De nuevo, el abordaje del tema sobre seguridad, con relación a La Cumbre de Las Américas. Cuando sabemos que algunos países en el caso de Honduras se rigen por la turbulencia y la exclusión cultural. Vemos, como el Presidente de ese país lució desorientado en su discurso, destacando su impotencia al dialogo, porque, su libertad se encuentra condicionada a la presencia del presidente Barak Hussein Obama en la cumbre. Lo que nos índica una presencia cotidiana de una subcultura alienante que se fragmenta en sus funciones de Estado, donde visualizamos una perspectiva cultural poca extensa y entendible, lo que índica como unos países se encuentran sujetos a la intolerancia, abuso, rechazo y negación del otro más fuerte: Estados Unidos de Norteamérica.
América Central y del Sur, reflejan un estamento multicultural, donde el aspecto religioso es muy fundamental junto a sus costumbres y rituales que le dé a los jóvenes una postura muy recurrente en sus criterios de políticas estatales y municipales.
Los estadounidenses, son un chivo expiatorio del enclave republicano como demócrata, ya en muchas colonias observamos un potencial desorden y agitación social en grupos, tribus, como campamentos urbanos por carencia de escuelas y acción educativa, donde los jóvenes no pueden ir a ls juegos parroquiales, porque se exponen a la gendarmería y a la propia muerte.
Hay, algunos discursos extraviados, son como un chivo expiatorio, carcomido por la paranoia y esquizofrenia del mundo global. Inseguros, al dar un concepto de seguridad, donde los jóvenes y adultos se encuentran sometidos a una cultura audiovisual. La del videoclip. Estos conceptos desean llevarlos a América Latina para llamarnos demonios globalizados.
Ahora, los discursos políticos se construyen a partir del tema de la seguridad, por ahora, se le considera a los pobladores de algunas comunidades como esquizofrénicos y paranoicos y, buscan la ayuda estadounidense para refuncionalizarlo. Esperamos que el Fondo Monetario Internacional- FMI- siga favoreciendo a Honduras, pero,, las estadísticas son distintas a las desplegadas por su presidente en La Cumbre de Las Américas.
En las colas, puedo observar como sectores de la clase media entran en discusión por cualquier motivo. Las opiniones se hacen insultantes y, desde las teorías de la comunicación se empiezan a hilvanar los hilos de una lectura de la realidad a partir del cruce de cualquier realidad humana que nos golpea a diario, la verdad de un país inmerso en su agonía, de una globalización satanizada por el mundo financiero.
Nunca comprendida, la realidad de nuestras propias limitaciones para decir o proponer algo que oriente un mínimo a la organización de la Nación, de su cultura, la verdad, cada vez más fuerte y triste de nuestra muerte en vida por la desactualización. La nueva cultura económica global tiene que ser pensada como un orden complejo, dislocado y repleto de yuxtaposiciones, que ya no pueden ser captados por los funcionalistas. Desde 1987, existe un Capitalismo desorganizado, caprichoso y raro. La complejidad de la economía global actual tiene que ver con ciertas dislocaciones fundamentales entre la economía, política y cultura, que solo hemos recién empezado a teorizar. A su vez, la religión se ha convertido en un tema polémico, recién el ex presidente Alán García- Perú- viene criticando a las religiones primitivas que incluye al controvertido Cristo del Morro Solar. Lo que índica es que se viene introduciendo el término de ideologías absurdas de carácter panteísta, que, llama al hombre en su forma primitiva a no trabajar y creer en un espíritu milenario que nos convoca a una sola contemplación. Es un nivel de animismo primitivo, lo que determina una forma totalitaria encubierta con fundamentalismo religioso, para darle alcance al reinicio de un proceso político, es como proponer una cruzada contra un mundo o cultura que te hace pensar distinto, dando principio a diversas formas de religiosidad.
El hombre latino, debe asumir un gran desafío a partir de cinco líneas de análisis: lo étnico, lo mediático, tecnológico, financiero y el ideológico. Sobre estos ejes, giran los estados actuales y la cuestión cultural atraviesa a todos.
