Corea peninsular, fortalecerse en un solo proyecto ideológico

Kim Jong- un reveló que hay una esperanza en la unificación de las dos Coreas para conformar una nación libre y bajo concepciones diferentes, pero, una sola visión a futuro para cruzar las fronteras, debido a que somos una sola sangre. La visita del líder norcoreano contempla acuerdos comerciales mínimos. El presidente surcoreano Moon jae- in le recibió en la zona desmilitarizada de Corea, (ZDC) hasta llegar a la demarcación militar, (LDM),

El mar amarillo, debe llenarse de paz y dialogo para lograr un desarrollo común entre las variables que refleja el territorio en tensión y, sobre todo bajar la tensión militar. En esta declaración conjunta, hay un llamado para el cese de hostilidades, luego de sesenta y cinco- 65- años de desacuerdos ideológicos. La idea primordial es unificarse de nuevo.

"Los dos líderes declaran solemnemente ante 80 millones de coreanos y ante todo el mundo que no habrá más guerra en la Península Coreana y que una nueva era de paz ha comenzado", dice la declaración. Los combates en la Guerra de Corea se paralizaron en 1953, tras lo cual se firmó un armisticio. Pero nunca hubo un tratado de paz y ambos bandos se encuentran todavía técnicamente en guerra.

Corea del Norte, ha expresado categóricamente que esta preparada para dialogar la desnuclearización de la península ante el presidente Donald Trump y, las negociaciones, deben hacerse directamente.

Rusia y Estados Unidos de Norteamérica, vienen haciendo proyectos de menor escala para justificar una posición económica, en la medida de los cambios en la situación política en el amplio territorio peninsular. De estos proyectos, los principales es el Ferrocarril Transcoreano, un gasoducto y, el suministro eléctrico.

Lo importante, son las geoestratégicas globales, cuyos programas distan veinte años de disuasión y crecimiento entre las partes involucradas

La operadora nacional de ferrocarriles rusos RZhD podría invertir entre 5.000 y 10.000 millones de dólares en este proyecto, pero esto significaría una inversión en una región políticamente inestable. Además, una vez la compañía ingrese en el proyecto, jamás podrá recuperar el dinero invertido, en caso de que la construcción quede suspendida, vaticinó el analista. Lankov

"Incluso en caso de que la situación parezca estar segura, en cualquier momento pueden suceder cambios globales a gran escala. Por ejemplo, la derecha puede llegar al poder en el sur, o las autoridades norcoreanas pueden dar un giro de 180 grados. Además, algo puede pasar en Washington", proclamó.

En otras palabras, una vez arranquen labores de construcción, la parte rusa se convertirá en rehén de Seúl, Pyongyang, Washington o Pekín. Asimismo, en este caso, casi no dispondrá de posibilidades para influir sobre la situación con sus propias fuerzas, subrayó.

Lo importante es estar claro, en los protocolos de seguridad y los actores involucrados, deben mantener una posición seria ante los conflictos de la zona del pacífico y los protocolos de seguridad.

Rusia, China, Japón, Estados Unidos de Norteamérica, Reino Unido, Alemania y Francia mantienen un acuerdo de sostenibilidad en base a la fase bancaria, doctrina castrense y sistema agroalimentario.. Todo, depende de un contexto político e ideológico. Cada acto político, conlleva un acto de guerra y los niveles de producción de un Estado deben estar activos para valorar con mayor seguridad, la dimensión del peligro nuclear y la alimentación de los pueblos

Todo, es por ciclos, Con diez años de diferencia, la "crisis" nuclear de marzo del 2013 es una repetición de la que ocurrió en marzo del 2003. En aquél entonces, palabras más palabras menos, Kim Jong Il —padre del actual mandatario norcoreano— dijo al mundo lo mismo que su hijo dice en el presente [2013]: "Si somos sancionados, consideraremos las sanciones un acto de guerra y nuestra respuesta será nuclear."

Estados Unidos sólo ataca países que sabe no pueden defenderse.

Como en 2003, en 2013 los actores centrales son los mismos, las amenazas de sanciones de un lado no han cambiado y las respuestas que recibieron tampoco. Tal vez una de las diferencias en uno y otro caso es más superficial que de fondo. En 2003 —y un poco antes— el régimen de Kim Jong Il estaba desarrollando un programa nuclear con fines pacíficos (eso dijeron) y entonces Estados Unidos prometió prestar asistencia en materia energética si detenían el programa. ¿Qué ocurrió? Corea del Norte detuvo su programa, los Estados Unidos incumplieron su parte y entonces los norcoreanos reanudaron el programa. En 2013 cambió la presentación, aunque no tanto la sustancia: Corea del Norte ensayó la puesta en órbita de un satélite, los Estados Unidos vieron en ello un ensayo misilístico más que uno aeroespacial (temor fundado tomando en consideración que Corea del Norte es un importante proveedor de tecnología de misiles a naciones en vías de desarrollo) y por ello llegaron las sanciones de un lado, y con ellas, las bravatas del otro.

Es un mismo escenario, con una diversidad de actores.

"Lo que significa la desconexión entre retórica y acción, es algo que dejaré para el juicio de los analistas." orea del Norte y su estrategia de defensa nuclear es tema que divide de manera soterrada a la izquierda latinoamericana. La posición que se asuma frente a la carrera armamentista de Pyongyang define, en buena medida, el lugar de cada gobierno frente a los esquemas de la Guerra Fría y el viejo comunismo de raíz estalinista. Quienes justifican el programa nuclear de Kim Jong-un y sus constantes pruebas, violatorias de la soberanía de Japón, Corea del Sur y Guam, son, por lo general, contrarios a las nuevas formas democráticas de la izquierda hemisférica, predominantes en las tres últimas décadas.

Un artículo de mayo del año pasado, del sociólogo argentino Atilio Borón, en Página 12, resume esa posición. El autor reproduce las tesis del analista Mike Whitney en Counterpunch y concluye que "el problema es Washington, no Corea del Norte" y que si un país "necesita armas nucleares es ese". Todo lo que hace Pyongyang contra la seguridad de sus vecinos en el Pacífico y contra sus propios ciudadanos, está justificado por la hostilidad de Estados Unidos. El trasfondo de la tesis es contrafactual: el programa nuclear de Corea del Norte la salvó de una invasión de Estados Unidos.



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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