Los rusos estimularon el concepto socialista en América Latina desde 1915, muchos hombres abrazaron con verdadero ardimiento el fervor de sus comunidades, surgieron un conjunto de temas que fueron desarrollados en el tiempo, el Socialismo nunca fue pensado como un calco, algo importado de por sí, se exigía discernimiento y conocimiento de un gran movimiento que se iniciaba y era apenas la preocupación de algunos militares. Un grupo de intelectuales italianos se reunieron con con un grupo de sureños para macerar la idea y afirmar un replanteo de las luchas populares para desplazar a los militares del poder.
Los burgueses, en clara alianza con la oligarquía, buscan resistir algunos embates para lograr un frente único con los trabajadores de sus empresas y salvar de esa manera, el sistema capitalista. El proceso revolucionario sistematizo proyectos comunes de lucha a nivel Continental, pero, llegaban colonos judíos a Argentina e italianos, chinos al Perú, Colombianos a Venezuela y portugueses a Brasil. Lo que obligó a los rusos distanciarse un buen tiempo, hasta hoy. Este distanciamiento fue aprovechado por los anarquistas que incentivaron el capitalismo como la vía más eficaz para sobrevivir en el Cono Sur.
El marxismo se constituyó en un mito para nuestra sociedad. La historia en parte tiene un carácter mecanicista, se repiten algunos planos estratégicos y, se confrontan los ideales, gracias a esas luchas, hoy, podemos preguntarnos si hay la prioridad de establecer vínculos socialistas con países de nuestro contexto geopolítico.
Solo los progresistas, tienen una respuesta adecuada para la unidad latinoamericana La derecha vendió y regaló nuestro dinero a países del exterior, que, incluye el petróleo.
Marx genera a Lenin, quien a su vez engendra a Stalin y de allí se deriva a Mao con sus cinco tesis del Libro Rojo, de ese Socialismo utópico llegamos a un socialismo real, enmarcado en la historia como lucha de clases, cada país sureño, tiene una página de su acontecer histórico para llegar a una unidad latina y de nuevo, los rusos. por esto, el presidente Putin bajó a Argentina, un hueso duro de roer con los judíos conformando colonias en sus contextos geopolíticos.
Estamos en tiempos de trascendencia, hay que superar los niveles de inercia dogmática, oficial y oficiosa del Cono Sur, debemos formar nuevos líderes que graviten un movimiento verdaderamente progresista, revolucionario y cultural. Los cuadros gurnamentales actualmente no se encuentran alimentándose del marxismo y, hay muchas definiciones y preceptos en nuestra unión con el capitalismo, hay que hacer un análisis, como un punto de partida para interrogar la realidad.
El Socialismo es una fe apasionada sobre una realidad y, posee sus leyes que se originan en la dialéctica, tenemos raíces culturales propias, ya se debe obviar el tema de las trasnacionales como forma de comercio interno, Hugo fue Hugo, sabemos su obra. Ahora sucumbe ante el mundo europeo con sus plagas, jamás podemos jugar al tiempo. El Socialismo y la historia se confluyen para darnos una estructura económica, que, no la estamos alimentando, nos alejamos de las ideas del Comandante Hugo Chavez Frías en la acción del camino justo, somos proclives al capitalismo, burocratismo irracional y corrupción. Nadie lo detiene, falta disciplina y visión partidista. Es el momento de actuar políticamente para neutralizar los esquemas de la vieja Europa, muy practicada por los alemanes y franceses.