La Iglesia católica Romana se valió de los privilegios del pasado, para posesionarse de un conjunto de leyes que fundamentan su Ley Secular y nos lleva a la jurisdicción de los asuntos religiosos a ese nivel, por lo tanto, los curas como jesuitas tienen inmunidad ante cualquier Estado a nivel civil y tienen derecho a sentar jurisprudencia ante sus tribunales territoriales. De esta manera el clero adquirió no sólo una santidad peculiar que los puso encima de la gente común, sino una inviolabilidad personal que les dio una ventaja enorme en todos sus tratos o conflictos con el poder civil.
Por lo tanto, gracias a una serie de fabricaciones, falsificaciones y distorsiones, llevadas a cabo a través de varios siglos y de la que la Donación de Constantino fue la más espectacular, los papas no sólo obtuvieron una posición ventajosa ante el Poder Civil, de incalculable valor desde donde se extiende su poder espiritual y temporal, pero se consideran a sí mismos, prácticamente independientes de toda autoridad secular.
Aún más, ellos se encargaron de que los estatutos de los emperadores y reyes en la vieja Europa, nada menos que el derecho civil de las naciones, fuera socavado, muy debilitado y, de hecho, borrado por su omnipotencia recién adquirida. Permitiendo en el tiempo una arraigada tradición y fortalecimiento de la credibilidad, dejando atrás el populismo de los gobernantes y virreyes. Desde el nacimiento del Imperio Carolingio el año 800 en adelante, los dones de Pepin, la Donación de Constantino, y los Decretales Pseudoisidorianas fueron asiduamente utilizados por los pontífices para consolidar su poder Así, levantaron documentaciones políticas y territoriales que, el papeado es en su conjunto una estructura de poder desde la Edad Media.
A la Donación le fue dada cada vez más variados significados por las sucesivas generaciones de teólogos
A pesar de la disparidad de sus puntos de vista, sin embargo, todos estuvieron de acuerdo sobre una interpretación fundamental: la Donación dio la mayor cantidad de energía posible y autoridad al papado. Y, muchas de las tierras europeas y de Latinoamérica le cancelan cualquier cantidad de dinero al Banco del Vaticano.
Así, por ejemplo, mientras que el Papa Adriano afirmaba que Constantino le había dado el dominio en estas regiones del oeste europeo a la Iglesia de Roma, Eneas, obispo de París, afirmó sobre el año 868 que, como Constantino había declarado que los dos emperadores,
el uno del reino y el otro de la Iglesia, no podían gobernar en una ciudad, que había retirado su residencia a Constantinopla, colocando el territorio romano "y un gran número de diversas provincias" bajo el imperio de la Sede Apostólica, después de conferenciar poder real en los sucesores de San Pedro. Los Papas actuaron sobre esto, con el argumento como base para aumentar su dominio territorial, con la nueva inevitable acumulación de riqueza, que iba con ello. Gregorio VII (1073) dirigió todas sus energías a tal efecto. Él concentró la jurisdicción espiritual y política en sí mismo, lo mejor para administrar el Imperio de Occidente como un feudo del papado.
Eso implicaba la extensión de su dominio temporal sobre los reyes y reinos de la tierra y por lo tanto sobre sus riquezas temporales. La captura de Jerusalén y el éxito de la primera cruzada dio prestigio incalculable a los pontífices. Mientras las naciones de Europa atribuían esta victoria al poder sobrenatural, los Pontífices Romanos fueron rápidos para transformar los grandes movimientos marciales de las Cruzadas en poderosos instrumentos que se utilizarán para expandir su dominio espiritual y temporal. Esto se hizo empleándolos como palancas militares y políticas, que nunca dejaron de producir ventajas territoriales y financieras durante toda la Edad Media. Estas políticas fueron un paso más allá cuando, basándose pretensiones papales en una interpretación aún más atrevida de la Donación, se dijo que los gobernantes seculares debían rendir homenaje al papado.
Un defensor vehemente de esto fue Otto de Freisingen, quien en sus Crónicas compuestas en 1143-6, no dudó en declarar que, como Constantino, después de consultar las insignias imperiales en el pontífice, fue a Bizancio para abandonar el imperio de San Pedro, para que otros reyes y emperadores rindieran homenaje a los papas.
Por esta razón la Iglesia Romana sostiene que el reino occidental ha sido entregado a su posesión por Constantino, y exige tributo de ellos desde entonces hasta el día de hoy, con la excepción de los dos reinos de los francos (es decir, el francés y el alemán). En este sentido, el Plan Zamora tiene que ver mucho con la Guerra de Las Cruzadas y, es fundamental el control del territorio para evitar posturas ideológicas y desafíos sociales. El tributo, lo debe pagar el pueblo por las distintas vertientes económicas que está aplicando el Estado, que, a su vez, debe conciliar con el papado para el pago del derecho a la tierra que es compartida con los cabildos, Venezuela no escapa a esta gran verdad.
El país, se encuentra en una coyuntura, religiosa, social y política. Debe implementar un control fuerte para corregir actos de indisciplina en cada comunidad y visualizar los factores de poder que desautorizan a los directores de despacho para sancionar a dichos directores locales que perturban cualquier acto de motivación social.
La Santa Sede y Estados Unidos de Norteamérica. Tienen los mismos propósitos para América Latina y, de una manera irónica se encuentran representando las mismas puertas de control social: Libertad religiosa, promoción de los Derechos Humanos y combatir el sufrimiento humano Ambos, ofrecen ayuda humanitaria, pero, al fondo, promueven niveles de control terroristas, obviando a las empresas transnacionales que aceleran el hambre, inducen inflación y apoyo al dólar paralelo.
Vladimir Putin, esta nerviosos, es un gobernante exitoso, pero es empresario a la vez y, ha hablado con Donald Trump sobre la reorganización económica mundial que tiene su talante globalizante. El Papa Francisco, estará siempre presente, como lo indique al comienzo de éste artículo, su Secretario del Vaticano, el Cardenal Pietro Parolín, posee en su haber documentos que avalan mediante testificaciones que, muchas de estas tierras que son un aperitivo por sus riquezas de parte de China, USA, Japón, Alemania y Francia, deben cristalizarse sus negociaciones religiosas y financieras en el Banco del Tesoro, Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco del Vaticano.
Estados Unidos, desea imponer un criterio de guerra en cuanto a la acción de sus colonias en el hemisferio occidental y, son las patrullas fronterizas con armamento pesado y tanques, algo similar de lo que aplica Colombia hacia Venezuela, teniendo presente las nueve bases militares que asientan a los infantes de marinas estadounidenses, muy ligados a la OTAN y a la VI Flota que controla América del Sur e islas caribeñas.
Francia, Alemania y Cuba, son los países centros de información para todo el eje europeo y Latinoamérica, éstos, a su vez, deben informarles a USA y Rusia de lo que sucede en todo el vasto territorio Hispanoamericano, por ejemplo. El portador de la cartera de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil denunció en Francia, los actos de los movimientos de derecha en nuestro país, Venezuela. Pero, esa información, debe ser recabada por Cuba para ir a Colombia en cualquier intento de negociación válida ante los hechos de terrorismo que aquí, actualmente se suscita,
El gran problema en Venezuela, es la diversidad de bloques políticos para controlar el país e usurpan la justicia en sus diversas variantes y esos monstruos están allí, dañando toda una estructura política- territorial, difícil de entender. El Papa Francisco, quiere sanear las cuentas del Sur con el Vaticano y las tierras fueron invadidas y ya no sirven para alimentar el gran sistema agroalimentario. Hay mucha gente ingenua que desconoce la historia y prefiere elevar criterios malsanos contra ciudadanos conocedores de su profesión y, algunas veces el presidente actúa bajo un asesoramiento algo discóbolo con la realidad territorial a nivel internacional. Lo que deseo expresar es que hay un nuevo reordenamiento mundial a nivel globalizante y territorial.
Fiel a la línea del Vaticano, el Papa Francisco no se pronuncia en estas reuniones sobre la cuestión de la guerra de Crimea, que dividió - con la ayuda de Rusia - a Ucrania, como sobre la guerra que en realidad se prolonga durante dos años, con los territorios del Este de Ucrania que se declararon independencia de Kiev. Esta posición ha creado un discreto descontento en la Iglesia Greco-católica de Ucrania, que a su vez a denunciado en modo abierto la pesada influencia de Moscú.