Los españoles, desean manejar criterios políticos que puntualice la realidad venezolana y y descubran algunos planteamientos de Pablo Iglesias y Monedero sobre los extremismos del presidente, Nicolás Maduro Moros, entendiendo que estos dos personajes vienen asesorando al gobierno bolivariano, sin duda, la influencia cubana viene crispando los pelos a la sociedad civil venezolana.

Lo que sí, han llegado a un acuerdo común es Colombia, Cuba y España porque urge frenar las manifestaciones que un grupo llamado Resistencia provoca en las calles y permitir una política de fronteras más adecuada y abierta a la migración. Pero, Rajoy es un crítico al socialismo que se ejecuta en el país venezolano y se busca tiempo para endurecer o suavizar la situación económica como política.

El gran desconcierto es la historia, regresa el Generalísimo Francisco Franco desde las sombras para marcar algunas respuestas, a su vez, el tema de la corrupción, lo cual constituye un cuento de nunca acabar. Se necesita mucho tiempo para tener una concepción clara de lo sucedido en el parlamento español y su proyección a los diputados del gobierno bolivariano, que, han menospreciado las oportunidades dadas por el comandante Hugo Chávez Frías y, ahora con Nicolás Maduro Moros, todo ha sido salpicado por los depósitos donde se guardan los alimentos en manos y control de militares, donde la sociedad civil, solo se encuentra presente en algunas eventualidades.

La parte territorial, es hoy muy fundamental para disponer de sus riquezas, cualquier líder de una institución oficial, puede convertirse en líder del partido a escala nacional, un ejemplo de ello, lo tenemos en Diosdado Cabello, luego de su derrota del gobierno de Miranda, guardó silencio para avanzar y controlar espacios geopolíticos y territoritorial, aplicando viejas estrategias militares y del partido Acción Democrática, donde su padre fue un fiel militante.

José Luis Rodríguez Zapatero, sabe mucho y espera que su interlocutor Pedro Sanchez, cumpla con las pautas establecidas para que la gente siempre lo reciba con avales. Ambos, no quieren ser más segundones.

Quieren ampliar la base de datos de su militancia, con los dólares que le cancela el gobierno bolivariano por sus asesorías. La idea es avanzar y apoyar la causa del bolivarianismo y abrirles el camino a los jóvenes dirigentes de Podemos, dejando atrás la discordia.

Son cuestiones de documentación y, el Palacio de Moncloa se encuentra recibiendo dichos documentos para analizarlos y archivarlos. Pero, lo que compete a dictadura militar, todo resulta engorroso, porque las dictaduras irrespetan los derechos de las víctimas de la misma.

Rusia, está interesada, también por Venezuela. Sus empresarios quieren seguridad interna para atraer comercios y atender las necesidades puntuales de algunos costos laborales. Todos, desean recibir prebendas, tras las conversaciones emitidas con anterioridad.

El reino de España, espera una concertación para cumplir las normativas comunitarias para avanzar sobre la ley de puerto y fronteras. Artilugios para abrir la posibilidad de cumplimiento de deudas y avanzar hacia el sector trabajador, valiéndose de los sindicatos y facciones organizadas, es un monopolio totalmente ilegal, pero, que beneficia a pocos.

Las ayudas a familias en una condición precaria, corre por parte del Estado, muchas veces extranjeras y llegaron por la situación de suelo y guerrilla, allí existente.

Lo cierto es que, nos topamos con la memoria histórica y, es necesario articular los textos para comprender que es lo que pasa con Venezuela. ¿Como unos países extranjeros, buscan injerirse en la política interna venezolana y bueno, allí, tenemos al Generalísimo Francisco Franco, mirando hacia Latinoamérica?

Es una lucha de cuentas, pero, los venezolanos, ya no queremos borrones y escapatorias, menos dólares, corriéndose de arcas. Nos atañe una aclaración de cuentas, el controlador debe disertar sobre esto, no hacer cacerías de brujas.

Rajoy y Trump son iguales de mezquinos. Están montados en la vida de una mentira apuntalada de embustes. Rajoy es el lacayo de la oligarquía económica y el oligopolio de la energía. Sin embargo, Trump es un imperio económico que no necesita a nadie que le apoye. A él y su nepotismo le basta para convertir a los EEUU de América en su gran imperio empresarial. Y Rajoy ya ejerce de lacayo con la aquiescencia del capital y el apoyo de los caciques del viejo, rancio y caduco PSOE.

Por lo tanto, Zapatero, nada tiene que venir hacer a Venezuela.

Rajoy, es un saboteador de leyes. A la vez, un provocador. Los símbolos de su dictadura es el ataque viral a los ancianos, aumento de servicios básicos sacadas de familias de sus viviendas, ranchos y edificios por no estar al día con los aportes por alquileres y cuotas de cancelación a la banca pública.

Las calles españolas se encuentran vacías y la gente busca no alterar su memoria. El pueblo, ya tiene tenacidad para requerir y protestar por sus derechos Nadie, quiere exhumar un cadáver, ya está bien. Hay que remover esas figuras y lanzarlas a la ciénaga , ojala que Pablo Iglesias siga lanzando piedras a las pequeñas lagunetas.

Todo, responde a una campaña electoral y que los políticos, no sigan bañándose en el fango, todo se nos viene encima, pero, Venezuela es un país democrático y socialista. No votamos por una dictadura.

Dejemos, los zumbidos judiciales y militares, vamos por la verdad.