En Venezuela tenemos Reina Pepeada, de la Pachanga, Rey del Pescado Frito, de la Hojalata, del Joropo, del Colesterol, de los Araguatos (Páez) e infinitos de monarcas de carnaval. No han abdicado. Hay al menos un conde, del Guácharo. Burda de reyes. Hasta para regalar a España, que anda en estos días escasa de eso. Con tanta sangre azul marino no sé para qué importamos al marqués Vargas Llosa. Aquí tenemos opositores hasta bastante más histéricos. ¿Para qué hacemos ese gasto y molestamos a Su Ilustrísima? Qué pena con ese señor.
Es decir, los supuestos atrasados nos burlamos de lo que en España se han tomado en serio por 39 años de reinado de un borrachín, mujeriego, matador de elefantas preñadas y corrupto, como varios de la familia, que tienen a quien salir. 79 años de franquismo. Ah, pero Felipillo dice que el bolivarianismo es una «utopía retrógrada». La que no es retrógrada es la utopía monárquica. Igual el marqués Vargas Llosa dice que nuestro socialismo es anacrónico. Lo que no es anacrónico es ser marqués.
Los venezolanos no podemos ni queremos imaginamos que haya un elemento o una tercia que viva, ponle, en La Lagunita (el Country quedó para embajadas y caserones fantasmas), que sea monarca y que uno tenga que doblar el lomo y llamarle «majestad». Algún guasón o alguna zumbona le metería el dedo en la barriga y le diría: «Y esa serenísima majestad ¿qué?». Una nueva revolución republicana se nos resolvería en una gran mamadera de gallo. Por eso casi no hay aristócratas de verdad en Venezuela, ¿leíste, ex ex MariCori? Apenas algún Larráin por ahí, que parece que hasta es verdad que te es hidalgo. No me refiero al que tocaba unas guarachas bien sabrosas, sino al golpista.
Se es majestad por la gracia de Dios. Cuando un rey muere se aclama: «Ha muerto el rey, ¡viva el rey!». Y «a rey muerto, rey puesto». No se lleva luto porque no ha muerto nadie. En Francia el cuerpo del rey solo podían tocarlo aristócratas, porque era sagrado, por eso lo trataban «a cuerpo de rey». Rico.
Una vez un bolsa preguntó al Zar de todas las Rusias, un elemento ahí que es zar y tal, en unos pits de Formula 1, cuál es su profesión.
El monarca le respondió sin mirarlo, con un soberano desplante:
—Zar…
¡Así se habla! Para que afinque y coja el hilo. Ni de vaina pregunto su oficio al Rey de Copas ni a su hijo Felipe VI, si llega a rey y me lo topo en una arepera, ponle. Puedo hacer otros ridículos, pero no ese. Ya sé que son unos sin oficio.
Se me olvidaba, ¡cómo pude!, Luis XX de Francia, casado con venezolana. No reina en ningún lado, pero lo pretende en Francia. Una criollita es Reina de Francia. Con flor de lis y todo porque el hombre te es Borbón y parece que bien Borbón. Bisnieto de Franco. Como JuanCa, que se te llama «Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón-Dos Sicilias», para que te la cepilles.
Con la presencia bolivariana de Podemos, en España están comprando alpargatas porque lo que viene es joropo. O fandango. Ya empezó, porque la abdicación tiene como causa, entre otras, el avance bolivariano.
Y al que me replique le adelanto: ¿Por qué no te callas?
@rhm1947