Sarkozy Nicolás, incendia políticamente el credo religioso en Francia, porque, esta proponiendo en una de sus locuras un debate sobre el Islam y, como el cristianismo viene originando en las masas populares una demagogia populista. Todo proviene de su derrota, desde los cantonales, quién lo salvo de su alcoholismo fue Muammar Gaddafi. El presidente francés – para algunos residentes de París de ha convertido en un mentiroso y su capacidad de actuación y pensamiento viene siendo muy limitada, ocasionando una crisis financiera y emotiva, por quienes votaron por su partido en las pasadas elecciones electorales, a sabiendas que el dinero utilizado eran de las empresas de Libia en Europa.
Por lo tanto, es preocupante la identidad espiritual de estos países, acostumbrados a una democracia muy determinista. Para algunos residentes, no reconocían la condición de cuervo del presidente francés.
Los representantes de seis religiones, indicaron su rechazo a un debate del laicismo, porque no refleja la dimensión real de fe y cuestiona el espíritu de polémica de quienes pueden discutir el anteproyecto de esa ley. El catolicismo francés se muestra exangüe y los indicadores señalan un testimonio muy poco prioritario para el presidente
La mayoría de los católicos han emigrado al protentatismo y, otra parte concibe la libertad de hablar más del sexo, aborto y divorcios sin tabus. No hay tiempo para criticar del Islam, ya que franceses lo han tomado como sus creencias particulares. Los mulsumanes aspiran ser mayoría en los entes públicos.
Con la Declaración Dignitatis Humanae, el concilio Vaticano II nos ayuda a especificar la relación entre Iglesia, Religión y Estado, recurriendo a la concepción de una libertad religiosa fundada en la dignidad de la persona humana, pero también en la revelación.
A NS, no le interesa el devenir de la sociedad europea y, pone a jaque el futuro de muchos jóvenes. Solo recurre como punto de la salvación del mundo a destruir la fe en Mahoma. El feminismo islámico es su locura y más con el burka, lo considera una forma de terrorismo intelectual, religioso y moral contra la libertad de las mujeres. El feminismo en Francia es una ideología de liberación y el Islam es obediencia.
Mientras que la izquierda española se extravía en un relativismo cultural y la alianza con la coalición destruye su plataforma política a futuro y, solo busca explotar las diferencias en base a la traición. Los norteamericanos y británicos no creen en la democracia, solo en el petróleo y las plantaciones vírgenes.
La muerte en el Líbano y Libia es una configuración de Sarkozy, en contra del burka y la mujer árabe, constituye su frustración como político y loco sexual, lamentablemente juega con fuego para inundar el mediterráneo de cadáveres. La revolución árabe como individualista y tribal, refleja en sí una ideología y lucha colectiva, es un tiempo de populismo, pero, su base ideológica es una doctrina guiada por consenso bajo un liderazgo.
La lucha del pueblo, tiene un carácter colectivo y se concibe una identidad humana. Todo tiene un encuentro común, nadie es analfabeta, todos, son parte de un género guerrero por la fe.
La inhabilitación en Libia de un edificio por las fuerzas de la OTAN y la muerte de sus residentes, indican que los Derechos Humanos se encuentran abolidos y no hay destino final para las comunidades abiertas. Francia, transforma su derecho civil en una declaración de guerra para llevarnos a una muerte sempiterna, llevada a mano por borrachos del poder y de las aberraciones sexuales.
Los ármennos, turcos, drusas asirios alawitas y chiítas deben combinarse para fundamentar sus ideologías o serán arrasados por las guerras que han devenir en Tierra Santa.
