Producto de algunas dinámicas laborales y revolucionarias, me he visto alejado un tanto alejado de las teclas. En primer lugar, y gracias a un artículo escrito por este servidor, sostuve una reunión con el camarada y compatriota José Javier Morales, actual presidente del Banco de Venezuela, quien me formuló una gentil invitación a las instalaciones del Banco Central de Venezuela ubicado en la esquina de Gradillas de Caracas, atendiendo a algunas inquietudes manifestadas por mí en el referido artículo que pienso recogen las inquietudes de centenares de miles de usuarios y usuarias de la referida institución bancaria. Expreso que fue una reunión muy gentil, grata y con una receptividad excepcional, que agradezco infinitamente, y que espero poder comentar algunos aspectos de la misma en próximos artículos.
Por otro lado, el día de ayer viernes 6 de abril de 2018, acudí a la sede de Fontur en Sabana Grande, Caracas, ya que fui invitado por el Consejo Socialista de la referida institución en el marco del 3er Ciclo de Conversatorios "Juntos Podemos Más", a una ponencia referidas al por qué y para qué ganar los comicios del próximo 20 de mayo en Venezuela (para el momento en que escribo estas líneas, restan 43 días de dichas elecciones) y las amenazas del imperialismo estadounidense contra de Venezuela. Agradecido infinitamente por la invitación formulada por las camaradas Antonia Castillo y Eliana Quintero por la gentil invitación, además de Guillermo Eloy Sulbarán, vicepresidente de la referida organización y miembro del Comando de Campaña Simón Bolívar del sector Transporte, que será uno de los artífices que conducirá al candidato del Frente Amplio por la Patria, Nicolás Maduro, y por ende, a la Revolución Bolivariana.
Pero, es en la parte de las amenazas del imperialismo que quiero centrar las próximas líneas a continuación, porque tales amenazas no podemos circunscribirlas única y exclusivamente a Venezuela, sino al resto de los países de Suramérica y el Caribe donde movimientos y organizaciones políticas progresistas y de izquierda tienen amplísimas posibilidades de alcanzar el poder político en sus países.
Es decir, la correlación de fuerzas de los gobiernos afines a los intereses hegemónicos de Estados Unidos pudiera nuevamente volvérseles desfavorable para el desarrollo de sus planes de dominio del espectro global, y a su vez actuar como puntos a favor de nuestra Revolución y del actual gobierno revolucionario que encabeza Nicolás Maduro.
Es ahí que la ofensiva desplegada por el imperialismo en países cruciales para ellos como Argentina y Brasil, se han aperturado sendos expedientes contra dos líderes emblemáticos y ex mandatarios además de ambas naciones. La primera, Cristina Fernández de Kirchner, actual senadora de la provincia de Buenos Aires y que el año que viene, pudiera volver a la Casa Rosada en el país austral. Pero dicha posibilidad pudiera ser truncada con la apertura de un proceso judicial por el caso AMIA, a fin de inhabilitar una probable candidatura presidencial de Fernández de Kirchner.
Del segundo líder al que me refiero, no es más que Luis Inacio Lula Da Silva, quien fue procesado por el caso del triplex de Guarujá, es decir, que el ex mandatario brasilero había aceptado que la constructora OAS le reformase un supuesto departamento de su propiedad en las costas de Guarujá (Sao Paulo), a cambio de favorecer a la empresa en sus negocios con Petrobras. Lula fue acusado formalmente en septiembre de 2016.
Estas acusaciones se formularon en el marco de la causa Lava Jato, la misma que fue empleada para montar el impeachment, o "juicio político" que sacó del poder a la entonces presidenta Dilma Roussef. Dicha casa está a nombre de la empresa antes mencionada, pero su ex director, Leo Pinheiro, señaló que estaba reservada para el ex- mandatario, como parte del entramado para cerrarle a Lula su eventual retorno al Palacio de Planalto en Brasilia.
El 12 de julio de 2017, el juez federal Sergio Moro (quien de hecho tiene ya fijada su residencia en Estados Unidos) determinó que el ex presidente Lula dirigió un "entramado de corrupción para conceder a la OAS contratos gubernamentales por un valor superior a los 25 millones de dólares a cambio del departamento". En ese momento declaró culpable al ex mandatario por corrupción pasiva y lavado de activos, condenándolo a nueve años y medio de cárcel en esta primera instancia.
La defensa del ex mandatario ha asegurado de que Lula nunca fue dueño ni residió en el inmueble antes descrito, y que solamente lo visitó en una oportunidad para considerar la oportunidad de un negocio que no prosperó. No existen pruebas ni documentos que establezcan la relación del ex presidente Lula con dicho edificio.
Un tribunal de segunda instancia no solo confirmó la sentencia de Moro en enero de 2018, sino que además aumentó la pena de prisión a 12 años y un mes. De acuerdo a la legislación brasilera, Lula pudiera seguir apelando en libertad, no obstante, la corte ha decidido abrir la puerta del encarcelamiento de Lula tras el fin de la segunda instancia.
En marzo de 2018, el Tribunal Superior de Justicia Brasil rechazó un recurso extraordinario de Lula para que prohibiera su orden de arresto hasta que el caso sea definitivamente cerrado en todas las instancias posibles. Es lo que se conoce como un habeas corpus preventivo.
Poco después, la defensa de Lula presentó el mismo recurso ante el Tribunal Supremo Federal, que es la máxima corte del país amazónico. El mismo dio su fallo definitivo el pasado 4 de abril, desestimando el recurso y abriendo las puertas de la prisión al ex mandatario.
Días previos a esta sentencia del máximo Tribunal en Brasil, el general del ejército de Brasil, Luis Gonzaga Schroeder Lessa, amenazó con un Golpe de Estado "si Lula no va preso". Lo que revela el entramado desestabilizador de la derecha continental en contra de la posibilidad de la vuelta de gobiernos progresista y de izquierda en el continente. (¿Resurrección del gorilismo militar en Suramérica promovido desde EE.UU?).
De acuerdo a los últimos sondeos, Lula ganaría la primera vuelta en los comicios generales de octubre en Brasil con un poco más del 44%, en contra del parlamentario de derecha, Jair Bolsonaro, con un 26%. De mantenerse esta tendencia, sería muy factible que Lula pudiera ganar en la primera vuelta dichas elecciones.
Pero, la orden del imperialismo en el marco de apoderarse de los recursos estratégicos de Suramérica, y a fin de que el bastión Venezuela caiga en sus manos en el contexto de la actual geopolítica internacional, es impedir a como dé lugar la llegada de la nueva oleada revolucionaria en los gobiernos de nuestros países, que cambie la actual correlación de fuerzas y que ya se avizora en el horizonte.
Por ello también no permiten el registro del nuevo movimiento que aspira formar el ex presidente Rafael Correa en Ecuador, para regresar al poder y con él a la Revolución Ciudadana, luego de la traición de Lenín Moreno a este proyecto político. Trabajan para sumir nuevamente a Venezuela en el caos y la violencia con la intención de impedir el triunfo de Nicolás Maduro el próximo 20 de mayo. Y preparan acciones similares para impedir la reelección de Evo Morales en Bolivia y lo intentarán en Argentina para cerrarle el paso a Cristina.
Vaya desde aquí nuestras solidaridad al compañero y hermano Lula Da Silva. La canalla no podrá con él ni cerrarle el paso a los procesos emancipatorios y libertarios del continente. Esta es tierra de paz, pero es tierra de libertadores, y no nos doblegaremos ante el designio del imperialismo.
Debemos articularnos nuevamente los pueblos, movimientos sociales y organizaciones políticas de izquierda, progresista y antiimperialistas ante estas nuevas agresiones y ofensivas que despliega el imperio en estos momentos en nuestras tierras. Hagamos realidad aquella conseja, de que estamos obligados a unirnos o vendrán a dominarnos y a recolonizarnos por separado.
El mismo Ché Guevara lo dijo: "Porque esta humanidad ha dicho basta, y ha empezado a andar, y su marcha de gigantes a empezado a andar". Así le decimos al imperio, la marcha de los pueblos rumbo a su liberación no podrán detenerla, por más acciones desestabilizadoras que desplieguen.
Por ello, es que decimos como la campaña lanzada a través del tuiter #LulaLivre
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!