Los conflictos en la actualidad deben ser tratados con mucho tino y dialogo entre las partes afectadas, para lograr un acuerdo común. Las guerras de Irak, Afganistán y ahora Libia le han costado a Estados Unidos más de 14 billones de dólares, miles de lisiados y una pérdida laboral muy calificada. Es decir, el gobierno estadounidense se ha equivocado en sus actuaciones y viene provocando distorsión en sus estrategias de carácter militar. La idea es articular temas civiles y dejar lo militar hacia las actividades de seguridad.
Las organizaciones tribales en el Medio Oriente necesitan de un líder único, Gaddafi constituye la imagen de ese registro presidencial, por eso, las declaraciones militares han acabado con el proteccionismo de los sirios e egipcios. Los proyectos a largo plazo se hacen con mucha disciplina y constancia de de una fe a lograr, Todo Estado debe reformar su Constitución y avanzar hacia una democracia militante y militarista, acorde con lo que estamos observando en la nueva visión universal del mundo. Hay que concebir una nueva democracia en el mundo, pero, no caer en la daga de Estados Unidos e Israel. Hay que lograr el ejercicio democrático de los pueblos y debemos ser solidario con Libia, país atacado por aberrados sexuales y guerreristas.
El Islam es una mezcla de fidelidad y principios ideológicos. En el mundo hay más mulsumanes que católicos y las burka reflejan un respeto a la institucionalidad espiritual y familiar, pero el petróleo constituye una clave global. Así que estamos frente al mito político y religioso y, solo eso, refleja un movimiento netamente revolucionario y pone en claro el tema del burguesismo y el capitalismo. Hay que tener cuidado con la retórica y la voz de los pueblos, la religión es un dogmatismo que se expresa en una disciplina con verdadera capacidad de reacción y conocedora de su realidad geopolítica.
Debemos ir a la historia y conocer los aspectos de nuestra ciudad. Y la corresponsabilidad de los ciudadanos en sus respectivos colectivos, nuestro fin es hacer accesible la historia y detallar las experiencias personales. Los fundamentalismos deben acabarse y no hablar más de victimas y victimarios. Es necesario, entre sollozos, ampliar la repuesta de nuestra incidencia política y religiosa.
Ahora, hay una suma de proyectos, El Corán es un concepto religioso y debe enmarcarse en el cumplimiento de los destinos y nos da el conocimiento de los grupos, así que, todo no podemos verlo como una tragedia. Los judíos tienen un afán mesiánico de destrucción. No es el momento de expresar dogmas, ni doctrinas esotéricas, ya Marx ha sido recuperado de algunas doctrinas de 1844 y de lo escondido del mundo ruso. La religión es ya una acción social, solamente, que Sarkozy no desea pensarlo así ante lo contemporáneo.
Cada ideología implica una acción, solo faltaría descubrir la trampa de Dios, porque los acuerdos logrados tienen un cariz político y de provocación social. Es solo sospesar los análisis y ver los argumentos de los fanáticos de la OTAN. Lo fundamental, es asumir una dirección política y Gaddafi, lo estaba logrando con Libia, ahora, Europa paga caro su desobediencia. Los países poseen una gran crisis de carácter ideológico., porque los gobernadores y alcaldes no desean enfrentarse a una buena gestión de sus propias funciones, porque hay que idealizar un modelo económico y argumentarla con religiosidad, Es necesario formar nuevos liderazgos que atiendan a las comunidades y vigoricen las comunas, nadie puede permanecer callado, ante la indefensión judicial y militar, los países en vías de desarrollo deben asumir su protagonismo y avanzar hacia la realidad contextual de los sistemas teocráticos y filosóficos que rigen al mundo contemporáneo.
Es necesaria la formación militar y académica, más no el militarismo. Constituye una fuerza bruta que origina el sufrimiento ético en los pueblos, debe convalidarse ambas formaciones institucionales y fomentar un cuerpo de milicianos para combatir ciertas áreas no atendidas por las fuerzas constitucionales.
La Constitución debe ser reformada para ser integrada a unos conceptos más universales del acontecer nacional. Se debe conocer la discrecionalidad para unir vínculos que nos lleven al conocimiento absoluto de nuestra realidad geopolítica y avanzar hacia un Estado más figurativo y conceptual. África y Latinoamérica deben integrarse bajo principios comunes de acción política y hechos de cogestión social.
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