Estados Unidos de Norteamérica viene reordenando el orden financiero mundial a través de su Casa del Tesoro y Banco Federal y, busca determinar la circulación de los grandes capitales mundiales y la creación de nuevos ejes de producción industrial, donde vivirá el trabajador asalariado. Aunque en el mundo occidental, veremos un gran deterioro de la economía a excepción de México. El trabajo asalariado y sus formas de esclavitud persisten en Asia y el África.
Los gobiernos latinos recomponen sus deudas y capital, porque se deben atender requerimientos de inversión que les apremian a los gobernadores de Estado, que, exigen cada día más préstamos a las fuentes financieras del Estado.
Se necesita muchos gastos operativos para evaluar por un lado la eficacia administrativa y, por el otro todos los gastos de inversión. El Departamento del tesoro de los Estados Unidos de Norteamérica percibe cambios en el Cono Sur, gracias al Perú y Colombia, busca que las materias primas fluyan hacia Panamá. Lima y su principal puerto marítimo esta resguardado por navíos de la OTAN, dando a conocer su colonialismo y, aún quedan secuelas de injusticia un siglo después, al momento que se descubrieron al incumplimiento de las transnacionales a los derechos de cada trabajador, sin tener responsabilidad con sus deberes, mientras los grandes empresarios renuncian a la austeridad y los sacrificios.
Estamos ante los síntomas de una sociedad amoral que apoya el internacionalismo bélico y la forma de intervención en la vida de otros países.
El mundo Occidental se esconde en una cultura religiosa que no tolera el riesgo país, siendo profundamente individualista y se oculta en el puritanismo, para que, el gran Imperio resuelva su vida doméstica.
El ciudadano de los países occidentales ha encontrado su vida ahora en el entretenimiento y el multiculturalismo le da una literatura artificial, un cine elaborado con efectos especiales e historias irrelevantes que es una apología a la irracionalidad. Aunque es evidente el dominio total de la ‘sociedad del espectáculo’ en todos los países de Occidente, no debe olvidarse que el desarrollo superior de los países del norte de Europa fue debido a que se sometieron a un régimen de frugalidad, de disciplina y de un proceso educativo que los ha llevado a generar nuevos modelos de negocios con empresas realizando actividades insólitas, ya sea en el campo de la producción, como en el turismo, la gastronomía, el arte y de la cultura en general. Sin perder de vista que fue la educación moderna y de calidad el principal soporte para la creación de nuevos valores éticos y estéticos de su mundo capitalista de alto nivel cultural.
Desde hace poco más de dos décadas se esperaba que las grandes potencias asiáticas se integrasen al sistema capitalista de Occidente, con esto, se acabaría por transmitir el poder económico a China donde está ahora la mayor parte de la fuerza laboral productiva. Como se recordará, durante muchos años se advirtió que los científicos investigadores chinos e hindúes aparecían por todas partes en los países de Occidente, pero ya no retornaban a sus países de origen al no encontrar oportunidades de trabajo adecuadas a sus niveles de conocimiento.
No obstante, ahora retornan casi todos a sus patrias orientales al encontrar muy buenos puestos de trabajo, mientras que los conservadores más duros de Occidente siguen defendiendo los intereses que benefician solamente a la clase más poderosa, propiciando que una gran cantidad de compatriotas pobres sigan aumentando su grado de pobreza. Al mismo tiempo los grandes capitalistas de Occidente invierten ahora en los países de economías emergentes con China a la cabeza, mientras que los magnates financieros siguen destruyendo el estado de bienestar enviando sus empresas productivas al Lejano Oriente y los chinos siguen comprando gran parte de la deuda estadounidense.
En los hechos, la transferencia del poder económico de Occidente se inició hace ya varias décadas, desde que se promovieron los primeros tratados de ‘libre comercio’ que crearon la base de la globalización económica. Y el gran error continuó con el traslado al Oriente de las empresas productivas de Occidente. Por lo que ahora resulta muy difícil competir con países que pagan sueldos muy inferiores a los de Occidente ya que en ellos no existe estado benefactor ni prestaciones laborales.
Frente a esta situación, Occidente ha tenido que enfrentar la irresponsabilidad laboral de los empresarios, el retraso en las jubilaciones, la cancelación de los gastos sanitarios, de educación y de ayuda social, la proliferación de las contrataciones ‘outsourcing’ y los efectos de la bancarrota del Estado por la falta de los ingresos fiscales generados por empresas y asalariados.
Y ahora mismo, China con sus becarios en Estados Unidos y otras naciones europeas ha mantenido su liderazgo mundial en desarrollo científico frente al desinterés de los jóvenes occidentales de iniciar una carrera de investigación con largos años en las universidades y empiezan a ganar muy buenos sueldos desde edades muy tempranas en las nuevas empresas que operan con personas jóvenes muy avanzados en computación.
Conviene recordar que el Imperio Chino ha sido el único en la historia que ha logrado sobrevivir durante miles de años bajo toda clase de mitos e ideologías y superando infinidad de problemas, mientras que a los occidentales no les importa el futuro de sus compatriotas en el corto y en el largo plazo. En caso de que continuaran con sus desarrollos tecnológicos tendrían que enviarlos a Oriente, ya que los capitalistas de Occidente no quieren pagar impuestos, ni tener responsabilidades sociales y ecológicas.
Ahora mismo es más rentable para el capitalista occidental invertir en los Brics y en China que en Europa o los Estados Unidos. Aunque no debe soslayarse que los chinos están sufriendo grandes problemas con su medio ambiente aunado al cambio climático y al crecimiento en sus gastos sociales. Pero tienen la gran ventaja de que el proceso de militarización del Estado que apenas ahora inicia Occidente siempre ha existido en China.
Ahora, resulta absurdo que Occidente pretenda resolver su problema de bajo empleo y pocas empresas desean mediante inversiones gigantescas en investigación, modernizarse. Con ello solo han mostrado la arrogancia y la xenofobia de la raza aria, ya que el mal está hecho y fue producto de la arrogancia y del mesianismo de los dirigentes políticos de Occidente que habían sido precedidos por la estulticia y la prepotencia de Reagan y de la Thatcher, cuando a fines de los 70’s creyeron destruir el comunismo con mesianismo y publicidad en sociedad con el papa Juan Pablo II.