La recientemente concluida Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) que celebró el 70 aniversario de ese organismo, sirvió de ocasión, también, para mostrarnos el desquiciado mundo en que vivimos. Razón tenía el presidente uruguayo Tabaré Vázquez cuando en su discurso dijo que "el mundo se parece cada día más a un manicomio administrado por sus propios pacientes". Ejemplo de ello: las archiconocidas dictaduras de Arabia Saudita e Israel dirigen hoy las comisiones de los Derechos Humanos y de Descolonización del organismo multilateral respectivamente; Estados Unidos pretende hacer distinción entre "terroristas buenos o moderados" y "terroristas malos" en Siria, mientras recrimina a Rusia por su “parcialidad” y por “irrespetar” los “Derechos Humanos” de sus terroristas en Siria. ¡Locura total! El mundo al revés, diría el poeta Eduardo Galeano.
La ONU fue creada en 1945 con el propósito de evitar nuevas guerras desastrosas y mantener el equilibrio del poder entre las potencias triunfantes de la última conflagración bélica mundial. Sin embargo, las guerras y las contradicciones entre las potencias actuales se han intensificado. La agonía del capitalismo y el declive de la hegemonía de EE.UU. en el mundo es la causa principal de la locura. El terrorismo es su expresión más brutal.
La doctrina de EE.UU. en los asuntos internacionales "es la de la mafia. El padrino no acepta la desobediencia (...) Es demasiado peligroso. Y si algún pequeño tendero no paga dinero por su protección, el don no lo acepta y envía a sus matones para pegarle hasta hacerlo papilla" dijo el lingüista estadounidense Noam Chomsky.
La propuesta rusa de conformar una Coalición Internacional para luchar contra los matones (Al-Qaeda y Daesh-ISIL) del mafioso que pretende hacer "papillas" de Siria –la misma que es apoyada por Venezuela y muchos otros países- es las única y verdaderamente legítima acción internacional, porque se inscribe en el marco del respeto al Derecho Internacional que exige el previo consentimiento de los Estados soberanos para coordinar cualquier acción militar sobre su territorio. Es conocido que el gobierno legítimo y soberano de Siria, el presidente Bashar Al Assad, solicitó formalmente la intervención de las fuerzas militares rusas para luchar juntos contra los matones armados por Estados Unidos y sus aliados, que amenazan a toda la región, incluso al propio pueblo ruso y chino.
El debut de Rusia, China e Irán en el gran tablero bélico del Medio Oriente, en Siria e Irak, ha significado un duro revés para los Estados Unidos y sus aliados en la región. La genuina coalición liderizada por Rusia ha obligado a los halcones imperiales a replantear su jugada en la región ante la previsible derrota de sus matones. El inicio de los bombardeos de la coalición rusa en Siria, el 30 de septiembre de 2015, registra un antes y un después de política internacional. El mundo asiste a la manifestación más concreta, real del declive imperialista y el resurgir del mundo multipolar que garantizará el equilibrio y la paz mundial.
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