A pesar de su relación económica con el mundo, Estados Unidos ve como su
hegemonía económica decae frente a China, Brasil y Rusia. Trata por
todos los medios de influir en los planes militares y políticos de los
países de la región para empantanar sus estrategias económicas y
facilitar de esa manera la mediatización del concepto humanístico de su
colectividad. En este año, la economía estadounidense no termina de
despertar, originando un gran desgaste y una profunda recesión ya
anunciada, vio en Venezuela el acoplamiento de capitales golondrinas,
pero, la oportuna intervención del gobierno bolivariano troncho los
ideales de muchas ONGs que mantienen una estrecha relación con la
administración norteña y, ésta a su vez genera recursos a la oposición
como partidos minoritarios.
El gobierno de Obama busca una
reforma al Estado Norteamericano, para lograr un reacomodo de su
economía y fortalecer sus pirámides de sustentación global con las
colonias. Esto, con el fin de avanzar hacia una sola hegemonía de poder.
Ya, los discursos han sido expresados, solo queda una vía, la de
guerrear para su industria farmacéutica y el agua dulce.
Por eso,
muchos dirigentes de nuestro país sueñan con la derrota del espíritu de
Santa Marta. Aunque Santos es de la misma escudería ideológica de
Álvaro Uribe piensa en una Reforma para el Estado colombiano y,
precisamente, comenzar por la industria agroalimentaria y las tierras.
Las bases militares observan e indican algunas ideas a seguir para
asegurar un porcentaje de ese resultado, por eso, nuestra integración al
ALBA y a una moneda común en el cono sur.
En Venezuela- tema que
nos atañe- existe una guerra de baja intensidad con una organización
virtual asignada a un canal televisivo y una red bancaria ya aislada del
sistema, cuyo fin es controlar algunos líderes opositores al presidente
Chávez Frías y originar sabotajes en cadenas en diferentes Estados,
tomando en cuenta que el Proyecto Bolivariano dejo en esos cargos de
gerencia a personajes siniestros. Claro, me estoy refiriendo a cuatros
industrias básicas y corporaciones como la Hidrológica, el petróleo, el
sistema agroalimentario y de tierras, el energético. Las industrias
básicas deben ser supervisadas por el ejecutivo nacional, otras a su
control absoluto. Estamos en una asimetría del poder, en una guerra de
largo alcance con muchos dispositivos en el camino.
Mientras, los
franceses y alemanes desean sacar provecho de todo esto. Sus líderes
contribuyen con la Fuerza de Asistencia a la Seguridad Internacional,
(ISAF), y disimulan bien sus contextos históricos para afianzar los
contenidos geopolíticos de una nueva realidad internacional., la
ocupación de futuras colonias por las fuerzas, ya que las existentes, ya
se encuentran arrasadas y es necesario liberar nuevos territorios que
determinen nuevas fuerzas de avance territorial.
El fascismo no
puede generar concepciones negativas en nuestro Continente, mucho menos
en Venezuela. Hay que reconocer la resistencia de un pueblo en contra
del desfalco bancario y, la ocupación ilegitima de tierras provocadas
por extranjeros. Estamos en una decisión histórica para amoldarnos en la
búsqueda de un nuevo paradigma social, en nosotros esta el cumplimiento
de esa realidad que determinará la soberanía e integración de un
Continente solidario con un fundamento único que nos converge a todos,
la patria.
(*)escritor
emvesua@cantv.net