El partido de Pablo Iglesias, siempre estará en la expectativa para aprovecharse y controlar el poder en cualquier lugar de Catalunya y la misma España. Pedro Sánchez abrió la brecha para avanzar en tierra fértil y en una compleja geografía nacionalista y catalana, lograr aprestarse del poder. De esta manera, el PSOE vuelve a gobernar España y un voto de moción de censura a su favor. De esta manera, nos encontramos en la construcción de un nuevo liderazgo que requiere de entendimiento para tener la oportunidad de avanzar y revalidarse entre socialistas y podemos, es solo una cuestión de aritmética y, no por gusto.
Sobremodo, fue un gran paso del movimiento feminista que realza su símbolo para establecer una nueva convicción de la realidad nacionalista y crear expectativas de un proyecto progresista que piensa abrazar a Latinoamérica.
España exige una nueva concepción política y, hay necesidad de separar el pensamiento individual de las necesidades públicas, es la nueva forma de hacer pragmatismo, el de empatizar con la gente y de aplicar con sentido común la libertad de pensamiento y acción, más allá de rigidices ideológicas, los temas deben ser concretos y transversales para llegar a una concreción cierta.
Es menester conversar con la gente, hacer lo que se piensa, explicitar el uso de nuestra libertad de conciencia en los temas valóricos, conversando con la gente a través de las redes sociales.
España, es gente de política y desenvolvimiento social, es necesario hacer política partidista, ahora el paradigma de la conversación ideológica ha cambiado y es necesario formalizar el liderazgo como gente comunal.
miliano Astorga se escucha cansado, abatido, apenado.
Ya no es el técnico seguro de sí mismo y sus jugadores.
El episodio de hace dos semanas en el que su ayudante e hijo, se vio enfrentado al plantel tras criticar a algunos jugadores, y la irregularidad de su equipo, lo tienen casi con depresión.
Y se nota. Es un técnico triste. Que no lo está pasando bien en la banca chillaneja. Más cuando su procesión viene del año pasado, cuando el equipo se salvó en la última fecha del descenso.
Astorga es un técnico de convicciones, pero parece que en este duro camino las ha ido perdiendo y por querer matizar, ha cometido errores.
Es que cuando un entrenador deja de creer en sí mismo, transmite inseguridad.
Más allá de la racha negativa de las últimas cuatro fechas del equipo, lo que agudiza la crisis es que el equipo aún no encuentra un alto nivel de juego que permita ilusionarse con un lugar protagónico en la tabla.
A pesar de los jugadores de experiencia que posee, el técnico no ha logrado transformar a Ñublense en un equipo contundente.
Más bien, es un elenco mezquino, calculador, pragmático, pero que aún así pierde puntos vitales en su lucha por el ascenso.
Astorga ha dicho que conversará con los dirigentes para buscar una solución, pero a tres fechas de que finalice la primera rueda, la verdad es que no hay señales de real mejoría futbolística. El fondo futbolístico no aparece y los escasos triunfos que acumula siempre dejaron dudas y fisuras por resolver. Parece que el ciclo de Astorga está llegando a su fin y estoy seguro que él, más que nadie, sabe que se quebró en este derrotero.
