Obama y Chávez: piensan y actúan igualitos

 

¿Qué tienen en común el “demócrata” Obama y el camarada Chávez? Dos cosas no exactamente iguales: un poco de semejanza en la piel y cada uno ejerce la Presidencia de su país. En lo demás, no poseen semejanza de ninguna naturaleza, porque mientras nadie duda que el camarada Chávez naciera en Sabaneta, de Obama –según el propio actor Jon Voight- no se sabe a ciencia cierta en qué lugar del planeta nació.

 El tremendo actor de cine Jon Voight, padre de esa extraordinaria y hermosísima actriz también del séptimo arte y ansiada por millones y millones de hombres de este planeta, Angelina Jolie, se le desató su ira para atacar con virulencia a Obama pero haciendo uso de un espíritu enfermizo de antichavismo de hamburguesería y perro-calientero acompañados de coca cola. Lo más seguro es que ande detrás de un jugoso contrato para filmar alguna película donde él haga el papel de general de las fuerzas invasoras a Venezuela para el derrocamiento del camarada Chávez y que, entonces, gobierne .a los venezolanos y venezolanas un pirata que tenga por nombre William y por  apellido Walker. Tal vez, el nombre de la película, para cautivar audiencia sea: “El campeón de los vaqueros invade a Venezuela a medianoche”.

 El candidato que promete mayor violencia estadounidense en el mundo, Mitt Romney, gozó un bolón y parte de las del público con las sandeces dichas por Jon Voight. Este, debe haber tenido una pea mayúscula que justifique sus sandeces, porque vomitó de frente enlodando su actuación como actor cuando, para sumarle votos a Ramney restándoselos a Obama, comparó a éste con el camarada Chávez.

 Para el actor Jon Voight, Obama y Chávez, cada uno por su lado, están llevando a la perdición a Estados Unidos y Venezuela, debido a la política de control sobre los medios de comunicación. Nada dice el actor Jon Voight, sobre la libertad de prensa y la libertad de expresión que existen en Venezuela para que periodistas de medios de comunicación privados digan todo lo que les venga en gana sin que nadie ni nada les moleste. Ahora y es verdad, en Estados Unidos existe control estricto de los medios de comunicación, por parte del Gobierno, cuando hacen sus guerras de rapiña y desean que el mundo no se entere de sus tropelías.

 El actor Jon Voight, experto ciertamente en el cine pero inexperto en política y sin decir la palabra acertada, sostiene que Ramney no es frío, cuando es todo lo contrario: caliente. Precisamente, aunque no lo reconoce el actor Jon Voight, tanto Obama como Ramney son políticos que piensan con la cabeza caliente y el corazón frío. Por eso, tanto el uno como el otro, proceden con violencia irracional para imponer los designios del imperialismo en toda la faz de la Tierra. Claro, para el actor Jon Voight, quien más prometa violencia y represión es el candidato a la Presidencia que puede salvar a Estados Unidos de sus enemigos que es la casi totalidad de la población del mundo y esto no se le ha pasado por la mente al actor Jon Voight. ¿Y como?: es que el actor Jon Voight, tiene tan caliente la cabeza como su admirado y salvador de Estados Unidos, Ramney.

 El actor Jon Voight, dice cosas que son competencia de los estadounidenses y no de nosotros, pero no por ello algunas son perogrulladas o sandeces. Acusa a Obama de no ser estadounidense. ¡He allí su xenofobia! Lo acusa de tener un padre comunista. ¡He allí su maltusianismo inglés! Lo acusa de tener una madre de dudosa reputación. ¡He allí su nazismo! Lo acusa de que no es socialista pero sí marxista. ¡He allí su gran ignorancia política! Lo acusa de que puso en riesgo a Estados Unidos y en peligro de desaparición a Europa con el sistema de salud aprobado por el gobierno de Obama. ¡He allí su ultra nacionalismo racista! Por todas esas perogrulladas o sandeces, llegó a la siguiente conclusión de política electoral: "Espero que por el bien de Estados Unidos, pero también de los europeos, el 6 de noviembre gane Romney". Le faltó decir: pero que antes, el 7 de octubre, pierda Chávez.

 Lo que, el actor Jon Voight, no reconoce de palabra pero el hecho se lo martilla como duende en su cabeza caliente, es que necesita primero, para poder hacer campaña a favor del candidato Romney, atacar al camarada Chávez. ¡Por algo será! Quieran Dios, el señor Jesucristo, la virgen María, todos los santos, todos los brujos, todos los astrólogos, todos  los encuestadores y el pueblo venezolano que el actor Jon Voight, no visite jamás el suelo de Venezuela para que el catire nazista no tenga oportunidad de traer sus malignas ideas para venderlas como mercancías imperialistas de consumo espiritual. Preferimos a San Penn, que es mucho mejor actor que el nazista Jon Voight y, además, sí piensa con la cabeza fría y el corazón ardiente. Por ello, sí apoya causas justas en este mundo donde el imperialismo estadounidense se ha convertido en el peor enemigo de la libertad.

Si Angelina Jolie aprueba las palabras o sandeces de su padre, lo juro, me separo de ella para siempre. Si lo hiciere, que se la cale Brad Pitt, pero no yo. Demasiado humanismo ha demostrado Angelina Jolie como para hacerse eco del nazismo o racismo de su padre.



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Freddy Yépez


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