiera en Europa, no ya a nivel de los bancos y entidades privadas, sino a nivel de los propios Estados de la eurozona

De esta manera, la crisis fiscal (producto del déficit comercial y recaudatorio del Estado) se sumó al panorama de agravamiento del desempleo (principalmente en EEUU y Europa), la no reactivación del consumo (producida por la desaparición del crédito para la producción).

 Y los interrogantes y las dudas persisten para el caso de que los bancos centrales USA-europeos decidan levantar los estímulos (planes de rescate) a bancos y empresas.

En este escenario, y como  producto de la especulación bursátil (escamoteados a la inversión productiva) en los últimos meses fue cobrando forma visible un nuevo actor emergente en la economía mundial: La "crisis fiscal" (producto de los déficit siderales que aquejan a los Estados de las economías centrales) que sucede a la "crisis financiera" en la debacle de la economía capitalista globalizada.

Y hay una paradoja:  La "crisis estatal" no nace como producto del endeudamiento privado sin respaldo (la economía de papel de los grandes conglomerados bancarios imperiales) sino como emergente de los programas estatales de salvataje financiero que han endeudado (sin respaldo fiscal) a los Estados, con EEUU y la Unión Europea en primer término.

La nueva crisis, como lo señala The Financial Times, ya está siendo exportada desde EEUU mediante el endeudamiento sin respaldo que explota el dólar como "refugio seguro" para los especuladores internacionales.

En este escenario se mueve el nuevo ciclo de usura internacional con la crisis financiera, esta vez a nivel de los Estados, que ya comienza proyectarse desde Grecia (a través del fondo de "rescate) a todos los países de la zona del euro.

La operación financiera con el "rescate" de Grecia no es nada más que otro  gran negocio usurario con la crisis, esta vez realizado con un Estado quebrado, y con el FMI y la UE como instrumentos de ejecución.


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