El impacto inflaccionario se centraliza en los precios, aunque el gobierno central busca mecanismos para tratar de contener sus nocivos efectos. Los negocios- en este momento- tienen un horizonte más largo que la década del 90, porque implica el planeamiento de nuestras acciones en un mundo globalizado, donde existe una movilidad de recursos humanos y la mayoría de las empresas se encuentran administrada por ciudadanos de diferentes nacionalidades a pesar de la recesión norteamericana, Barak Obama viene hablando en sus discursos sobre la floreciente democracia y, como la gente debe recordar como éste país- el estadounidense- durante décadas esta combatiendo las dictaduras para ser escuchado y resalta que todo ciudadano tiene que liberarse del miedo. Mientras, en Latinoamérica se predica que los cambios deben ser dados por el propio pueblo para lograr un nuevo escenario internacional, donde la cuestión ambiental constituye un factor común entre los sureños para lograr una economía progresista en el intercambio interno de productos comestibles.
Lo fundamental, es encontrar un mercado alternativo que nos permita intercambiar puntos comerciales, donde debe existir una conexión exacta entre las distintas fuerzas económicas que integran la Región. Lo fundamental es incentivar los cultivos y generar empleos, son estrategias que debe motivar el Estado hacia la intensificación agrícola y, un desarrollo fundamental de los colectivos.
Claudia Ortizal, viene pregonando un tópico donde nos señala que en Venezuela, se viene aplicando un control directo en la política ambiental y de los recursos naturales. De allí que, cualquier experiencia en instrumentos económicos es escasa y aislada. La contabilización de los costos ambientales y la fijación de precios en algunos recursos naturales no han sido bien desarrolladas dentro del sistema actual de mercado, a pesar de que se debe dar cumplimiento a una extensa y compleja legislación. El actual marco ambiental e institucional se encuentra relacionado con una evaluación macroeconómica social y sectorial, donde se visualiza los actuales problemas sociales y económicos que atraviesa el país.
El principal curso de acción del Ministerio del Ambiente ha sido la provisión de fondos públicos para obras de saneamiento. Partiendo de una estructura centralizada hasta un organigrama horizontal, donde hay una división correspondiente a cada área. Una de ellas, es la conservación de cuencas y aire. En esto, debe cumplirse algunos estándares para regular el impacto ecológico.
El gran problema son los fondos públicos, donde los índices del viejo continente europeo buscan reducir sus pérdidas para lograr una contribución moderada hacia la prima por riesgo ambiental en todo el ámbito de protección geofísico. En este sentido, se encuentra en peligro la soberanía de muchos países, porque, no hay una solución definitiva al eurobonos, ocasionando un desplome en los sistemas de producción certificada y, trae como consecuencia implicaciones profundas en el mercado y, los organismos institucionales son tardos para reaccionar y argumentar sobre la protección de las aguas y el aire, dando como resultado grandes enfermedades virales.
La inflación en Suramérica se ha descontrolado y, tras haberse disparado en un promedio del 21.3 % y España un 19%, nos indica una jornada muy ardua para los economistas que buscan ampliar a pasos agigantados los diferenciales para mantener los precios de los granos y el cuero. Pero, los mercados secundarios de deuda en el Cono Sur reflejan una incertidumbre, pero, Venezuela mantiene una relación factorial aceptable. Pero, su mayor problema es el consumismo, especulación y el interés de la gente por distorsionar los valores reales de productos que son expuestos en la calle por los buhoneros, que, mantienen una anarquía en las grandes capitales costeras.
El asunto no es salvar hitos, aparte de lo financiero, los países deben ir tras un proyecto multilateral de apoyo ambiental para mantener las vías y carreteras estables por los cambios climáticos abruptos, como una rotunda política de mantenimiento. Por esto, hay que cambiar el sistema económico y aplicar correctivos que determinen una economía periférica para ayudar a los pobres, con un plan de ajustes que conlleve a la estabilidad social y la recuperación de la economía en todos sus niveles.
Es bueno repasar la crisis europea para entendernos y observar el esfuerzo de China para controlar las fuerzas infraccionarias, habida cuenta que todos le debemos. Simplemente, en Latinoamérica hay que evitar nuestro regreso al mercado de capitales de una manera abierta, nuestro crecimiento debe ser controlado por la mancomunidad del Sur y avanzar de una manera acertada al redescubrimiento de un nuevo Estado democrático y confiable, regulado por leyes de esencia social.
Los impactos ambientales tienen un carácter universal, pero, hay normas que caracterizan su intervencionismo a través del consumo básico de productos a través de leyes que le repliquen a los monopolios estadales disfrazados en imágenes corporativas domésticas.
(*) filósofo.
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