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USA, no le interesa una constituyente para Venezuela

Estados Unidos de Norteamérica desea un intercambio de opiniones con los países constituidos en sus colonias para legalizar las drogas ilícitas y, para esto, el pueblo es fundamental, porque siempre tienen un criterio de pronunciamiento legalizado y, para esto, viene utilizando una diversidad de falsos positivos que se evidencian por los detalles que se explican en las redes, sociales ante la debilidad de cualquier Estado en seguir manteniendo su historia secreta. El asunto final, es poder controlar la historia secreta gas – petróleo en el conflicto del Medio Oriente, y es necesario lograr un hilo conductor que los lleve a América Latina. El asunto primordial son las negociaciones.

Si trazamos la historia de la Paz desde la perspectiva de dictaduras podremos verificar que durante la Guerra Fría (1947-1991), cuando la Unión Soviética y los Estados Unidos participaron en una carrera armamentista, la URSS promovió su política exterior a través del Consejo Mundial de la Paz y otras organizaciones de fachada entre las que cuentan: Conferencia cristiana de la paz, Federación Internacional de Combatientes de la Resistencia, Instituto Internacional para la Paz, Organización Internacional de Juristas Democráticos, Organización Internacional de Periodistas, Unión Internacional de Estudiantes, Federación Mundial de Juventudes Democráticas, Federación Mundial de Trabajadores Científicos, Federación Sindical Mundial, Federación Democrática, Internacional de Mujeres, Movimiento Esperanto de la Paz Mundial, etc. Es decir, los camaradas se creen los dueños de la franquicia de la Paz tras la que esconden su operación actual, de promover una nueva Cuba en Venezuela al calco de nuestra amada isla caribeña, un error a groso modo utilizada por el presidente Nicolás Maduro Moros con fuerzas opositoras políticas que tiene un alto nivel anticomunista. Pero, fue ya aplicado en los países que bordean las zonas fronterizas de Rusia.

Entonces al abstracto ‘conflicto armado’ de ambos bandos, opositores y oficialistas le empezamos a ver el esqueleto y la carne, y sus actores dejan de ser personas abstractas: guerrilla, fuerzas del estado, paramilitares, grupos ilegales; o famosos por su crueldad y cinismo cuyos rostros, sentimientos, almas y las tragedias causadas quedan para el dolor privado de las víctimas, el secreto de los sumarios, la comidilla de los periodistas. De vez en cuando, si ese alguien es importante, ese conflicto se vuelve persona, ejemplo de tragedia, heroísmo o estulticia. De esa manera como usted no ha visto a Timochenko pegarle un tiro a alguien; a Martín Sombra supervisando secuestrados, al guerrillero X violando a una jovencita; el aborto obligado de una campesina, etc., frente a esos ‘personajes’ usted reacciona como si fueran mera información debatible. No como la real amenaza de muerte que son. Hable con un superviviente de Auschwitz a ver si Hitler es debatible. Y el periodista Ernesto Villegas, les dice neonazis de una manera directa, buscan confrontación.

Hay asuntos que no se puede debatir en público por su delicadeza.

A falta de una URSS a la que hay que darle cuenta, en la que Putin se ocupa de otros intereses, pero no deja de sentir la nostalgia del poder perdido, esa estupenda cortina de humo político que quiere darle con su relación con Donald Trump, llamada Paz, es la mejor estrategia para distraer del verdadero cometido en él, que los nuevos jugadores son la mafia internacional, el sector militar y el sistema agroalimentario de importaciones, a su vez, entra en la jugada, cierto sector financiero, y unos nuevos dueños del mundo, que buscan un camino para que Colombia se convierta en un país narco estado legalizado, más inteligente que el venezolano, con uno de los socios en el poder. La FARC- ELN, que le causa escorsor a los paramilitares de derecha Esa es la operación Sapo al que hay que deglutir con asco y refleja distintos sabores, desde el pupu humano hasta el de cerdo. Pero cuando los pueblos despiertan, como en Venezuela ahora, el miedo al futuro dictador o al terrorista desaparece. Sin embargo, hay un segundo escenario desconocido, el verdaderamente peligroso que no se discute porque es el escenario de la gente del común. Lo ilustraré con una fábula.

El país puede ser como una cacerola llena de agua fría en la que una inocente ranita está nadando. Se enciende un fuego pequeño que va calentando el agua lentamente. Poco a poco, el agua se va poniendo tibia. La rana encuentra la situación muy agradable y sigue nadando muy a gusto. La temperatura del agua va subiendo, empieza a estar caliente, bastante caliente. La rana ya no goza como antes, se siente un poco cansada, pero no por eso se asusta. La temperatura sigue subiendo, cada vez más; está muy caliente. La rana comienza a encontrar la situación desagradable, pero está tan débil que decide seguir aguantando sin hacer nada. La temperatura continúa subiendo aún más, mucho más… hasta que llega un momento en que la rana termina… cocinándose y muriendo. Los camaradas cuentan con ese adormecimiento de las conciencias para dar el golpe o manipular.

Hay gente en las direcciones institucionales que no son rojitas y cumplen el perfil de las organizaciones de derecha. Han dañado al Estado y, los verdaderos revolucionarios han permanecido diez y ocho años en silencio colectivo, (18).

No sé si usted pueda ver que en Venezuela, aunque la mayoría de la gente estuvo disgustada con Chávez por muchos años, aguantó; lo amaba, y lo querían, tanto opositores como oficialistas, con Maduro las cosas se pusieron muy calientes, pero allá todavía la gente no se cansa, piensan y piensan hasta que desemboca en una lluvia de huevos y piedras contra el presidente y el buscando la manera de detener todo esto, pero los Bachaqueros son una gran mafia colombo- venezolana y sin darse cuenta se convirtieron en un fuerte chavista. En Colombia con las Farc y Santos, aguantamos los venezolanos, muchos años; sin embargo, los cambios escandalosos, tanto allá como acá, se pueden convertir en la rutina del debate mediático y de cuarta generación, por lo que la forma lenta de lo letal escapa a la conciencia, no provocando respuesta significativa por nuestra parte, hasta que… o bien se reacciona cuando aún se está a tiempo, Colombia y Venezuela, o no hay remedio para las consecuencias que desembocan en la guerra, la muerte. La Guerra Civil, como Libia, Irak, Siria, comenzando por Kuwait y las Torres Gemelas,

Tengamos cuidado, no desatemos los jinetes del apocalipsis y dejemos de juzgarnos el uno con el otro, somos socialistas y apuntamos al bienestar y al ejercicio democrático. Como Chávez, Maduro y Carlos Andrés, Fidel y el Che, reflexionemos y la patria es única.

No utilicemos a la GNB y PNB como depredadores y represores, cuidado y pasemos a un nivel genocida. Estos cuerpos están siendo utilizados por la mafia internacional para su provecho financiero, ya el FMI – Fondo Monetario Internacional- nos está bloqueando con agudeza, solo queda una vía bursátil colateral y paralela, la del mercado y negro y Dólar Today, ojala, detrás de las paredes, no se encuentre un pseudoizquierdista haciendo negociaciones a costa de nuestro patrimonio.

Algo similar ocurrió con los alemanes quienes no se dieron cuenta del lamentable surgimiento del Tercer Reich porque estaban cómodos con el triunfalismo y la discusión intelectual del supremacismo alemán. En nuestro escenario tenemos la anunciada tragedia de Mocoa, la crisis económica que el presidente niega, el innegable problema de la salud y la entrega al abandono, el abuso del fast track y las leyes habilitantes, la corrupción, la sombra ominosa de las organizaciones bachaqueriles como cogobierno, como ilustración de una sociedad que cómodamente se va acercando a la condición de rana hervida. Estos son los escenarios que la historia consigna como reales en los que aparece el populista que le ofrece un falso remedio a la rana cansada, Hitler.

En contraste, cuando el verdadero intelectual piensa en los demás y sale de su burbuja de importancia, surge, después de Pearl Harbor, Roosevelt, un presidente que escondía su invalidez para no descorazonar a su pueblo. En su discurso de la infamia, el 8 de diciembre de 1941, muestra el duro, amargo y verdadero camino hacia la victoria convirtiendo un ejército, inferior al alemán, en el que le daría la libertad a Europa. No desconoció el descalabro, pero tampoco se entregó como lo hizo Vichy en Francia. Dijo Roosevelt esa noche: "Las hostilidades están ahí. No podemos negar el hecho de que nuestro pueblo, nuestro territorio, y nuestros intereses están en grave peligro. Con confianza en nuestras fuerzas armadas, con la determinación ilimitada de nuestro pueblo, ganaremos el triunfo inevitable – con la ayuda de Dios." Tomemos nota.



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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