Todos los venezolanos debemos activarnos ante la injerencia de Álvaro Uribe hacia Venezuela, ya que constituye un plan estratégico destabilizador hacia todo el área caribeña, incluyendo a Venezuela. La idea central es orquestar una campaña adversa al gentilicio nacional y la permanencia de irregulares en el eje andino. Cuando los índices estadísticos proyectan un valor que nos permite señalar que Venezuela es uno de los pocos Estados en el hemisferio occidental que ha logrado disminuir la desigualdad social y donde los sueldos se han venido igualando en un solo contexto histórico. Cuando la realidad colombiana es otra, lograron infiltrar paramilitares en nuestro territorio, gracias a las benevolencias de Fedenagas y empresarios, quienes de una manera unilateral contrataron fuerzas de ex reservistas del ejército de Nariño para presuntamente prevenir el hurto de ganado y la usurpación de tierras en las zonas agrícolas y pecuarias del país.
El espionaje estadounidense esta dado por una diversidad de satélites colocados en toda la extensión del territorio colombiano y el personal traído de Manta – Ecuador- mantiene vigilada los puntos neurálgicos del territorio nacional.. En estos momentos en que las tensiones diplomáticas son densas, la oposición a través de ese cascarón vació que es la mesa unitaria o MUD busca darle la razón a Posada Carriles y Uribe, constituyéndose en verdaderos contrarrevolucionarios que solo buscan adueñarse de las riquezas de nuestro tesoro nacional y las selvas vírgenes para luego, entregárselas a Estados Unidos.
Sin duda, detrás de las acusaciones colombianas encontramos a un Estado Unidos deseoso de ser protagonista de una conflagración continental sureña para apoderarse de los recursos selváticos, hidrológicos y de minerales todavía vírgenes en el Sur. Ya todo esta planificado y organizado logísticamente para proceder al control de nuestras riquezas primarias. Los culpables de la injerencia extranjera en nuestro territorio nacional, son los viejos líderes políticos que no supieron modernizar sus partidos políticos y, se dedicaron a la dolce vita al utilizar el dinero del pueblo ahorrado en las entidades bancarias. Ellos, no respetan las normativas republicanas que garantizan la libertad comunitaria por medio del poder comunal.
La oligarquía colombiana ve como buen negocio la hostigación entre ambos países para proceder a la venta de armas y ocasionar incidentes en la línea fronteriza que socaven las bases democráticas de nuestro pueblo, que, solo desea vivir en paz como en libertad.
La MUD, plantea dos planes estratégicos en las entidades controladas por la oposición, como son colocar puntos de control en las arterias principales del Estado y mortificar al conductos, exigiéndoles documentación vehicular y personal, multas de alta codificación tributaria, como dejar que el delito y los homicidios se diversifiquen en prejuicio de la sociedad ya establecida. Por otro lado, fomentar un paro del transporte público. Y, en el segundo plano deteriorar las actividades en las instituciones recientemente nacionalizadas.
(*)filósofo.emvesua1@hotmail.com.