Aventis

Francia y Cuba, enllavadas

El presidente François Hollande, busca adelantarse a Alemania y al Vaticano, llegando a Cuba para una subida histórica del papel de Francia en la costa caribeña y las Antillas Neerlandesas, busca abrirse al comercio internacional con el gobierno de La Habana, buscando la manera de capitalizar la isla. Desea venderle a Europa, productos de las islas cercanas a Cuba y de ella misma, es una oportunidad para occidente, dejando que Alemania e Inglaterra solventen sus problemas internos con Grecia.

Ya desea dejar atrás el escándalo de las gorras rojas, buscando refugio en un Estado Comunitario, como la isla cubana, donde el simbolismo siempre fue retorico y de allí que pueda partir hacia un capital global en Bolivia.

En muchos países desarrollados existe un gran desprecio por los programas constitucionales y esto, se enfoca hacia la población civil que se siente altamente decepcionada y consternada por la administración pública estadounidense, donde los afroamericanos pierden la fe ante el Estado, porque, no hay acceso al estado de derecho y justicia, son vejados y no se cumplen los derechos humanos, originándose una verdadera guillotina, porque los legisladores resultan cómplices.

El espionaje tiene una escala global, constituyéndose luego en una guerra informática- militar, donde hay vigilancia subterránea para actos decisivos.

Alemania, ha quedado rezagada, los norteamericanos aíslan a sus colaboradores y desconocen sus operaciones aliadas. Violentan las leyes, seleccionan los datos para operar, ya no se respeta la privacidad de la gente, ya no quieren estar en la cama con Alemania, los servicios de espionaje han sido muy costosos.

El tema de los derechos humanos, viene rompiendo con las trincheras geográficas y contradiciendo los principios democráticos en el mundo político, los espías como tal, se sienten perseguidos por el concepto de pensamiento disidente y, el imperio norteamericano está a punto de convertir en un culebrón diplomático cualquier perfil que cuestione a los desertores. Rusia, desea resguardarse de éstos celosos profesionales y ya no quieren proteger a los perseguidos políticos. Es lógico, lo primario son los enemigos del pueblo, la revolución y la patria.

Ahora, el espionaje tiene un carácter informático y es la idea de crear complots para destabilizar cualquier región y a sus líderes, y en esto, Colombia y España son buenos negociantes. Son círculos de trabajo para organizar y votar en las próximas elecciones parlamentarias.

Latinoamérica siente las pisadas de éste nuevo formato de espías, quienes tienen sus negocios en los grandes centros comerciales.

El espionaje es culpable de pugnas internas entre partidos políticos y organizaciones civiles que deslastran la capacidad de relación entre los gobiernos suramericanos. Por esto, las medidas de seguridad se perfeccionan para mostrar la desconfianza mostrada por los presidentes sureños ante ésta verdad.


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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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