Varias generaciones se han unido en la lucha por elevados ideales y nobles objetivos enfrentando carencias, pero nunca faltando al deber de compartir con los que tienen menos. En eso Cuba es un ejemplo, como pueblo solidario e instruido que se ha propuesto alcanzar la justicia y ha hecho grandes sacrificios. Solidario, porque en donde se le necesita allí está, ante las grandes catástrofes surge su aporte humanitario, como en la lucha contra el Ébola en África.
Los cubanos de Martí aprendieron a rendir culto a la dignidad plena del ser humano y a la fraterna fórmula que siguen hasta hoy. Desde su trinchera de las ideas nos sigue orientando este gran padre de los revolucionarios y revolucionarias de Nuestra América, que es Fidel, líder de la revolución cubana e inspirador de generaciones de revolucionarios latinoamericanos y del mundo. Su palabra es más que nunca necesaria e iluminadora, ahora cuando más los jóvenes necesitan del líder con su gran sabiduría.
Fidel mantiene un bajo perfil público; pero en su cumpleaños 89 sigue muy activo y lúcido, parece haber aprovechado su retiro para cultivar dos de sus pasiones: el seguimiento y análisis de la actualidad internacional y los estudios de investigación sobre temas cruciales para todo el género humano.
Mantiene la costumbre de escribir análisis políticos mundiales que difunde en los medios oficiales cubanos y a escala planetaria y lanza sus famosas reflexiones que son tema de estudio para gente de todas las edades. Personalidades del mundo le rinden tributo en su largo andar por nuestros pueblos. En el 2014 en las reuniones en su casa con personalidades y mandatarios que visitaron la isla, como el presidente chino Xi Jinping, se entrevistó con siete presidentes que acudieron en enero a la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos (CELAC) y con el secretario general de la (ONU) Ban Ki Moon y el Presidente Vladimir Putin, recibe al presidente de Servia con el que sostuvo una amena conversación, Tomislav Nicolic quien lo condecoró con la banda de la Orden de la Reública de su país. También a Nicolás Maduro cuya charla con Fidel estuvo centrada sobre temas de interés mundial. Fidel y otro distinguido visitante, el primer ministro Fumio Kishida, dialogaron acerca de los lazos y las relaciones entre Cuba y Japón e intercambiaron sobre importantes temas internacionales. Se reunió con la reverenda estadounidense Joan Campbell y también recibió al presidente de Francia Francois Hollande.
El líder histórico de la Revolución estampó en la memoria de los visitantes impresiones intensas, estrechando su mano amistosa. Haciendo gala de su buen humor y hospitalidad. Fidel representa valores que han sido un pilar y que lo siguen siendo para nosotros, como el de la sensibilidad social y cultural. Su entrega y amor por el pueblo le han sido ampliamente retribuidos con gestos de reconocimiento, afecto y apoyo de miles de cubanos.
Un hombre con una personalidad arrolladora y gran carisma. Hasta sus adversarios hablan constantemente de él, incluso en buenos términos, reconociendo que es un hombre conversador, culto, preocupado por los temas sociales, etc. La mayoría de estadistas del mundo, independientemente de su ideología, coinciden en que Fidel figura entre las personalidades políticas más relevantes que ha dado la historia de la humanidad.
En la actualidad sigue siendo el mismo hombre, con el mismo rigor, la misma inteligencia, la misma moral, el mismo enfoque, la misma personalidad, los mismos ideales. Siempre está presente, tanto para su pueblo, como para los que lo admiramos y respetamos.
Fidel merece la admiración y el respeto por su papel a lo largo de la revolución cubana, con las transformaciones que ha sido capaz de lograr, incidiendo en muchos otros procesos sociales y políticos de nuestra historia contemporánea.
¡Felicidades, Fidel!