Los presidentes de los Estados Unidos, nunca consideraron su condición como tal, porque en sus actuaciones no ejercen con libertad, la acción de la República, el Senado es el que toma las decisiones.
Ahora, la historia vuelve sus ojos al mismo tema, Rusia comprendió muy poco su papel en América Latina y los norteamericanos crearon monstruos como el Tratado de Las Américas, la Organización de Estados Americanos, (OEA), y fomentaron la creación de grupos como Alqaeda, Isis, y el Estado Islámico, que, trabajan en el Medio Oriente y, luego tienen planes de ingresar a Latinoamérica vía Colombia, Brasil y el Perú.
Cuba, viene avanzando en sus diálogos con EEUU y la Unión Europea, (UE), el nuevo entorno económico reclama universidades, inversiones y ajustes de cuentas por las expropiaciones. Aleida Guevara, solo exige respeto por la casta militar, ya que los estadounidenses solo quieren una gendarmería, no un ejército en los países sureños.
John. F.. Kennedy,(JFK), siempre estuvo de acuerdo que se rompiera la distensión con Cuba. En el fondo, fue un admirador de ésa revolución, líderizada por Fidel Castro Ruz y Ernesto Guevara De La Cerda para acabar con los desórdenes administrativos y públicos en la mencionada isla del Caribe.
A Rusia, le preocupó siempre a Occidente, pero, la actitud de Nikita Kruschok llevó al poder militar ruso a una controversia por el asunto de los misiles.
Luego de la liberación de los mil quinientos,(1500) presos cubanos por Bahía de Cochinos, ambos presidentes- Fidel y JFK- coincidieron en entablar un diálogo en secreto para ese acercamiento, pero, la CIA se mostró siempre inconforme con ese pronunciamiento para restablecer las relaciones diplomáticas.
En general, América Latina es una de las regiones más vulnerable ante el cambio climático y político. Muchas de sus comunidades se enfrentan por la búsqueda del agua y la megamineria y, hay comunas como Petorca, donde residen un buen número de mujeres solas, porque sus maridos tuvieron que emigrar para buscar nuevos puntos o fuentes de trabajo. El asunto del agua es un verdadero negocio para las multinacionales que la vienen privatizando y los intereses políticos, están socavando las bases de desarrollo y la agricultura familiar campesina, casi desaparece.
El agua, resulta costosa por la privatización y Venezuela no escapa a ésta usura, cuyo valor del botellón tiene un costo de 80 a 100 bs. Fuertes.
Obama, busca la posibilidad de convertirse, a los ojos de la historia en un hombre emblemático de Estados Unidos para el mundo, solo le falta incursionar en Latinoamérica y coexistir entre capitalistas y socialistas.
Uno, de sus hechos positivos, es la justa decisión de excluir a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo. Hasta Japón desea trabajar con el gobierno de La Habana y Francia.
El gran negocio es los turistas y activar las plantas industriales para producir azúcar con el cultivo de caña, que luego irían a los Centrales Azucareros.
Francia, detenta el treinta por ciento,(30%) de la deuda cubana con el Club de París, es un renegoceo entre 15000 y 16000 millones de dólares.
A su vez, Estados Unidos desea que sus diplomáticos en La Habana tengan libertad de movimiento por Cuba. Pero, el asunto de preocupación es la disidencia interna y sus representantes.
Es el regreso del colonialismo, teniendo como punto de referencia a Haití y Cuba, pueblos que son muy profundos históricamente y que reflejan una situación crítica en el Continente ya conocida.
La Cumbre de Panamá, satisfizo la demanda regional del fin de la exclusión de Cuba y desplazó la atención de la crisis USA- Venezuela ante unas firmas para exigir la limpieza del Estado Bolivariano como terrorista. Barak Obama, quiere un reencuentro con el hemisferio y articular estrategias, teniendo en cuenta los intereses latinoamericanos y caribeños.
Las Redes Sociales del mundo, son más hábiles en la difusión de sus mensajes políticos cargados de odio y extremismo religioso., a través de las tecnologías modernas de comunicación. La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Samantha Power, dijo al Consejo de Seguridad en abril, que, grupos como el Estado Islámico, Alqaeda, Boco Haram y Alshabaab emplean las últimas herramientas de la tecnología moderna para impulsar su causa. Las nuevas tecnologías, aceleran el progreso de la humanidad, pero, al mismo tiempo ofrecen herramientas para expresar sus contenidos pragmáticos.
El Caribe, es el punto de atracción de las fuerzas norteamericanas y desea tener éxito en la captación de éste territorio en los próximos seis años. De allí, la cooperación de los gobiernos de Colombia y Perú para ejecutar éste fín común con una fuerza primaria de 25000 hombres, más los grupos que hoy luchan en el Medio Oriente.
Ha llegado el momento. España, con una delicada situación interna, necesita estabilizarse en otros frentes. La consolidación con América Latina pasa con contemporizar con los acuerdos empresariales, reclamaciones y expectativas de sus diferentes familias ideológicas, incluyendo la monarquía.
Además, el voto del bloque latinoamericano, ante los organismos de seguridad internacional aconseja a Madrid, extrema prudencia.
El enemigo o es Estados Unidos per se, sino su política de acoso.
Latinoamérica, presentará en los próximos meses un problema de gobernabilidad. La crisis de los misiles de Cuba en octubre de 1962, fue un interesante juego de Póker entre dos bandos poderosos. El presidente Kennedy, en aquel entonces con 45 años de edad, tuvo que enfrentar la peor crisis de la Guerra Fría, ahora Obama busca consolidar ese pensamiento.
El asesinato de Kennedy es seguramente el acontecimiento histórico que más teorías de la conspiración ha desatado. Tal vez porque la verdad oficial (el asesino fue un tipo extraño que actuó en solitario llamado Lee Harvey Oswald) es demasiado sencilla para un crimen tan inmenso. Sobre el magnicidio de Dallas ha brotado mucha historia, gran periodismo y novela negra. En un artículo titulado "Kennedy, el presidente esquivo", la directora de The New York Times, Jill Abramson, recordaba que, como 40.000 libros publicados sobre su vida, Kennedy es el político estadounidense más famoso del siglo XX.
"El consenso histórico parece haber dejado claro que Lee Harvey Oswald fue un asesino solitario, pero las teorías de la conspiración abundan, incluyendo a Johnson, la CIA, la mafia, Fidel Castro y una barroca combinación de todos ellos", escribe Abramson. Según ella, la gran película de Oliver Stone JFK no ha ayudado mucho a calmar las teorías de la conspiración. En cuanto a obras literarias que aborden el tema, Abramson elige la novela de Norman Mailer Oswald (Un misterio americano). "La mayoría de los críticos piensa que el mejor ejemplo de ficción basada en el asesinato de Kennedy es Libra, la novela postmoderna de Don DeLillo publicada en 1998", escribe Abramson, quien no comparte la pasión por el libro.
Sin embargo, ignora tres buenos libros sobre Kennedy escritos por uno de los grandes narradores estadounidenses: James Ellroy, el autor de LA confidencial o La dalia negra entre otras obras maestras de la novela contemporánea. Se trata de la fabulosa y brutal Trilogía americana, escrita a lo largo de 13 años y compuesta por América, Seis de los grandes y Sangre Vagabunda, todas publicadas en castellano por Ediciones B. Son novelas que están más cerca de Oliver Stone que de Mailer y que se dan a todos los excesos de la teoría de la conspiración; pero forman un fresco extraordinario de las décadas cruciales de la historia estadounidense en forma de novela negra. El tema principal es el magnicidio de Dallas. La mezcla de historia y de novela negra es descomunal, a veces excesiva, como ocurre con las novelas de Ellroy, pero pocos narradores son capaces de expresar una época con tanta contundencia. Logra mezclar todas las teorías de la conspiración y convertirlas en literatura de primera fila.
En 1962, con 36 años, el joven líder de la revolución cubana, Fidel Castro, está de nuevo sometido a presiones tras el aplastamiento el año precedente del intento de desembarco en Bahía de Cochinos de rebeldes anticastristas apoyados por Estados Unidos. Después de haber tomado el poder a principios de 1959, tras años de lucha guerrillera, Fidel Castro multiplica sus peticiones al bloque soviético, y en abril de 1961 declara que la revolución cubana es de carácter socialista. Meses más tarde asegurará que siempre fue marxista-leninista.
Justificará durante mucho tiempo su actitud de exaltación guerrera durante la crisis de los misiles. "Estábamos en negociaciones con los soviéticos. Discutíamos qué medidas podían tomarse -sin hablar de los misiles- para hacer comprender a Estados Unidos que una invasión a Cuba conduciría a una guerra con la Unión Soviética", explicó a Tad Szulc, su biógrafo. Discutida durante el verano de 1962, la propuesta de desplegar misiles es finalmente aceptada por Castro. Años más tarde, Castro dirá que en realidad no le gustaba la idea: "a nosotros no nos interesaba tener misiles aquí, ni una base militar. Lo que nos interesaba era la imagen del país. Una base soviética desvalorizaría la imagen de la revolución, su capacidad de influir en la región. ¿Por qué aceptamos (los misiles)? Fue muy difícil, pero era una cuestión de solidaridad internacionalista".
Cuando las dos superpotencias llegaron a un acuerdo para poner fin a la crisis sin que Kruschov siquiera le consultara, Castro apenas logró disimular el enojo. "Nunca consideré el retiro como una solución", explicaría más tarde, evocando "el fervor revolucionario, la pasión, el entusiasmo de aquellos días."
"Después de esta amarga pero instructiva experiencia, en la que Cuba no fue consultada ni considerada como debió haber sido, los cubanos ya no tendrían más confianza en la capacidad de los dirigentes soviéticos para gestionar los asuntos internacionales", dice el historiador cubano Tomás Diez Acosta.
Hoy, el tema regresa al tapete, Estados Unidos, desea ocupar nuestros territorios a corto plazo, sería una guerra o una intervención relámpago como a Panamá, mientras está planteada una nueva guerra mundial.