No es casual que digan que la Cancillería, en vez de cultivar las buenas relaciones con la comunidad internacional, más bien insiste en pelearse con aquellos gobiernos que no comparten la ofensiva arenga del titular de la Casa Amarrilla. Por eso, algunos analistas consideran a Jorge Arreaza como "puente roto" o "rompe grupo".
Amanera de preámbulo, referimos algunas consideraciones que podrían ser útiles para revisar la equivocada política exterior que nos divorcia del mundo. En una ocasión Arístides Calvani se refirió a los factores condicionantes de la política internacional, y al respecto escribió: El hombre, en términos orteguianos, es un ser situado. "Yo soy yo y mi circunstancia". De un Estado podríamos decir, así mismo, que "es él y sus circunstancias". En otros términos, un Estado no es solo lo que ese Estado es, sino también lo que el momento histórico vivido representa para el mismo. Y concluye Calvani: Partiendo de este concepto, podemos distinguir tres factores fundamentales que condicionan la formulación y ejecución de la política exterior, a saber: el factor ético-político, el histórico-coyuntural y el estructural.
Aunque nuestro texto constitucional establece que el Jefe de Estado y del Gobierno es quien dirige la política exterior, sin embargo nos resulta un misterio que Maduro que venía de representar a Chávez ante la comunidad internacional, ahora sorprende que no se percate que su política exterior es un verdadero desastre, porque nuestro flamante Canciller no suma sino que resta, aislándonos cada vez más del entendimiento con otros Estados nación. Se finan porque ahora no hace falta ser experto en derecho internacional, pues basta con contraer nupcias con la hija del Presidente para que se abran las puertas del poder. "No me ayude compadre", parecieran decir esos pocos que todavía parecieran tener una pisca de consideración por el mandatario caído en desgracia.
Entre tanto, calma y cordura, mientras se resuelve esa manzana de la discordia que lleva seis meses esperando que sea elegido el sucesor de Ernesto Samper en la Secretaria General de Unasur. Haciendo un poco de historia, en estos casos el Presidente Francisco Linares Alcántaras, cuando veía a sus ministros discutir y no ponerse de acuerdo, exclamaba: "Que bruto son los hombres de talento". Que tal.
