Lo más difícil para el mundo occidental es entender la joven dirigencia izquierdista de España que en base a estrategias muy bien concebidas, lograron sacar de La Moncloa al Partido Popular de José María Aznar, quién perdió un buen tiempo en Lima,( Perú), preparando el devenir suramericano y, que el grupo de Lima supo interpretar y que incorporó en su esencia a dos venezolanos, que jamás han concebido la historia política en su quehacer diario, son Julio Borges y Antonio Ledezma, del General Isaías Baduel y de Oscar Pérez, solo les puedo decir que cayeron en el foso de los Leones y que el pastor Javier Bertucci no los pudo sacar y salvar de la incertidumbre, porque fueron pasto de sus propias maldades hacia el pueblo.
En el campo político, el adoctrinamiento y la ideología son necesarias para disciplinar un campo de acción y, los venezolanos, hemos tenido un desconocimiento histórico y un desprecio hacia ella, sólo, servimos para repetir como una grabación, las versiones oficialistas y lo que piensa España, Francia y los Estados Unidos de Norteamérica sobre nosotros. Son versiones del sistema, mantenida por sus panegíricos.
Se acuerdan de una Revista extranjera llamada Hola, cuando trabajaba en la sala de redacción del diario Hora Cero, cuyo dueño fue el periodista cubano Guillermo Antón Santana y el afamado locutor y periodista Carlos Viso del Pettre, reunía un buen número de ellas para fabular mi conciencia y ver esos viejos palacios en su esplendor, pero, en su interior contemplaríamos una buena ratonera y chiripero, como los que formó en su buen tiempo y, en una hábil jugada, Rafael Caldera y Roy Chardetton, el primero fue dos veces presidente de los Estados Unidos de Venezuela y el segundo, dos veces canciller, tanto de Caldera, como de Hugo Chávez Frías.
Según, las peroratas. España existe.
"Los libros para los niños catalanes cuentan una historia a la medida del independentismo". ¿A qué medida está hecho el lamentable discurso de Alfonso Guerra en la apertura de "Letras en Sevilla"? Según la perorata, España existe desde que los primeros griegos se fijaron en una tierra a Occidente a la que llamaron" Iberia". En atención a su significado etimológico, los griegos llamaron a la península "los del lado de allá", "los de la otra orilla". Y España vuelve a crearse, según Alfonso Guerra, cuando los godos (unos invasores) conquistan la península. Una conquista que tardó casi trescientos años. Dos veces. Y tres: volvió a "crearse" con la "unión" de los reinos de Castilla y Aragón, con la boda de sus reyes, Isabel y Fernando. Tres veces. ¿Cómo puede algo nacer tres veces, y tener continuidad? El mundo griego se fijó en una tierra a Occidente a la que llamaron" Iberia. ¿Cómo puede algo nacer tres veces, y tener continuidad? Repito, y todavía ese nombre entre nosotros, porque una línea aérea española lleva ese nombre y surca los aires de tres continentes en una clara simbología de dominación e independentismo.
Por fortuna, Julio Anguita, tras dejar sentado su "Soy español", también dejó claros los muchos fallos de esa versión, los errores y los horrores de una historia, repetida, sí, pero con continuidad sólo en un comportamiento que haría sentenciar al Káiser: "España es el país más fuerte del mundo. Lleva siglos intentando destruirse y todavía no lo ha conseguido". Rajoy está a punto de conseguirlo, y no es metáfora. Pero el Kaiser no puede verlo y este es otro tema. Otro más. Guerra llegó al extremo de repetir, casi literalmente, pero "motu proprio", la masoquista frase joseantoniana: "amamos a España porque no nos gusta". Si fuera al revés tendría sentido, pues, cuando no gusta lo que se ama se tiene, al menos, intención de mejorarlo. Pero, como el fundador de Falange, Guerra se mostró convencido, no hizo ningún involuntario baile de palabras.
Ahora, nos quieren falsear la historia. Ahora nos expresan que Andalucía, no es España, pero, La Moncloa y Madrid es el verdadero objetivo, ya Rajoy vuela y el centralismo depredador izquierdista lo devoro y Pedro Sánchez resurgió, como una sombre de Pablo Iglesias para controlar el poder y un Zapatero, que desde Dominicana captó los recursos para desdibujar, todo lo creado por José María Aznar.
Y, mientras en Sevilla llevaban a cabo este adoctrinamiento basado en falsear la historia y ocultar los grandes errores de Gobierno que ha llevado a este Estado a la insignificancia mundial, en Málaga, la otra gran ciudad de Andalucía, cargaban a niños con uniforme y escopeta y los hacían desfilar por la calle. Una y otra cosa ¿no son adoctrinar? Aquí ¿sólo adoctrinan los otros?
Los terroristas, hicieron el otro trabajo a nombre del Islam, una migración aceptada subterráneamente cuando José Luis Zapatero residía en La Moncloa.
Las dos ciudades más grandes de Andalucía, punta de lanza y, para eso, desunidas. A la trabajada tarea de los partidos dominantes suman la negación plena a comunicarlas. El AVE transversal comunicaría Andalucía, acercaría las ciudades y sería remate de los acuerdos de sus alcaldes, de la creación de Andalucía TECH, y se vería que el entendimiento y la cooperación son mucho más rentables que el enfrentamiento. Pero dividir es victoria del centralismo depredador, que se siente obligado a impedir que Andalucía espabile.
Le guste o no al secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, si es elegido como nuevo presidente del Gobierno se deberá a los apoyos de aquellos que el pasado 1 de octubre y fechas posteriores intentaron un golpe al Estado que pretendía romper la unidad de España y la soberanía de todos los ciudadanos. Con esto no decimos que Sánchez haya buscado o pactado tales apoyos, ni ponemos en duda su compromiso con la Constitución, algo que demostró con creces cuando apoyó sin titubeos la aplicación del artículo 155 para intervenir el Gobierno de la Generalitat, pese a que existían no pocas voces en el interior de su partido que se lo desaconsejaron. Sin embargo, la realidad es que, le guste o no, sus aspiraciones de ser presidente pasan por el apoyo de aquellos que son explícitamente enemigos del Estado español.
Al igual pasa en Argentina y Venezuela. Es el mismo programa, una derecha que se doblega al izquierdismo. Ese no es el problema. El asunto es el manejo de los partidos convencionales que levantan un país, originan guarimbas, dañan carreteras, envían jóvenes a las cárceles, para terminar sus dirigentes apoyando al presidente. Allí, tenemos a un Javier Bertucci, un pseudo dirigente cristiano y un Henri Falcón a los pies de nuestro presidente Nicolás Maduro Moros, luego de levantar los vientos.
Este dato nos pone de nuevo ante la historia política del mundo europeo, uno de los grandes problemas que tiene la Democracia española desde su refundación en 1978, es la excesiva dependencia de los nacionalismos para la gobernabilidad del país. Esto, hasta fechas muy recientes, no había producido excesivos problemas, pues los partidos nacionalistas se contentaban con apurar las posibilidades que les daban el marco constitucional y el Estado autonómico. El pacto para asegurar la gobernabilidad cuando las mayorías de PP y PSOE eran precarias era siempre el mismo: más dinero y autogobierno a cambio de apoyos concretos que nunca pasaban por entrar en el Gobierno. Es lo que se llamó con acierto el bipartidismo imperfecto. Sin embargo, la irrupción de la nueva política tras la crisis económica y el procés han cambiado radicalmente las reglas del juego. El nacionalismo catalán ya no es un posible aliado coyuntural, sino un enemigo de la propia idea de España, lo cual debería hacer reflexionar a los partidos constitucionalistas de cara al futuro.
Si en vez de apelar continuamente al patriotismo en sus diferentes versiones, los partidos constitucionalistas decidiesen acabar de una vez por todas con esta nociva dependencia del nacionalismo, situaciones como las que viven en el Congreso de los Diputados se podrían evitar. Tanto Sánchez como Rajoy son responsables de que España vuelva a estar hoy en manos de los nacionalistas. Pero serán verdaderamente de izquierda, Pablo Iglesias, no me convence, ante sus nuevas compras y vivir como un jeque de la vieja Arabia. Gadafi quedó corto.
Aquí, nadie es un nazareno. Hay que respetar el espíritu de las reglas. Pedro Sánchez ha querido llegar a la Moncloa por el camino más corto y sin hablar con nadie, como van los nazarenos del Silencio a su iglesia en la Madrugada del Jueves Santo de Sevilla. Y lo más grande del caso es que quizás hasta le salga bien. Y le salió bien.
Sánchez es un político de comportamientos ciclotímicos, que tan pronto hace gestos excesivos como el de la presentación de la moción de censura que es capaz de caer en largos periodos de melancolía en los que prácticamente desparece del mapa. Sí hay que reconocerle que todo su comportamiento, tanto orgánico en su partido como en su proyección ante la opinión pública, ha estado encaminado a lograr un único objetivo: ser presidente del Gobierno, sin importarle mucho el requisito, se supone que indispensable, de ganar unas elecciones. Hasta cierto punto es comprensible, porque su experiencia con las urnas -la dos veces que ha competido ha marcado récord de peores resultados del PSOE- es como para salir corriendo.
Lo que no se le puede negar en esta ocasión a Pedro Sánchez es el don de la oportunidad. La sentencia del caso Gürtel, aunque hasta cierto punto estuviera ya descontada en el debate político, está destinada a marcar un antes y un después para un Partido Popular que se desangra a chorros y del que se adivina un final de ciclo que sólo un milagro -en la política española nunca conviene descartar los milagros- podría evitar. Y el audaz secretario general socialista, que no tiene ni escaño en el Parlamento, ha decidido golpear primero porque así sabe que golpea dos veces y le gana por la mano a Albert Rivera que en los últimos tiempos tiene a ocupar espacios muy amplios y al que las encuestas llevaban en volandas hacia un triunfo electoral. Pero, se congelo.
El Palacio de Moncloa, tendrá nuevo inquilino, la historia se trabaja a pulso y en camino recto. Eso lo sabe, cualquier nazareno. Bertucci equivoco esa ruta espiritual en Venezuela, traiciono a todo un movimiento opositor y al evangélico. Porque, ORA, Renovación Auténtica, solo representa los tentáculos satánicos para manipular a un pueblo incierto.
Los condenados y presos políticos, tendrán que esperar, Zapatero tiene la llave milagrosa, Bertucci no escucho la voz de Dios.
Así, es que, estamos en un país de tontos, la izquierda tiene los votos necesarios, se los dio la oposición, la libertad de los presos políticos es solo una película. Sánchez cuenta con los votos necesarios, no habrá moción de censura, la misma servirá para destronar a Rajoy, como Henry Ramos Allup entregó el movimiento popular a Maduro, sin censura y luego vinieron nuestros hijos, irse al exilio siendo de derecha o izquierda, es la guerra mediática que muchos no entienden, somos ignorantes. Como en Parque Valencia, donde resido, los adecos son los que reparten las bolsas del CLAP, así fue. Pedro Sánchez, dio la estocada final, pensando que sería Pablo Iglesias, es el mundo de la corrupción, avalado por el poder militar y el narcotráfico, solo queda guardar silencio para tener derecho a la vida y fortalecerse como un enchufado más.
Como es conocido, la moción prospero, el PSOE necesito sumar los votos de 91 diputados para, unidos a sus 85, llegar a los 176 que constituyen la mayoría absoluta. Según ha anunciado el líder del PSOE "no negociará con nadie, pero hablará con todos". Ya ha anunciado Pablo Iglesias que puede contar con los 71 votos de Podemos y hasta el momento ningún otro partido ha manifestado que votará a Sánchez sin compensaciones.
Nicolás Maduro Moros, sigue negociando por la paz y el diálogo. Ramos Allup y Borges no hicieron nada en La Asamblea Nacional, desperdiciaron su oportunidad y Oscar Pérez fue muy bien manipulado y engañado, un hombre bien preparado por el oficialismo y los cuerpos de seguridad, el foso de los leones sigue abierto, Bertucci cae a él, aceptó las prebendas del mundo oscuro, el de los fantasmas y baba laos, lo captaron en su propia conciencia, Falcon es un articulador y títere, lo demás, lo dirá la historia y los falsos positivos colocados en Catalunya y Caracas.
Este acto de caída de Rajoy, rompe con el Grupo de Lima.