Libia- como lo declaró Aznar- es un gobierno soberano de principio islámico con carácter democrático, que, aceptó el juego de Estados Unidos y Europa para fortalecer el bloque parlamentario en el mediterráneo. Lo que venía originando un cambio impresionante en todos los estamentos políticos de la región. Los levantamientos rebeldes en Tierra Santa no favorecerán a estos pueblos en lo absoluto. La idea es avanzar hacia 2015- 2020 y controlar todas las fuentes energéticas del mundo, incluyendo al Amazonía y Venezuela.
Hata el momento, el gobierno de Obama viene siendo un fraude, ya que los republicanos siguen controlando los distritos electorales y el recorte presupuestario es un claro ejemplo de su futura defenestración al escuchar el espíritu de Grecia en la voz de aquellos que desean bañar en sangre al mundo internacional. La idea central de los grupos financieros de Estados Unidos guiados por Los Clinton, AlQeda, paramilitares y La Chevron es dejar huérfanas las formaciones políticas con base popular y, donde Muammar Gaddafi, constituye un claro ejemplo de formador de esas bases comunales. Lo que se exige, es un mayor dinamismo en la formación de agrupaciones políticas para derrotar a las columnas encubiertas en los partidos de derecha e izquierda y, quienes son serviles aliados a la bandera de una coalición aberrante e inhumana.
Gaddafi, siempre ha sido un amigo de Occidente y le suministra petróleo y gas y dinero libio, totalmente fresco para aminorar sus deudas. Por eso, la OTAN violenta normativas de la ONU y, los rebeldes libios no garantizan la continuidad política expansiva en su territorio de desarrollismo comunitario.
La verdad de todo esto, el G- 20 esta en quiebra y, los países que la integran necesitan del dinero libio para sostenerse y no ir en retroceso. La idea es crear inestabilidad, cumplir con las recomendaciones de Washington y los británicos. Los franceses, según su ministra de finanzas se encuentran en una estrechez sistémica, que, solo el petróleo libio los salvaría de la crisis por venir. Luego, vendría un requerimiento para América Latina por su descompensación política. Es un punto de agenda, donde la inflación y los precios de los alimentos, y el petróleo constituyen una varita mágica sin solución.
La credibilidad de Barak Obama se agota, Occidente en su voz se convierte en embustera por su ambigüedad al utilizar argumentaciones débiles frente a un piso político e ideológico. Necesitamos un cambio de actitud en la generación de políticas urbanas al igual que Libia. Concebir la autonomía de los pueblos para discutir y analizar nuestra visión sobre el desarrollo histórico de los mismos. Por eso, debemos tomar en cuenta el sistema capitalista contemporáneo, el mercantil urbano y el sistema tradicional en la organización de las comunas. Por lo tanto, la nueva ideología política es plurinacional, debemos saber identificar nuestros aportes a la soberanía de los países con quien, tenemos relaciones internacionales. Los temas de gobierno son estructurales y Aznar le dio un avispón a La OTAN que se han equivocado y el daño es irreparable.
La autonomía de Libia fue utilizada por Estados Unidos y sectores adversos al poder comunitario a tener banderas de confrontación regional de carácter interno y la gestión publica se agota, dando paso a una posición guerrerista. El Medio Oriente esta involucrado en una contradicción de principios históricos y religiosos que diversificarán el belicismo a nivel urbano para controlar riquezas que yacen y pertenecen a tribus autóctonas que encaran un proceso de integración subregional y continental.
Hay que aminorar las contradicciones políticas y convencernos de agilizar un gran movimiento internacional contra los manipuladores sectoriales que, solo desean desviar el sentimiento público y comunitario, hay que darle vitalidad a los procesos gestionados por nuestros antepasados hacia la libertad expresa de nuestra concepción histórica.
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